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Editorial 749

 

Toca el corazón de las personas

 

La relación humana sólo existe cuando entra en juego el amor. Existen muchas clases de relaciones (física, intelectual, virtual,...) pero, en el fondo, no se trata de relaciones humanas. También las piedras pueden tener contacto físico, las computadoras pueden relacionarse a través de códigos y las personas pueden tener millones de "amigos" virtuales o imaginarios. Todas estas relaciones carecen de lo esencial, el amor.

La globalización hace que las personas estén más junta que nunca desde el punto de vista físico, pero muy distantes desde el punto de vista humano. Las necesidades, la competencia, la prisa y los temores nos han hecho egoístas y poco solidarios. A cada rato parece escucharse: "Sálvese el que pueda"

"El mundo es ancho y ajeno" es el título de la obra del poeta peruano César Vallejo. Narra la tragedia y la soledad en que siempre se encuentran los más desfavorecidos. En el fondo es la historia de todos, porque el mundo sigue siendo "ancho y ajeno" en todas partes y para todos.

Si bien la humanidad nunca se ha distinguido por ser amorosa, hoy es más fría e insensible. Las razones son muchas: La competencia que enfrenta unos contra otros; la prisa que impide que maduren y se consoliden las relaciones humanas; la tecnología que ha invadido la mente y ha robotizado a las personas reduciendo el espacio de la mente destinado a los sentimientos.
La culpa no es de la tecnología, sino de las personas que son incapaces de manejar las cosas de forma inteligente.

Lo cierto es que, cada día más personas se convierten en zombis (cuerpos sin alma) Esta situación hace que seamos insensibles e indiferentes a tantas desgracias e injusticias que existen en el mundo y que nos lavemos las manos y miremos hacia otro lado, en vez de levantar la voz y actuar de acuerdo a nuestras posibilidades.

Todo cambio se inicia en la mente y en el corazón de las personas, por lo cual, lo más importante no es cambiar el mundo por fuera sino por dentro, comenzando por uno mismo. Aquí es donde entras tú.

Qué puedes hacer para cambiar el mundo

Tú no puedes resolver el hambre, ni las guerras que atormentan a gran parte de la humanidad, pero sí puedes ayudar a resolver el problema de hambre de amor y de paz que tienen muchas personas que están a tu lado; para ello sólo necesitas despertar su conciencia dormida y tocar su corazón que hace tiempo dejó de producir amor.

La gente está esperando que alguien le diga las palabras mágicas "Levántate y anda" Estas palabras mágicas son: una sonrisa, un saludo, una mirada afectuosa, una palabra de aliento o una idea útil. A veces es suficiente un detalle para cambiar la vida de las personas. Cada uno de estos detalles es una muestra de amor que puede activar el corazón de las personas.

Existen muchos delincuentes y criminales que tal vez, si alguien lograra tocar su corazón, despertaría su conciencia y cambiarían de vida. Cuando las personas no se sienten amadas no les importa nada y es tanta su ira interna que son capaces de destruir todo lo que encuentran por delante, aunque en ello les vaya su propia destrucción.

Existen muchas personas que han triunfado en la vida, porque un día alguien les dio una idea que les sirvió de guía y de estimulo para el resto de su vida.

En nuestra vida hemos recibido muchos mensajes en forma de ideas, ejemplos, afecto. Sin duda, uno de estos mensajes tocó nuestro corazón y marcó definitivamente el rumbo de nuestra vida.
Hay un momento de inflexión en la vida en el que la brújula señala la dirección definitiva que seguirán nuestros pasos. Tú puedes ayudar a que le llegue ese momento a muchas personas y que la brújula les señale el norte de su vida.

Cómo llegar al corazón de las personas

No se llega con palabras ni discursos bonitos.
“Al alma sólo se llega
con pasos como besos
por las sendas ocultas
que llevan al corazón” J. M. Pemán

Necesitamos aceptar a las personas tal como son y ofrecerles con humildad y respeto nuestro amor, sólo así tendremos acceso a ellas y podremos tocar su corazón.

Como ves, se trata de entrar en la dimensión del amor.
El amor es la fuerza que mueve el mundo.
Cuando amas algo, adquire valor. Cuando amas a una persona incrementas su valor y la persona lo siente.
Cuando una persona es tocada por el amor, cambia todo en su vida, porque percibe las cosas con una visión superior. El mayor regalo que podemos dar a una persona es un gesto de amor.

El amor siempre es efectivo, porque todos los seres humanos son sensibles al amor. También son sensibles al amor los animales y las plantas.

Son palabras de Vicki Umipeg, ciego de nacimiento, cuando llegó, durante su EFM, a la luz del más allá: “Lo que la luz transmitía era amor. El amor estaba por todas partes. El amor parecía venir de la hierba, de los pájaros, de los árboles...” El amor preside la creación entera. El amor se expresa de muchas formas.

Varios de ellos han llegado a pensar que las plantas acaban habituándose a los que cuidan de ellas, como si se estableciera entre ellos una verdadera relación afectiva.

Aunque aún no es posible dilucidar si registran emociones propiamente tales, al menos se ha logrado comprobar que reaccionan temerosas frente a ciertos estímulos de peligro y positivamente ante muestras de cariño. Incluso tienen memoria: no olvidan a quien las lastimó o quien las cuidó.

Si las plantas son sensibles al amor ¡Imagina caunto más sensibles serán los seres humanos!

Todo lo que somos y tenemos lo debemos a la Ley del Amor que preside y rige la vida.

El amor tiene muchos nombres (confianza, respeto, tolerancia, solidaridad, compasión, etc.) y también tiene muchos niveles.

Las personas y la sociedad están enfermas por muchas razones, pero la madre de todos los problemas es la falta de amor.

Proponte todos los días llevar el regalo del amor a cualquier persona con quien te encuentres. Ese regalo puede ser un saludo, una sonrisa, una oración, el deseo de que les vaya bien. De esta forma pondrás en circulación la alegría, en tu vida y en la vida de los demás. El mejor regalo que puedes dar a todos es vibrar en positivo y desearles bien y felicidad, seguro de que tus vibraciones tocaran su corazón.

Cada vez que te encuentres con alguien, deséale en silencio felicidad, alegría y bienestar. Dile con todo tu amor: "Te deseo que seas feliz"

Hay mucha gente buena en el mundo que tú no conoces, que al cruzarse en el camino contigo te desean en silencio que seas feliz.
La mejor forma de aprender es enseñar.
La mejor forma de ser feliz es dar felicidad.
La mejor forma de tener amor es dar amor.