Editoriales

Editorial 733



No cedas ante la presión y el chantaje

 

En el cosmos existe una dinámica caracterizada por la lucha de fuerzas. Se cree que en el centro de cada galaxia existe un agujero negro.

Un agujero negro es originado por una gran concentración de masa en su interior y por un enorme aumento de la densidad de esa masa, lo que provoca un campo gravitatorio tan poderoso que ninguna partícula material, ni siquiera los fotones de luz, puede escapar de dicha región. Al no dejar salir nada de luz, se convierte en una región absolutamente oscura, y, por tanto, invisible. Conocemos la existencia de los agujeros negros por los efectos que producen.


Se cree que en el centro de cada galaxia existe un gran agujero negro, alrededor del cual giran todas las estrellas que forman la galaxia. Su poder gravitacional es tan grande que atrae hacia sí y engulle constantemente estrellas. Es posible que a través de millones de años se vaya tragando todas las estrellas que orbitan a su alrededor hasta convertir la galaxia en un agujero negro. Es tan grande su fuerza de atracción gravitacional que aunque las estrellas viajaran a la velocidad de la luz no podrían escapar de su atracción.


Existen unos 100 mil millones de galaxias y cada galaxia tiene cientos de millones de estrellas. Solamente la Vía Láctea tiene más de 200.000 millones de estrellas y nuestra vecina, la galaxia Andrómeda, supera los 400.000 millones de estrellas.


En este concierto cósmico, los astros más débiles están obligados a orbitar en torno a los astros con mayor fuerza gravitacional, así la luna gira alrededor de la tierra, la tierra gira alrededor del sol y el sol gira alrededor del centro de la galaxia.


En el caso del cosmos se trata de un determinismo absoluto impuesto por la fuerza gravitacional. En el caso humano también existe una lucha de fuerzas que tratan de tomar el control e imponerse a los demás seres humanos. Esta lucha está presidida por varias leyes


(Ley de Competencia, Ley de Adaptación, etc.) El objetivo de esta lucha de fuerzas es impulsar el desarrollo y la evolución de las personas.


En esta lucha se imponen los más capaces y los más hábiles, pero, como los seres humanos son libres, pueden dejarse llevar por el egoísmo y las pasiones, de modo que, los más capaces pueden no ser justos ni honestos. Esta es una de las razones por la que existen muchas formas de injusticia, de explotación y de chantaje.


Hemos visto que, cuanto mayor es la fuerza gravitacional, mayor es el control sobre las estrellas más débiles. Así ocurre en la sociedad, por Ley de Jerarquía, todo ser o cosa está subordinado a todo aquello que es superior en grado evolutivo, y, a su vez, tiene poder o mando sobre todo aquello que le es inferior en la escala de la evolución.


Sin embargo, en el plano humano, se quebranta con frecuencia esta ley. Existen personas ignorantes y poco virtuosas que apoyándose en medios materiales, en la astucia, en las influencias y en el engaño, suplantan a personas más capaces y virtuosas, de modo que no rige el superior de la escala evolutiva (el más virtuoso, el más sabio), sino el que tiene más dinero, el más astuto y el más atrevido.


Este fenómeno no ocurre de forma espontánea; es la culminación de un proceso. Se produce debido a que los más virtuosos y sabios, no han entendido que, además de virtuosos y sabios, deben ser sagaces y activos en el área social. Deben crear las condiciones para que surjan buenos ciudadanos. Deben desenmascarar a los indignos y abrir los ojos a los ignorantes antes de que sea tarde. Tienen el deber de ser los vigilantes y defensores del progreso y de la libertad. Al no hacerlo se generan las crisis.


Al final la sociedad reaccionará y se recuperará la jerarquía natural, pero el mal está hecho y se perderá tiempo en subsanar fallas.


La mayoría de las personas son débiles, debido a su escasa preparación, por lo que no tienen capacidad para enfrentarse a sus propios enemigos internos (temor, egoísmo, pereza) ni a quienes les presionan, explotan y chantajean de muchas formas. Por esta razón existen muchas personas sumisas y cobardes, carentes de autoestima y de personalidad, que renuncian a sus derechos y a su libertad. Una sociedad así es el caldo propicio para que surjan explotadores, dictadores y tiranos.


Las formas más peligrosas de presión y de chantaje son las sutiles, porque no tienes conciencia de ellas, y, cuando quieres darte cuenta, estás maniatado y no puedes reaccionar. Cada día existen formas más sutiles de controlar y de manipular la mente y la vida de las personas, por lo que es importante que tengas criterios claros acerca del valor real de las cosas.


Ceder ante la presión y el chantaje es aceptar que nos pongan una cadena al cuello y nos conviertan en esclavos por el resto de nuestra vida.


Hay fuerzas a las que no debes enfrentarte, en estos casos, lo mejor que puedes hacer es alejarte de su radio de acción.


La Ley de Jerarquía nos invita a ser dignos y saber reclamar nuestros derechos y a ser humildes y aceptar las ideas y la autoridad de quienes son superiores. Es importante saber obedecer y también saber exigir y saber mandar.


Si quieres ser libre necesitas ser autosuficiente y tomar el control de tu vida.


Si quieres ocupar un puesto alto, debes ganarlo por mérito propio. Ponte a valer y la vida te llevará a donde mereces estar.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus