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Editorial 731

 


Echa raíces profundas


La palabra raíz tiene muchos significado. Significa el principio, la base, lo que da ser, sentido y consistencia a las cosas.
Así como las plantas tienen raíces

que les permiten absorber agua y minerales, acumular nutrientes y mantenerse firmes; así los seres humanos tenemos:

 

Raíces intelectuales (ideas, lenguaje, creatividad,...) que nos ayudan a absorber y procesar información.


Raíces afectivas que nos proporcionan autoestima, seguridad, sentido de pertenencia.
Raíces culturales que nos ayudan a conocer quiénes somos, de dónde venimos, cuál es nuestra identidad.


Raíces morales (principios, valores,...) que nos proporcionan el sentido de la vida, nos ayudan a controlar los instintos y a actuar de forma efectiva.


Una persona sin raíces carece de conciencia personal, de conciencia social, de sentido de pertenencia y de sentido de la vida. Por tanto, queda desubicada en la vida, a merced de sus instintos y de los caprichos de la sociedad.

Un tsunami está a punto de arrasar la ciudad. Este árbol ha sido arrancado por el viento porque sus raíces eran poco profundas.

Existen muchas leyes que rigen el Universo y garantizan el equilibrio y el desarrollo de las cosas, pero también existe la Ley de Entropía que reduce a la nada lo que no tiene raíces, lo que no tiene consistencia, lo que no funciona. La función de la Ley de Entropía es reducir las cosas que no tienen consistencia a su estado original, es decir, a materia elemental, para que inicie un nuevo proceso. La Ley de entropía genera las crisis sociales, para que la gente reaccione y rectifique antes de que las cosas lleguen a un punto sin regreso.


Los seres humanos buscamos los éxitos fáciles y rápidos. Ignoramos que todas las cosas importantes de la vida, como son: El conocimiento, la experiencia, la verdadera riqueza, la libertad y la felicidad, son una conquista personal, producto de un proceso largo que exige conocimiento, dedicación, perseverancia y tiempo.


Existe en la China un bambú que apenas crece 10 centímetros en los 6 primeros años. Durante este tiempo utiliza toda su energía en echar raíces extensas y profundas. (Los campesinos que desconocen los secretos de este bambú lo eliminan por creer que no sirve)

Pasados los seis años inicia un desarrollo rápido, llegando a crecer hasta 30 metros en sólo seis semanas. Este crecimiento vertiginoso impresiona a la gente y no es para menos; sin embargo, el crecimiento del bambú no es espontáneo. Como todas las cosas importantes de la vida, es el resultado de un proceso largo. El bambú ha estado creciendo desde el día que lo sembraron, sólo que su crecimiento no ha sido hacia arriba como todos esperaban, sino que, guiado por la sabiduría de la naturaleza, se ha dedicado a desarrollar raíces extensas y profundas, capaces de soportar sus tallos de 30 metros y resistir la presión de los vientos.


Recuerda que, cuanto más alto quieres llegar, más profunda y extensa debe ser la base; de lo contrario, no tendrás interés en superarte, porque tu cerebro sólo se activa cuando existe un proyecto valioso y posible. Una buena base académica y humana proporcionan seguridad e impulsan a crecer.

El Rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, tuvo un sueño que le quitó por completo la tranquilidad. En sueños vio una estatua, hecha de diferentes metales y con pies de barro. Nabucodonosor llamó a sus magos y adivinos para que le descifraran el sueño, pero sus adivinos no supieron. Junto a estos magos y videntes estaba Daniel, quién le dijo: La cabeza de oro representa al reino de Babilonia. El oro simboliza que su reino es rico y poderoso y nadie podrá contra él. Después de él, vendrán otros imperios que irán decayendo hasta desparecer, porque los pies de barro no tienen consistencia.
Este sueño es la historia real de los imperios, de las instituciones, de la sociedad y de las personas. Mientras gobierna la cabeza de oro, es decir, la sabiduría, la riqueza y el poder, todo funciona bien, pero, a medida que se pierde calidad, surgen los problemas, y, cuando las cosas carecen de consistencia (pies de barro) todo se viene abajo.

Una fortaleza puede ser inexpugnable, pero si se debilita en alguna parte, por ahí entrará el enemigo. Una cadena puede ser muy resistente, pero si tiene un eslabón débil, se romperá por ahí. Aquiles era invulnerable en todo su cuerpo, excepto en el talón. Aquiles fue el más valiente de los griegos en la guerra de Troya y habría sido invencible si no le hubiera herido su talón una flecha. Como puedes observar es suficiente una debilidad o una falla para que todo se venga abajo.


Todos los seres humanos tienen un punto débil, puede ser la avaricia, el vicio del juego, la soberbia, la ira, la pereza, el temor, la ignorancia, la imprudencia, la corrupción, la infidelidad, etc. Cualquiera de estos defectos puede llevar a la ruina.


Echa raíces, sé consistente y noble y estarás protegido contra tus propios enemigos internos y contra los enemigos que vienen de fuera.


Todos los días ocurren tsunamis y crisis, pero no afectan a las montañas, ni a los edificios sólidos, ni a los árboles con raíces profundas.



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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