Editoriales

Editorial 669

 


Cuánto malgastas inútilmente

 


Los seres humanos malgastamos tiempo, dinero, salud y amor, pero, como lo malgastamos en pequeñas dosis no percibimos la magnitud del despilfarro hasta que tomamos papel y lápiz.


Sólo cuando comprendamos la forma tonta en que derrochamos las oportunidades que nos brinda la vida, comenzaremos a administrar mejor nuestra existencia.


Las personas no tenemos conciencia del valor de las cosas hasta que las perdemos. Nadie valora la salud hasta el día en que ve de frente la muerte. Nadie valora tanto la libertad como quienes la han perdido, y nadie valora tanto la paz como quienes sufren los horrores de la guerra.


Es importante que, quienes tenemos una buena calidad de vida, comencemos a cuidarla, a pensar que todo puede cambiar y que después de las vacas gordas llegan las vascas flacas. Todos sabemos lo caprichosa que es la fortuna y lo frágil que es la vida, pero pensamos que eso sólo les ocurre a los demás.

Por esta razón:

 

Malgastamos el tiempo.


"El dinero va y viene y el tiempo sólo se va"

La vida es un tiempo corto que se nos da para convertir nuestros sueños en realidad, pero lo derrochamos porque no tenemos conciencia de su valor. Es tan valioso que ni siquiera con todos los millones del mundo podemos comprar un segundo más de vida.


Necesitamos aprender el arte de vivir. Se trata de vivir con esa plenitud y libertad interior que alcanzan ciertas personas.


Malgastamos el dinero.

Las necesidades básicas del ser humano son pocas: Seguridad, autoestima, éxito, autorrealización. Cuando las personas tienen satisfechas estas necesidades son felices y están protegidas contra el consumismo impuesto por la sociedad; pero, cuando las personas no tienen satisfechas estas necesidades, se sienten vacías y necesitan compensar esa sensación de vacío con infinidad de cosas superfluas.


Las personas que trabajan en ONGs experimentan la vida mísera de gente que no tiene nada de nada, y, sin embargo, son personas buenas, amables y felices. Esta experiencia profunda cambia radicalmente su visión de la vida. Comprenden que la verdadera pobreza del mundo es espiritual y abunda en los países más desarrollados. Malgastamos el dinero cuando lo utilizamos en cosas superfluas en vez de invertirlo en salud, en inteligencia, en desarrollo personal y en calidad de vida.

 

Malgastamos la salud física.

El cuerpo es el vehículo en el que viajamos durante toda la vida. Es muy noble, lucha constantemente por sobrevivir para garantizarnos la vida y aguanta hasta lo indecible todo tipo de abusos. él nos brinda toda la energía que necesitamos y nos regala la experiencia de sentirnos vivos. Sin él no existiríamos. De su buen estado de salud depende parte de nuestra felicidad.

 

Deberíamos amarlo, respetarlo y tratarlo con mimo. Somos unos desagradecidos. Nadie valora ni agradece al corazón, a los pulmones, al cerebro, ni a los ojos, ni a los pies. Cuida tu cuerpo, es tu compañero inseparable de camino.


Dañamos la salud mental.


El ser humano es cuerpo, pero, sobre todo, es mente.
La mente es considerada como el punto de convergencia de los impulsos y energías de todos los niveles de la personalidad. Es la reguladora de la energía psíquica y rectora de la conducta. De aquí la importancia de llenar la mente con información valiosa, adquirir valores y criterios correctos que iluminen el camino hacia el éxito verdadero, y de aquí la importancia de capacitarse para ser eficaz en la acción, pues, en definitiva, todo lo que deseamos lograr debe salir de nuestra mente.


Sin embargo, somos tan inconscientes e irresponsables que alimentamos nuestra mente con desechos tóxicos. Por eso nos va como nos va.


La sociedad sufre de muchas enfermedades mentales (ignorancia, angustia, estrés, frustración, agresividad) Estas enfermedades son contagiosas.


Nuestra verdadera realidad se reduce a la conciencia que tenemos de nosotros mismos; por eso es tan importante la salud mental, para que la experiencia de nuestra vida sea de éxito y felicidad y no de fracaso y frustración.


Al final, nuestra vida se resume en: éxito y felicidad o fracaso y frustración.

Muchas personas, aparentemente buenas y capaces, logran poco éxitos. Es posible que tengan algún contenido mental que les impide triunfara nivel inconsciente (ideas, creencias, sentimientos...) Las ideas claras y los buenos sentimientos es la mejor forma de de liberarse de contenidos negativos y de proteger la mente


Malgastamos el amor.


Los seres humanos hemos nacido para amar. Hasta los animales aman a sus crías y las defienden hasta con su vida. El amor es la fuerza que mueve el mundo. El odio también mueve el mundo, pero es hacia el fracaso.


Las personas producen amor y odio. Son reacciones que surgen de forma natural ante los estímulos que recibimos, pero somos libres e inteligentes, por lo cual podemos controlar nuestras reacciones. No somos responsables de los estímulos recibidos, pero sí de la forma en que reaccionamos. Necesitamos comprender, amar y perdonar si queremos sobrevivir, lo cual no significa tolerar injusticias.


El amor es mucho más que una emoción o un sentimiento tierno, el amor es la expresión profunda de toda la persona. Por esta razón, malgastamos el amor cuando no tenemos ideas o proyectos que nos motiven a dar lo mejor de nosotros, cuando somos perezosos y mediocres, cuando actuamos de forma egoísta, cuando nos dejamos llevar por la pereza y la comodidad, cuando no ayudamos pudiendo hacerlo, cuando negamos a los demás nuestro saludo o nuestro respeto, cuando nos dejamos llevar por la envidia, la rabia o el odio, cuando descuidamos el propio desarrollo, la familia y los amigos; es decir, siempre que actuamos mal, malgastamos nuestro amor.


Somos ricos en posibilidades, pero pobres en la realidad.


Somos mendigos que vivimos pidiendo limosna cuando estamos sentados sobre una mina de oro. Nuestro mayor error es que buscamos fuera de nosotros lo que debemos encontrar en nuestro interior.


El éxito, la libertad y la felicidad no existen en ninguna parte del mundo, sólo existe en el corazón de cada persona. Nadie nos puede dar el éxito, la libertad ni la felicidad, porque son una conquista personal. Para lograrlo sólo tenemos que poner a funcionar la inteligencia, la conciencia, el esfuerzo y la responsabilidad.


Cómo cambiar las cosas
Saca tus propias conclusiones y ponte en acción.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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