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Editorial 722

 


Cómo aprender un idioma extranjero

 

Las personas aprenden por interés, por necesidad o por temor. La necesidad y el temor son motivaciones muy pobres pues terminan cuando queda satisfecha la necesidad o cuando desaparece el temor. Lo ideal es aprender por amor y por interés. El amor y el interés son las fuerzas que mueven el mundo y también el cerebro. Es sorprendente la facilidad con la cual aprendemos lo que amamos. El amor y el interés activan la inteligencia emocional, que es la gran artífice de todas las cosas grandes que logramos en la vida.


En nuestra cultura occidental predomina el aprendizaje racional, analítico y memorístico; es decir, estudiamos básicamente con el hemisferio izquierdo. El hemisferio izquierdo realiza todas las funciones que requieren un pensamiento analítico. Es lineal, sucesivo y secuencial; avanza paso a paso; recibe la información dato a dato y la procesa en forma sistemática; algo así como una computadora donde cada paso depende del anterior. El hemisferio izquierdo organiza los datos, pieza a pieza, hasta componerlos como si se tratara de un rompecabezas.

Por el contrario, el hemisferio derecho es intuitivo, capta directamente lo esencial de las cosas.


Posee una visión intelectual sintética y simultánea de muchas cosas. La velocidad de procesamiento de la información de ambos hemisferios es totalmente diferente; mientras el hemisferio izquierdo procesa apenas unos 40 bits (unidades de información) por segundo, el hemisferio derecho procesa entre 1 y 10 millones de bits por segundo; de aquí la importancia de aplicar al aprendizaje las grandes ventajas que ofrece el uso del hemisferio derecho (intuición y creatividad)

El código utilizado por el cerebro es verbal, por tanto, la capacidad procesadora del cerebro depende del nivel de vocabulario que posee cada persona. Existen otros muchos factores que influyen en el funcionamiento del cerebro y en el aprendizaje, tales como la autoestima, el interés, la experiencia, etc.


Para aprender un idioma extranjero, lo más indicado es comenzar por aprender bien el español, conocer su estructura sintáctica, adquirir un vocabulario amplio y rico y desarrollar fluidez mental y verbal, así como la capacidad de abstracción y de síntesis, la capacidad para definir con rapidez y precisión, etc. pues nadie puede aprender bien un idioma extranjero si antes no domina el propio idioma.
Lo seres humanos aprendemos por analogía. Aprendemos a partir de lo que sabemos, por esta razón resulta difícil todo aprendizaje nuevo, de aquí la importancia de ser paciente y perseverante al principio. A medida que nos familiarizamos, resulta más fácil y agradable.


Hace tiempo quise aprender al alfabeto mandarín. Comencé por aprender las tres primeras letras, pero al rato no recordaba nada, lo intenté varias veces, hasta que después de unos minutos fui capaz de reproducir por escrito las tres letras. A partir de aquí me resultó muy fácil aprender el resto de las letras. Sin duda, mi cerebro necesitó un tiempo para crear la estructura mental necesaria para aprender el mandarín.


En todo aprendizaje suelen llegar momentos críticos en los cuales la persona siente que no avanza a pesar de los esfuerzos. Se debe a que el cerebro, sabiamente, detiene el avance con el fin de hacer ajustes para luego ascender a niveles superiores. Muchas personas que ignoran esta dinámica, se desaniman y abandonan, por eso, sólo triunfan los que perseveran.


En la vida todo se rige por leyes y el conocimiento de esas leyes garantiza el éxito. Existen leyes generales del aprendizaje y leyes específicas de cada materia o asunto. Los seres humanos fracasamos en muchos asuntos porque actuamos sin preparación, sin estrategia y sin método; por lo que, para tener éxito en el aprendizaje de idiomas es necesario conocer las leyes del aprendizaje para utilizarlas en beneficio propio.


Cómo aprender el inglés


Aprende con frases. No tiene sentido aprender listas de palabras. Las palabras sólo tienen verdadero significado dentro de un contexto.


No estudies la gramática , pues resulta muy abstracta e incomprensible. Además es un obstáculo para la fluidez. La gramática se adquiere con la experiencia.


Evita comparar el idioma nuevo con el español. Aprende a pensar en ingles, francés, alemán o chino y adquiere los reflejos necesarios para desenvolverte en situaciones reales.


Haz preguntas sobre el texto y respóndelas mentalmente.


Expresa mentalmente tus opiniones sobre distintos aspectos o situaciones. Es una oportunidad para pensar en el idioma que estás aprendiendo.

Los niños, cuyo idioma materno es el inglés, son los mejores maestros para aprender el inglés, por muchas razones: Utilizan un lenguaje sencillo, claro y espontáneo; de modo que, si te es posible aprovecha esta oportunidad.


Uno de los mayores obstáculos para aprender un nuevo idioma es el temor a equivocarse y a ser evaluado, cosa que con los niños no existe.


Aprende frases hechas. Las frases hechas dan versatilidad a los idiomas.


Aprende unos cuantos refranes.


Imagina un viaje y aprende a utilizar las frases básicas.


En todos los idiomas existen: pronombres, adverbios, preposiciones y conjunciones. Son pocos, pero muy utilizados, de modo que, lo ideal es comenzar por aprenderlos bien, con lo cual ya tienes un camino andado que te puede ayudar a entender mejor el idioma.


Es mucho mejor escuchar que leer. Escucha entrevistas, programas de TV. y de radio, conversaciones, etc.

Escucha canciones. Las canciones tienen mucha carga emocional, por lo que hace que se graben con facilidad.


No trates de aprender el 100% de un idioma, solo necesitas conocer un porcentaje del mismo para poder hablarlo y defenderte. Luego puedes mantenerlo y desarrollarlo progresivamente


Nadie habla el idioma puro. Aprende ciertas palabras y modismos, propios de cada país o región.
Cada persona debe establecer un plan concreto y un horario determinado en el cual sienta que están dadas las mejores condiciones para aprender el nuevo idioma.


Cuando una familia viaja a un país de distinto idioma, sus hijos pequeños aprenden el idioma en poco tiempo, mientras que los padres tardan meses, años o décadas en dominar el idioma. La razones básicas son: 1º Los niños tienen una predisposición natural para el aprendizaje de idiomas. 2º Los niños comienzan a hablarlo desde el principio sin preocuparse si lo hacen bien o mal. Los padres tienen miedo a equivocarse y se inhiben. De modo que, para aprender un idioma nuevo lo importante es el interés, la emoción y la desinhibición, además de un buen método, entrenamiento y perseverancia.


Si bien no es conveniente relacionar el propio idioma con el que queremos aprender, resulta útil, leer un tema por párrafos en el idioma nativo y luego en el idioma extranjero. Después de un tiempo te darás cuenta de que existen numerosas palabras que tienen la misma raíz, lo cual te facilitará las cosas.


Te recomiendo leas sobre Hipnopedia (Aprendizaje a través del sueño) Te puede servir para facilitar el aprendizaje.


En las siguientes páginas he utilizado el traductor de Google. Te puede ser de utilidad.

 

Modelo de páginas en español e inglés (Editoriales 1 al 42 de la seción español e ingles)

 

Lee Leyes del Aprendizaje (Editoriales 211 y 212)


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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