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Editorial 685

 


Qué tienes y qué te falta

 

 

Si preguntas a las personas sobre su vida, casi todas las personas comienzan a enumerar las cosas que tienen. Valoran su vida en base a cosas materiales. Son pocas las personas que tienen conciencia de lo afortunadas que son por el hecho de estar vivas y tener salud, de poder entender este tema.

Cuando les invitas a imaginar cómo sería su vida si perdieran la vista, si quedaran paralíticas y si tuvieran cáncer o sida, comienzan a ver las cosas desde otra perspectiva y se dan cuenta de lo que es verdaderamente importante.

Las personas que han perdido a sus padres, a un familiar cercano o a un amigo querido, sienten a fondo el puñal de la desgracia y toman conciencia de la dura realidad de la vida.


Las desgracias de los demás nos parecen escenas de película, ajenas a nuestra realidad, pero, cuando la desgracia llama a nuestra puerta, el corazón se pone chiquito, y comprendemos de golpe, lo maravillosa que es la vida, la salud, la familia, los amigos, la fe, y tantas otras cosas.


Vivimos tan absortos en el logro de riqueza, que nos olvidamos de vivir, y sólo recapacitamos cuando ocurren grandes desgracias, pero la dinámica de la vida nos arrastra con tanta fuerza, que al día siguiente olvidamos la lección de ayer. Somos seres impenitentes, condenados a repetir siempre los mismos errores y a no aprender de los golpes de la vida.


Por no saber reconocer las cosas maravillosas que tenemos (salud, libertad, creatividad, amistad, etc.) perdemos el tiempo en cosas superfluas que siempre nos dejan vacíos.


Las personas felices no tienen más que nosotros. No es cuestión de tener o no tener. Es cuestión del enfoque que tenemos de la vida. Había dos presos en una cárcel, al mirar por la ventana, uno de los presos miró hacia el suelo, vio el lodo y exclamó: "La vida es una porquería" El otro preso miró hacia el cielo y dijo: "Qué bella es la vida"


Tenemos todo lo necesario para triunfar y ser felices, pero, nos faltan fe, ilusiones, sueños, criterios, conformidad.


Desde niños nos enseñan a luchar por cosas. Cosas como el dinero, el poder, la seguridad,... y descuidamos el desarrollo de nosotros mismos, que es lo más importante, pues, solo a partir del desarrollo personal podemos lograr casi todo lo que nos propongamos. Como puedes ver, no se trata de tener cosas sino de ponerse a valer.


¿Qué tienen y qué les falta a esos pueblos atrasados de áfrica?


Analizada la situación desde nuestra visión "progresista" no tienen nada y les falta de todo. Lo cual es cierto desde el punto de vista material, pero no lo es, si vemos las cosas desde el punto de vista humano.


Los voluntarios de ONGs destinados a áfrica, comentan que van para ayudar y enseñar, y regresan con la sensación de que son ellos quienes han recibido una lección de vida. Han visto cómo las personas se conforman con poco, comparten con generosidad lo poco que tienen y son felices. Algo incomprensible para nuestra mentalidad materialista, en la que: "Tanto tienes, tanto vales"


Imagina que la vida quiere recuperar todo lo que te ha obsequiado gratuitamente, y te pide que le devuelvas, uno a uno, los dones que has recibido. La lista de entrega sería interminable, y podría ser ésta:


El cerebro y con él la inteligencia, la memoria, la conciencia, los recuerdos, la vista, el oído, el habla, los distintos órganos (corazón, pulmones, hígado,...) la movilidad, etc.


¿Cuánto darías por recuperar cada uno de estos órganos para volver a vivir, sentir, amar, ver, caminar, hablar, etc.?


De hoy en adelante, cuida tu cuerpo y mímalo. Cuida tu cerebro y no dejes que lo dañen ni contaminen la mentira, la envidia, el odio, la angustia, el temor o el estrés. Cuida tu inteligencia que te ayuda a discernir entre la verdad y la mentira. Cuida tu conciencia que te ayuda a diferenciar entre el bien y el mal. Cuida tu corazón que trabaja sin descanso bombeando la sangre.


Si cada día valoraras lo que tienes, serías la persona más feliz del mundo.


¿De qué te serviría tener todas esas cosas que ambiciona la gente, si tuvieras dañado el cerebro, si tuvieras una enfermedad terminal o una enfermedad mental?


Es posible que te falten algunas cosas para mejorar tu calidad de vida, pero eso es insignificante, si lo comparas con lo que tienes. No podemos tener todo, lo importante es tener lo importante. Ante esto, lo demás es superfluo e innecesario.


No llenes su vida de cosas ni su mente de necesidades; porque serás esclavo de las cosas y tendrás dificultad para valorarte como persona.


No es fácil pensar de esta forma, porque tenemos un cerebro un cerebro mal programado. Si nuestro cerebro funcionara bien, hace tiempo que habría entendido lo que hemos expuesto; pero nunca es tarde para aprender a pensar bien y comprender el tesoro que llevamos dentro de nosotros y lo mucho que valemos, y lo felices que somos por el hecho de vivir, de lo cual sólo nos daremos cuenta el día en que tengamos que despedirnos de esta vida y perder de golpe todo lo que amamos.


Los seres humanos tienen mucho por dentro, pero lo ignoran. A medida que las personas se vuelven generosas y comienzan a compartir con los demás, se sorprenden de su riqueza interior. No se trata de dar riqueza material, se trata de dar amor, comprensión, apoyo, respeto. "Poco das si das de lo que tienes, mucho das cuando das de ti mismo "Khalil Gibrán


"Era una persona tan pobre, tan pobre, que sólo tenía dinero"



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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