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Editorial 739

 


Busca tus raíces


Somos el pasado el presente y el futuro.


Nuestro origen genético se pierden en la prehistoria. Somos parte viva de un árbol genealógico que tiene más de cuatro millones de años.


Tenemos millones de parientes que nos han precedido. Hoy nos toca vivir y luchar a nosotros para que este árbol gigante que hunde sus raíces en los orígenes de la humanidad, siga vivo y frondoso gracias a que nosotros, sus hijos, somos ejemplo de esfuerzo y de bien.


El sentido de pertenencia es fundamental, es el lazo que une a cada persona con su familia, con la gente, con su país, con la humanidad. El sentido de pertenencia proporciona todos los nutrientes afectivos y culturales que hacen que cada persona se identifique con su gente y se sienta parte de ella.


Existe sentido de pertenencia a una familia cuando sus miembros se sienten queridos y cuando están orgullosos de ser parte de la familia.


Existe sentido de pertenencia a una sociedad y a un país, cuando las personas se sienten parte de la sociedad y del país debido a que son aceptadas.


Lo fundamental del sentido de pertenencia es sentirse querido, aceptado y valorado. El sentido de pertenencia biológico sirve de poco si no se complementa con el sentido afectivo.


Un niño que tiene escaso sentido de pertenencia, debido a distintos problemas, tiene serias dificultades para madurar, para aprender y para integrarse en la sociedad.


Muchas personas sufren de soledad debido a que carecen de sentido de pertenencia a una familia, a un grupo de amistades o a un país. El sentido de pertenencia supone una comunión con nuestros ancestros a quienes admiramos y respetamos y una comunión con quienes convivimos y compartimos inquietudes e ilusiones.


El sentido de pertenencia significa arraigo a algo que consideramos importante, como la familia, amigos, organizaciones o instituciones, las cuales ayudan a reducir la soledad.


De aquí la importancia de relacionarse bien con la familia y de que los niños se sientan orgullosos de su familia, de su país, de su religión, etc. pues a través de la familia es que aprendemos a relacionarnos con las demás personas. Si sientes que tus raíces son débiles, nunca es tarde para regresar a casa, para unirte a tus padres, hermanos, familiares y ancestros. Perdona, pide perdón y deja el orgullo si es necesario. Es importante estar unido al árbol para recibir de sus raíces la energía que necesitas para ganar la batalla de la vida.


El sentido de pertenencia da seguridad y valor. Es como la raíz del árbol que conecta con el suelo del cual extrae la energía para crecer. Un niño y un adulto sin sentido de pertenencia son como un árbol sin raices, se encuentra desconectado de la vida, por lo cual, todo le resulta difícil.


Cuando uno es niño no le interesan estas cosas, pero, a medida que pasan los años, cuando la gente se da cuenta de lo efímero de las cosas y de la vida, comprende que lo único verdadero es la familia.
La mejor herencia que los padres pueden dejar a sus hijos es el recuerdo de una infancia feliz, el recuerdo de unos padres amorosos, de buen carácter, pacientes y positivos. Recupera lo mejor de tu infancia y de tu juventud y piensa en ello con frecuencia, porque a medida que pasen los años será lo más verdadero, y tal vez lo único que te quede de la vida. Estos buenos sentimientos te acompañarán constantemente y te transmitirán fortaleza y motivación para superarte y ser digno representante de la familia a la que perteneces.

Tus ancestros te observan desde el pasado y esperan que seas su digno representante en esta vida. Ellos se esforzaron a su modo y muchos de ellos dieron su vida con la esperanza de que sus descendientes tuvieran un mundo mejor. Mucho de lo que hoy somos y tenemos se lo debemos a ellos, porque, junto con las raracterísticas genéticas también nos han trasmitido de generación en generación, esquemas mentales, actitudes, principios, valores y una visión de la vida que permanece a través del tiempo y constituye el legado familiar, tus raíces.

Desde el futuro también te observan familiares que aún no han nacido, los cuales esperan que seas digno y les dejes un mundo mejor. Como puedes ver, no estás solo, tienes muchas personas que te aman, que te ayudan y te protegen.


La experiencia indica que las personas con alto sentido de pertenencia se sienten ciudadanos del mundo entero y encajan en cualquier lugar, mientras que las personas con escaso sentido de pertenencia sienten que no pertenecen a ninguna parte.


Si los padres supieran lo importante que es el sentido de pertenencia para lograr una buena identidad, autoestima y personalidad, serían más comprensivos y amorosos. Y si los hijos supieran que una buena relación con sus padres y hermanos les marca para siempre, se esmerarían por mantener una buena relación. A los niños no les interesa si sus padres son ricos, poderosos o famosos, lo que interesa a los hijos es que sus padres les amen, les escuchen, tengan buen carácter y compartan con ellos.


Construye tu árbol genealógico. Elabora una lista de todas las personas (familiares, amigos profesores,...) que han significado algo para ti a lo largo de tu vida. Todo esto constituye tu herencia humana, la cual debes recordar con frecuencia, porque alimenta tu sentido de pertenencia y fortalece tu autoestima, seguridad y fe en la vida.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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