Editoriales

Editorial 690



Falacias de las ideologías

 

 

Las ideologías son necesarias. El problema surge cuando se convierten en sistemas cerrados y exclusivos y cuando se utilizan para defender posiciones e intereses personales.

Una ideología es el conjunto de ideas sobre algún aspecto de la realidad ( económico , científico, político, social , cultural , religioso, moral, espiritual, etc. La ideología, además de un sistema de ideas supone una actitud y un plan de acción dirigido a conservar el sistema establecido (ideología conservadora) a transformar el sistema (ideología reformista) o a eliminar el sistema (ideología reaccionaria o revolucionaria)


Cada persona se identifica con la ideología que más se relaciona con su forma de pensar y de sentir. Al identificarse con una ideología adquiere un sentido de pertenencia a un grupo de personas que tienen su mismo pensamiento, que la aceptan y la comprenden. Cuanto mayor y más unido es el grupo, mayor es la posibilidad de sobrevivir y de lograr objetivos, a nivel personal y a nivel grupal. De modo que, la fuerza de cohesión que tienen las ideologías se basa en el sentido de pertenencia que proporcionan, en la seguridad que brindan a sus miembros y también en los intereses.


En teoría, todas las ideologías pretenden objetivos nobles y justos, por lo menos para sus adeptos. Sin embargo, existen ideologías diametralmente opuestas, cada cual con sus razones. Así de distintos y contradictorios somos los seres humanos.


Aunque las ideologías son básicamente sistemas de ideas, en el fondo, lo que mueve a las ideologías no son las ideas sino los sentimientos y los intereses.


Uno de los problemas de las ideologías es que se convierten en sistemas cerrados, rígidos y reactivos. En el fondo son un reflejo de las personas. Todos somos más cerrados, rígidos y reactivos de lo que creemos.


Cuando una persona se adhiere a una ideología, renuncia en cierta forma a las demás ideologías y a su capacidad crítica, puesto que la ideología se impone como algo absoluto e incuestionable. Quienes la cuestionan son mal vistos y rechazados, porque se convierten en una amenaza contra la seguridad que proporciona la ideología.


El día en que cayó el muro de Berlín, causó un trauma terrible a millones de comunistas, cuya vida se apoyaba en el pedestal del comunismo. Han pasado muchos años desde entonces y las personas aún no se han recuperado, debido a que, al identificarse con la ideología comunista, su estructura mental se hizo comunista, y al venirse abajo el comunismo, su estructura mental ha quedado en ruinas. Todos sabemos lo difícil que es reconstruir unas ruinas. De aquí la importancia de no quedar atrapado en ninguna ideología y de tener una mente flexible, capaz de adaptarse a nuevas situaciones.


Toda ideología va acompañada de espíritu proselitista. El objeto de toda ideología es exponer su visión e imponerla, de lo contrario carece de sentido.


Cuanto más crece una ideología, más posibilidades tiene de sobrevivir y de imponerse en la competencia de la vida, y con ella sus adeptos ganan en seguridad. Esto explica el proselitismo agresivo de ciertas ideologías sociales, políticas y religiosas de reciente creación que necesitan abrirse un espacio en la sociedad.


Es importante conocer la ideología de las personas para saber tratarlas con inteligencia y evitar caer en el juego de la discusión.


Las ideologías deberían regirse por el Adulto interno (El Adulto es el nivel lógico y racional de las personas que utilizan el diálogo como forma de entendimiento) Esto sólo es posible cuando las personas son maduras y abiertas a otras opiniones. Pero, desgraciadamente en las ideologías se impone el Padre interno que está programado para defender a ultranza los principios de la ideología, considerados como absolutos, indiscutibles y obligatorios. Por esta razón resulta tan difícil que se entiendan los partidos políticos, los países, las religiones,...


Estas realidades ponen de manifiesto las numerosas falacias de las ideologías.


Los seres humanos necesitamos creer en algo, asociarnos con las demás personas. Necesitamos tener una visión y una posición económica , científica, política, social , cultural , religiosa, moral y espiritual, pero no debemos ser fanáticos de nada, porque en esta vida nada es para siempre. Hemos visto caer personalidades, imperios, ídolos, religiones, sectas, teorías, etc.


Necesitamos una mente abierta a lo bueno de todas las personas, de todas las culturas, de todas las clases sociales, de todas las religiones. Necesitamos conservar incólume la capacidad crítica y el sentido común, y tener siempre presente que, a lo único que nos debemos es a la verdad, al bien y a nuestra propia conciencia.

Las ideologías pueden ser una trampa para el desarrollo y la libertad, debido a que encasillan la mente y reducen la capacidad crítica. Las ideologías, en su versión práctica, son autoritarias y verticales. Los adeptos no tienen derecho a voz ni a voto.


La ambición de poder hace que quienes gobiernan, manejen las cosas con miras a mantenerse en el poder y a impedir que surjan nuevos líderes. Esto lo vemos a nivel político, religioso, profesional. Así de egoístas y miserables somos los seres humanos.


Todo lo expuesto nos lleva a comprender que existen ideologías, que son necesarias para aglutinar a la sociedad, pero las ideologías no pueden convertirse en cáceles del pensamiento; por lo cual, elige bien tus ideas y elige bien las personas con las que te relacionas, pues ambas te modelan día a día, de forma lenta pero profunda. Las ideologías son el marco teórico de un sistema de pensamiento que condiciona la mente, y las personas son el marco vital que encarna la ideología y la pone en acción. Al final terminamos siendo un reflejo de nuestras ideas y de las personas con las cuales nos relacionamos.


Las ideologías tienen un tiempo de caducidad, debido a que al ser sistemas cerrados y rígidos, no evolucionan de forma adecuada y terminan colapsando; sin embargo, existen ideologías, como el catolicismo, que ha sobrevivido a crisis durante dos mil años. Lo mismo podemos decir de otras grandes religiones como el budismo, el judaísmo o el islamismo. Sin duda, han sobrevivido, porque de alguna forma se han renovado.


Todas las ideologías tienen muchas falacias. También las personas tienen muchas falacias, aprende a descubrirlas. Toma lo bueno de las ideologías y de las personas y construye tu propia visión de la vida, y mantente despierto y alerta, porque la sociedad tiene un poder sugestionador inmenso y manipula de forma muy sutil la mente de las personas.


Ten presente que es muy importante lo que piensas, pero es más importante tu actitud ante la vida y la forma en que actúas.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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