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Editorial 659

 


No puedes huir de ti mismo

 

Las personas trata de huir de la angustia, de los temores y del vacío existencial, pero su intento es vano, porque esos sentimientos forman parte de su persona y nadie puede huir de sí mismo.


Los seres humanos estamos atrapados en nuestro ser, por lo que, donde quiera que vayas siempre estarás en el mismo lugar, porque tu lugar eres tú mismo. No puedes huir de tu conciencia, de tu realidad interna, de lo que has hecho de ti, porque formas parte de ello y ello forma parte de ti.


“Hay una historia sobre un monje que vivía en el desierto y al que las tentaciones atormentaron de tal modo que ya no pudo soportarlo. Así que decidió abandonar el cenobio y marcharse a otra parte. Cuando estaba calzándose las sandalias para llevar a efecto su decisión, vio, cerca de donde él estaba, a otro monje que también estaba poniéndose las sandalias.

_ ¿Quién eres tú, preguntó al desconocido?
_ Soy tu yo, fue la respuesta. “ Si es por mi causa por lo que vas a abandonar este lugar, debo hacerte saber que, vayas a donde vayas, yo iré contigo.” A. de Mello


La conciencia es ese lugar íntimo y profundo en el que la persona se encuentra sola frente al destino. En ese lugar nadie puede entrar para ayudarla.


La verdadera batalla de la vida es personal. Los demás pueden darnos ideas, afecto y compañía, pero, al final, el problema existencial es personal.


El éxito o el fracaso, la tristeza o la felicidad, son personales. El que es feliz, es feliz, aunque el mundo esté patas arriba, y el que es infeliz, es infeliz, aunque el mundo esté de fiesta, y nadie puede darle la felicidad, porque sólo crece en el interior de cada persona.


Existen muchos factores externos que pueden ayudarnos o perjudicarnos, pero lo esencial de la vida no depende de factores externos sino de nuestra actitud, de nuestra conciencia y de la habilidad que tengamos para manejar nuestra vida de forma inteligente.


La gente sufre mucho por diversas razones. Basta con encender el televisor para darse cuenta de la tragedia en que vive la sociedad. Como es lógico, las personas tratan de huir por instinto. Existe un principio elemental de psicología según el cual, los seres vivos tiende a buscar lo que les proporciona seguridad y placer y huyen de todo lo que les causa angustia y dolor. Pero, a veces, el instinto de huída no es la mejor solución, porque, si no enfrentamos las cosas, estaremos condenados a huir por el resto de nuestra vida.


Muchas personas viven huyendo de sus temores, de sus fracasos, pero sienten que sus enemigos les pisan los talones, de modo que, la angustia y el temor se apoderan de su vida.


En vista de que no podemos huir de nuestros temores, angustias, culpas y fracasos, lo mejor que podemos hacer es enfrentarlos. Tal vez hemos estado huyendo durante toda la vida de una sombra o de un fantasma, y cuando enfrentamos las cosas, descubrimos que no son tan terribles como las imaginábamos y comprobamos también que tenemos más capacidad de la que creíamos, y que existen soluciones mejores que huir.


Ahora bien, no se trata de enfrentar las cosas si no existe la posibilidad de ganar. Para ganar necesitamos utilizar ciertas estrategias. La estrategia es un concepto de origen militar. “Es el arte de proyectar y dirigir las acciones militares”. Esta palabra comenzó a utilizarse a partir del siglo XVIII pero su práctica se pierde en el tiempo.


En la actualidad, la estrategia es un elemento indispensable en todo proyecto político, económico, social y de desarrollo. Sin una buena estrategia no hay posibilidad de éxito.

El objetivo de la estrategia se alcanza en etapas. La lentitud hace que todo se haga pesado, que la energía se diluya y se pierda la eficacia; por lo cual, la acción debe ir directamente a lo fundamental y los hechos deben sucederse de forma fluida pero, sin precipitación. Nadie está obligado a hacer lo que no puede, pero todas las personas pueden avanzar de forma progresiva hacia la meta.


En la actualidad, la huída se ha convertido en estampida general. La gente vive en un agite constante, buscando soluciones a su vida en todas partes, menos en el lugar correcto, que es dentro de sí. Esta situación es el resultado de una mala planificación de la vida personal y de la vida social, de cuyo absurdo no nos damos cuenta, porque formamos parte del absurdo; pero quienes están fuera del absurdo sí perciben la incongruencia de la vida actual.


Aprender a dejar de huir es el principio de la solución, luego hay que aprender a encontrar las soluciones dentro de sí. Se logra a través del desarrollo de la inteligencia, de la conciencia y de los valores.


"Cuando el viaje es una huida de uno mismo
no llegará nunca a su fin" Tch'e-Song-Tseu.

"No hallarás otra tierra ni otro mar.
La ciudad irá en ti siempre,
volverás a las mismas calles
y en los mismos suburbios llegará tu vejez,
pues, la ciudad siempre es la misma.
Otra ciudad no busques,
porque no existen caminos ni barcos para ti.
La vida que aquí perdiste
la has perdido en toda la tierra" Konstantin Kavafis


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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