Editoriales

Editorial 680

 


Los detalles hacen la diferencia

 


Vivimos fascinados por los éxitos de los grandes triunfadores (cantantes, artistas, científicos, empresarios,...) ellos lograron su éxito y tú debes lograr el tuyo. El problema estriba en que queremos llegar a la meta sin recorrer el camino de esfuerzo y dedicación que precede a todo éxito.


Son muchas las personas que viven frustradas porque sus logros no satisfacen sus expectativas. Sin duda tienen expectativas equivocada.


Si te colocas al lado de una casita de juguete, te verás como un gigante, pero si te colocas a los pies del Everest, te verás como un enano insignificante. En ambos casos eres la misma persona, pero las cosas cambian, según con quién te compares.


Si te comparas con la casita, te volverás soberbio y necio, y si te comparas con el Everest, te sentirás acomplejado. Se trata de un error de perspectiva que te impide valorarte por ti mismo. A partir de este error de percepción serás un desadaptado y un frustrado.


Hay detalles, pequeños en apariencia, pero grandes en las consecuencias. Así, un simple fósforo es un fuego mínimo que podemos apagar con un pequeño soplo, pero puede incendiar un bosque o una ciudad, si nos descuidamos.


Una fuga pequeña de gas es un detalle, pero si se acumula el gas, puede causar una explosión de proporciones gigantescas.


Un pequeño hueco en el casco de un transatlántico es sólo un pequeño detalle, pero ese pequeño detalle terminará hundiendo el barco.


Una pequeña distracción en el manejo puede causar un accidente o hacer que elijamos la ruta equivocada.


Un clavo no significa nada, pero puede ser la causa de que se pierda una batalla o una guerra. En la Guerra de Secesión de los Estados Unidos. Los ejércitos del Norte y del Sur se encontraban frente a frente, esperando el momento de atacar. Como existía un ambiente de tregua, el general del ejército del Sur se ausentó por un instante. Al percatarse el ejército del Norte de la ausencia del general, inició el ataque. Un soldado corrió para informar al general. El general montó en su caballo y corrió a galope para llegar a tiempo y dar las órdenes pertinentes, pero el caballo comenzó a reducir el paso porque le molestaba una herradura. Se había salido un clavo y la herradura se aflojó, lo que le impedía pisar con firmeza. El caso es que, al salirse el clavo, se aflojó la herradura, el caballo redujo la marcha, el general llegó tarde, no dio las órdenes a tiempo y perdió la batalla. Es increíble la cantidad de desastres que se pueden desencadenar a partir de un detalle negativo. Así como la cantidad de cosas buenas que se pueden desencadenar a partir de un detalle positivo.

El diccionario define el concepto detalle como cosa de poca importancia. Después de lo dicho, tal vez debamos presta más atención a muchas cosas que consideramos pequeños "detalles" pero, cuyas consecuencias son trascendentales.


La vida está hecha de pequeños detalles que sumados hacen la diferencia. El universo está hecho de átomos; el saber, de ideas y de experiencias acumuladas; la edad que tenemos está hecha de pequeños momentos. etc. etc.


Si estás esperando el momento oportuno para hacer grandes obras, no harás nada, porque nadie puede hacer grandes obras en un momento. Todo lo que logramos es el resultado de pequeños detalles que se van sumando, casi de forma imperceptible.


Las personas llegan a ser inteligentes, si aprenden poco a poco, a través de pequeñas experiencias; la cantidad y la calidad de las experiencias determinará el nivel de la inteligencia. Se trata de pequeños detalles acumulados, como leer algo todos los días, observar con atención, reflexionar, aprender de nuestros éxitos y de nuestros fracasos, aprender de lo que ocurre a los demás, etc. Se trata de aprender a leer en el libro de la vida.


Las personas fracasan porque descuidan "pequeños detalles", no se capacitan, no se renuevan, no planifican, no reflexionan sobre las causas de sus fracasos, no administran bien el tiempo, etc.


A través de pequeños detalles, de pequeñas acciones, desarrollamos hábitos que determinan nuestra forma de actuar, nuestra actitud ante las cosas, y la actitud que tenemos ante las cosas determina la forma en que nos va en la vida.


Las personas viven muy distraídas, atentas a infinidad de estímulos que les llegan de fuera, los cuales tienen poco que ver sus necesidades reales. El hecho de vivir de forma distraída hace que no prestemos atención a numerosos detalles que son importantes para el propio desarrollo, para una buena comunicación y para lograr éxitos.


Lo expuesto es un motivo para que elabores una lista de detalles que pueden hacer la diferencia en tu vida.


Detalles Económicos
¿Sabes cómo producir, administrar e invertir de forma eficaz? Idea un plan de acción.


Detalles Intelectuales
¿Tienes suficiente información, conocimientos, sabiduría, cultura,...? Idea un plan.


Detalles Afectivos
¿Sabes cómo manejar tus emociones y tus frustraciones? Idea un plan de acción.


Detalles Laborales
¿Te consideras una persona realizada a nivel profesional? Idea un plan de acción.


Detalles Sociales
¿Eres una persona proactiva, educada, simpática, respetada, querida? Idea un plan.


Detalles Morales
¿Eres una persona buena, honesta, confiable, responsable,...? Idea un plan de acción.


Detalles Espirituales
¿Tienes creencias firmes y estás consciente de tu misión en la vida? Idea un plan.


Las empresas exitosas cuidan mucho los detalles para que todo en la empresa funcione de forma sincronizada. Cuidan la imagen, se esmeran en el trato a los clientes, etc. etc.


La gente observa e intuye a través de los detalles la calidad de las personas. Un saludo, una sonrisa franca, un respeto, un gracias o un disculpe, son detalles pequeños que valora la gente. Lo importante de estos detalles es que generan mucha energía positiva para quien los produce y para quienes los reciben.


Por falta de pequeños detalles como estos, la gente vive a la defensiva.


Cuida tus pensamientos, cuida tus palabras y cuida tus acciones porque una vez que salen de ti no tienes control sobre ellos.


Los detalles son propios de personas superadas con buena inteligencia emocional.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus