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Editorial 718

 


Toma la vida con calma

 

Quedaron atrás los tiempos apacibles en que los seres humanos vivían al ritmo de la naturaleza. Hoy, la naturaleza sigue al ritmo de siempre, pero la vida humana se ha acelerado y las personas están condenadas a vivir con prisa y estrés.

Cuando el Principito llegó al planeta, saludó respetuosamente al farolero.
_ Buenos días. ¿Por qué apagas el farol?
_ Es la consigna.
_ Y ¿Qué es la consigna? preguntó el Principito
_ Apagar y encender el farol.
_ No lo comprendo, dijo el Principito.
_ No hay nada que comprender, dijo el farolero. La consigna es la consigna, y apagó el farol. Luego se secó el sudor con un pañuelo.
Mi trabajo es algo terrible; antes siquiera era razonable; apagaba el farol por la mañana y lo encendía por la noche. Podía descansar el resto del día y dormir durante la noche. _Y luego ¿Cambiaron la consigna?
_ Eso es lo grave, que la consigna no ha cambiado; el planeta gira cada vez más de prisa y la consigna sigue siendo la misma.
_ Y ¿Entonces? Dijo el Principito.
_Como el planeta da una vuelta completa cada minuto, yo no tengo un minuto de descanso. Debo encender y apagar el farol una vez por minuto.
_ Es divertido, los días sólo duran en tu tierra un minuto.
_ Esto no tiene nada de divertido, dijo el farolero. Hace ya un mes que tú y yo estamos hablando.
_ ¿Un mes?
_ Sí. Treinta minutos. Treinta días.
El Principito miró con cariño a este farolero que tan fielmente cumplía su consigna. Recordó las puestas del sol que en otros tiempos iba a buscar y quiso ayudarle.
_ Tu planeta es tan pequeño que puedes darle la vuelta en tres pasos; no tienes que hacer más que caminar muy lentamente para quedar siempre al sol y el día durará lo que tú quieras.
_ Con eso no adelanto gran cosa. Lo que a mí me gusta en la vida es dormir.
_ Eso no es una buena suerte, dijo el Principito.

 

Si viniera el Principito a la tierra nos diría lo mismo que al farolero. "No tienes que hacer más que caminar muy lentamente para quedar siempre al sol"

 

El problema es que la vida se acelera y la consigna sigue siendo la mima. Se multiplican los conocimientos, las necesidades, los compromisos, pero seguimos pensando igual. Como viajamos mentalmente en burro, la vida nos desborda.

 

La prisa y el estrés son respuestas neuróticas que no resuelven las cosas.
"No tienes que hacer más que caminar muy lentamente para quedar siempre al sol" Esto significa que, necesitamos tomar el control de nuestra vida mediante el desarrollo de la inteligencia cognitiva y de la inteligencia emocional. Las personas se mueven de una parte a otra en busca de soluciones. Cuando tengamos las soluciones dentro de nosotros, no necesitaremos movernos y no habrá prisa ni estrés.


Qué podemos hacer para superar la prisa y el estrés


Como hemos indicado, la prisa y el estrés son respuestas neuróticas debidas a conflictos internos no resueltos. Estos conflictos se plantean por el fracaso de la personas en su intento de adaptarse a la realidad y de lograr los éxitos que necesita todo ser humano.


Cuando las personas se sienten desbordadas por las exigencias de la vida, surge el miedo, la angustia y el pánico, y reaccionan de forma descontrolada. La prisa y el estrés son reacciones descontroladas que indican que hay problemas. Como es lógico, por este camino no hay solución.

 

Necesitamos tranquilizarnos y pensar qué estamos haciendo con nuestra vida. Necesitamos encontrar una forma inteligente y eficaz de hacer las cosas. No se trata de estudiar más o de trabajar más. Se trata de aprender a procesar las cosas con rapidez y precisión. se trata de utilizar nuestras capacidades de forma efectiva y productiva.

Para comenzar debemos entender que la sociedad está mentalmente enferma, que su forma de pensar y de hacer las cosas es mediocre.


Existen personas extraordinarias, que son las que echan adelante la sociedad, pero la masa social es mediocre. Por tanto, toma nota de cómo funcionan las personas exitosas, imita su ejemplo y aléjate de la mediocridad.

La única forma de poder tomar la vida con calma, consiste en funcionar por encima de las exigencias de la sociedad. La única forma de superar la prisa y el estrés consiste en funcionar mentalmente a mayor velocidad que la exigida por la sociedad. Se trata de aprender en una hora lo que otros aprenden en 2, 3, 4, ó 5 horas y de producir en una hora lo que otros producen en cinco horas. Se trata de velocidad mental, de capacidad procesadora, de eficacia.

 

Cómo incrementar la capacidad procesadora


A medida que funciones mejor, tendrás control sobre tu vida, podrás liberarte de la prisa y del estrés, podrás construir tu mundo a la medida de tus deseos y disfrutar de forma plena y apacible de esta vida maravillosa. La tarea no es fácil, pero es la única solución inteligente.


La vida es una menta a la que nunca llegamos de forma definitiva. Lo importante es saber que estamos en el camino correcto y llegar lo más lejos posible.

 

Lee el tema siguiente, Editorial 719, y encontrarás la solución para llevar una vida más tranquila.



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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