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Editorial 710

 

Así pasan las glorias de este mundo

 

"Sic transit gloria mundi"

Millones y millones de personas desfilan por la vida. Si tenemos en cuenta que en el mundo existen más de 7 mil millones de personas y suponiendo que el promedio de vida es de 60 años, cada año mueren unos 120.000.000 de personas, 320.000 personas cada día. Como los números son abstractos y significan muy poco, vamos a echar mano de la imaginación para comprender la magnitud de este hecho. Los que mueren cada año agarrados de la mano darían 5 veces la vuela a la tierra.

Es tan maravillosa la juventud y tantas las ilusiones, emociones y fantasías, y tantas las promesas de libertad y de felicidad que nos ofrece la vida, que vivimos cegados y obsesionados por lograr todas esas cosas que ofrece la sociedad como garantía de éxito, de placer, de juventud eterna y de felicidad.

Participamos en la carrera sin fin, por el logro de cosas y de honores, y, cuando venimos a ver, estamos al final de nuestra vida.

Sólo en la vejez es cuando las personas comprenden de verdad lo efímera y fugaz que es la vida. Es entonces cuando dejan de dar importancia a muchas cosas y comienzan a dar importancia a otras cosas que tuvieron abandonadas. Es la hora de la verdad, en donde no caben mentiras, ni engaños, ni excusas, ni justificaciones.

Lamentablemente, esta conciencia de la realidad suele llegar muy tarde, cuando se han acabado las oportunidades y cuando no hay tiempo para rectificar.

El problema más serio es que hemos invertido nuestro mejor capital humano en el logro de cosas y hemos descuidado nuestro desarrollo humano, afectivo, social, intelectual, moral y espiritual; en consecuencia, nos sentimos bastante solos y muy vacíos. Hemos priorizamos el tener sobre el ser y ahora nos toca pagar las consecuencias.

A lo largo de la historia, muchas personas sabias y virtuosas y muchos escritores y poetas nos han advertido de lo frágil y fugaz que es la vida, invitándonos a reflexionar y administrar bien el tiempo, pero resulta más agradable vivir como el hijo pródigo, apurando los placeres de la vida.

En realidad, hemos venido a vivir y a disfrutar; el asunto es que también hemos venido para cumplir una misión; por lo que no debemos olvidar nunca el desarrollo personal, porque, en definitiva, eso es lo único que somos y lo unico verdadero que llevamos con nosotros a donde quiera que vamos.

"Sic transit gloria mundi" (Así pasa la gloria de este mundo) Es una frase que se repite cada vez que alguien importante deja deja de existir.

En la Vida es Sueño, Calderón de la Barca, dice:
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
de estas cadenas cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son"
Fragmento de La Vida es Sueño , de Calderón de la Barca

Es importante vivir de forma consciente y entender desde niños que nuestra vida es muy corta y que hemos venido a este mundo para cumplir una misión importante que comienza por el desarrollo de sí mismo, por el logro de nuestros sueños, por ser útiles a la sociedad, por disfrutar de todas las cosas buenas que ofrece la vida, por ser felices y por ser la mejor persona que podamos ser. De esta forma no nos importará el "Sic transit gloria mundi"

Lo grave no es morir, lo grave es no saber vivir.