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Editorial 703

 


Qué imagen das - Cómo te ve la gente

 

Vivimos en una sociedad de competencia, en la cual, la imagen personal es fundamental. A ninguna persona se le juzga por lo que es o por lo que sabe, sino por lo que manifiesta.


Una persona que tiene un vocabulario de calidad y una voz clara, consistente, fluida, vibrante y agradable, expresa capacidad, poder y seguridad. Su voz es un estímulo constante para sí misma y para los demás. La gente respeta y admira a esta clase de personas.


El lenguaje y la expresión corporal son determinantes. La palabra es la expresión de toda la persona. Al hablar, expresamos, sin darnos cuenta, nuestras ideas y sentimientos; nuestras fortalezas y debilidades.


Además, todos necesitamos adquirir un trabajo o vender algo para obtener beneficios con los cuales "comprar cosas” para satisfacer nuestras necesidades; pero nadie puede conseguir un trabajo o vender algo, si no convence a través de su palabra.


La expresión corporal relajada incrementa la credibilidad del mensaje, mientras que una expresión inhibida, rígida o nerviosa, genera duda respecto del valor del mensaje y de la sinceridad de la persona.


Nuestro espíritu se expresa a través de todo el cuerpo, por medio de vibraciones, pero existen ciertas partes que son más expresivas, como la cara , los ojos y las manos. La cara expresa los estados de ánimo; paz, seguridad, felicidad, o bien, tensión, tristeza, temor. El rostro de cada persona es como un mapa, en el que está marcada la historia de su vida.


La gente inventa máscaras, para ocultar sus sentimientos y de esta forma se protege de la curiosidad de los demás. A las personas no les interesa si somos honestos o si llevamos máscaras hasta que nos implicamos en su vida. Entonces ponen a funcionar el sexto sentido (intuición) para detectar si existe coherencia entre la expresión verbal y la expresión corporal. Si existe coherencia, nos creerán.


La credibilidad es una condición indispensable para el éxito por muchas razones; pero nadie puede tener credibilidad si no es auténtico.


El contacto visual es el más poderoso. Quien es capaz de mirar de frente, en forma serena y humana, es porque no tiene nada que ocultar. Esta mirada irradia fuerza y poder. La primera impresión, con frecuencia, es determinante.


Existen técnicas y talleres de actuación que ayudan a mejorar la expresión corporal; pero lo más importante es cultivar la autoestima y tener una actitud positiva hacia las personas, porque las personas perciben la actitud que tenemos hacia ellas y así como sentimos y pensamos de ellas, así ellas sienten y piensan de nosotros. La vida es como un espejo. Nos devuelve el reflejo de lo que pensamos o hacemos.


Todo lo que sentimos o pensamos produce vibraciones (poder mental + ó -) que se irradia en todas direcciones y producen efecto comenzando por la persona que las produce. Las vibraciones llevan mensajes que son percibidos por las demás personas. Estos mensajes son percibidos básicamente a nivel subconsciente; pero hay algo que captan a nivel consciente, lo cual les permite sentir si existe coherencia o no, entre lo que dice la persona y lo que siente y piensa.

Cuando hablamos con alguien, sólo una pequeña parte de la información se realiza a través de las palabras. La comunicación es la habilidad más importante en la vida, así lo afirma Stephen Covey, autor del bestseller “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”


Por otra parte, Zig Ziglar, autor y orador famoso, muy conocido en el campo del liderazgo y de la motivación, cita investigaciones que demuestran que el 85% de nuestro éxito depende del lenguaje no verbal; es decir, gestos, apariencia, postura, mirada y expresión. De aquí la importancia de cuidar la imagen y de ser coherentes y honestos, con nosotros mismos y con los demás.
Muchas personas han desarrollado una habilidad increíble para embaucar a la gente; por lo cual, debemos ser honestos, pero no ingenuos.


Es muy importante la autoestima o concepto que tienes de ti mismo, pero también es importante el concepto que los demás tienen de ti. Y, sin renunciar a tus principios y valores, necesitas adaptarte a los intereses y necesidades de los demás, de lo contrario no comprarán tus ideas, ni tu trabajo. De aquí la importancia de pulir los defectos y de adquirir las cualidades intelectuales, afectivas, sociales, morales y espirituales que te conviertan en una persona respetada y admirada.


Cómo dar buena imagen


1. Sé tú mismo. Sé auténtico. Sé honesto. La gente es muy intuitiva y percibe la falsedad. La gente puede ser hipócrita, pero no tolera la mentira en los demás.


2. Mira a los ojos con respeto y con aprecio. Las personas reaccionan a los estímulos recibidos. Si te presentas con educación y respeto, te tratarán con educación y respeto.


3. Inspira confianza. La confianza es la base de toda relación exitosa.


4. Expresa seguridad, poder, éxito y felicidad, pues, la gente sólo apuesta a triunfador.


5. Vivimos en una sociedad de competencia y las personas están a la defensiva, por lo que, actúa de forma que no te perciban como un competidor peligroso.


6. Alaba lo positivo y evita la crítica, de forma que las personas se sientan bien en tu compañía.


7. Define tu posición con personalidad, pero respeta también la posición de los demás.


8. La baja autoestima, la timidez, los complejos y las actitudes defensivas deterioran la imagen personal y son causa de rechazo social.


Haz que te graben cuando participas en distintas actividades sociales y observa cómo actúas.


Cuida tu imagen física, intelectual, social, laboral, económica, moral y espiritual, porque la suma de todas estas imágenes constituye tu YO, tu verdadera imagen.



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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