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Editorial 681

 

Amigos que vienen y amigos que se van

 

 

La vida es pasar
como pasan las nubes y el tiempo,
como corren los ríos en busca del mar.

Amigos que llegan de todas las partes,
amigos que luego se van.
La vida es camino, la vida es pasar.
Nada queda, todo fluye en eterno caminar.
Sólo quedan los recuerdos que se graban en el alma.
Sólo quedan los amigos que no puedes olvidar.

Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Lo más seguro es que no sea cierto, pero lo que sí es cierto es que los recuerdos del pasado son más íntimos.

Es bueno regresar al pasado, recorrer de nuevo el camino de nuestra propia historia y anotar los hechos más sobresalientes. Se trata de reconstruir nuestra historia en positivo, dejando de lado los malos recuerdos.

Es bueno visualizar y recordar a todas las personas que se relacionaron con nosotros y que de algún modo forman parte de nuestra vida. Anota sus nombres porque su recuerdo te transmite energía positiva.

Con todos estos recuerdos construye la película mental de tu vida y échala a rodar de vez en cuando. Regresa al pasado para recuperar a tus amigos de siempre y fortalecer la amistad que un día te unió a ellos. Los amigos no mueren ni se van, pero puede matarlos el olvido.

Vivimos en un mundo lanzado hacia el futuro que va dejando tras de sí el olvido y la nada. Recuerda, somos nuestro pasado. El presente es un instante y el futuro no existe aún.

Siempre llegarán amigos a tu vida, personas que llegan a ti de todas partes, personas con las que te encuentras en la calle, en la oficina o en el ascensor. Son amigos que te envía la vida para que te relaciones bien con ellos y te cargues de su energía positiva, la necesitas para crecer. En ti está hacer amigos y no enemigos.

La gente es básicamente buena y sociable y necesita hacer amigos, tanto como tú, pero los temores y las actitudes defensivas hacen difícil la amistad. Por esta razón, perdemos la amistad de muchas personas buenas que llegan a nosotros de todas partes. Necesitamos ampliar el concepto cerrado y posesivo que tenemos de la amistad y abrir nuestra mente y nuestro corazón a todas las personas de buena voluntad. Podemos tener amigos especiales, pero debemos tener la puerta abierta a todas las personas de buena voluntad.

La siguiente canción de Roberto Carlos es más elocuente que mis palabras.

 

Yo solo quiero mirar los campos
yo solo quiero cantar mi canto
pero no quiero cantar solito
yo quiero un coro de pajaritos
quiero llevar este canto amigo
a quien lo pudiera necesitar
yo quiero tener un millón de amigos
y así más fuerte poder cantar.

Yo quiero crear la paz del futuro
quiero a mi hijo pisando firme
cantando alto, corriendo libre
verlo llorar pero de contento
quiero llevar este canto amigo
a quien lo pudiera necesitar
yo quiero tener un millón de amigos
y así más fuerte poder cantar

Yo quiero amor siempre en esta vida
sentir calor de una mano amiga
quiero tener un hogar sin muro
quiero a mi hermano sonrisa al viento
quiero llevar este canto amigo
a quien lo pudiera necesitar
yo quiero tener un millón de amigos
y así mas fuerte poder cantar.