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Editorial 655

 


Cómo cambiar nuestra forma de pensar y de vivir

 

Nuestra vida está determinada por programaciones mentales (ideas, sentimientos y experiencias) que hemos acumulado a lo largo de los años y ahora mandan en nuestra vida. Los seres humanos somos herederos de una larga historia bastante traumática que se transmite de generación en generación, de forma consciente e inconsciente. Los problemas actuales que afligen a las personas y a la sociedad, surgen hoy, pero vienen de muy lejos.


La única forma de liberarnos de este lastre mental, consiste en cambiar la forma de percibir las cosas, de pensar y de actuar. Para ello necesitamos aprender a visualizar las cosas en positivo. La visualización es una actividad mental que realizamos constantemente.

La visualización es también una técnica de sugestión por medio de la imagen. Consiste en crear imágenes atractivas, agradables y sugestivas. Estas imágenes se van grabando inconscientemente hasta que adquieren un poder decisivo sobre la mente. Todas las propagandas visuales utilizan el poder sugestivo de la imagen. Se trata de focalizar toda la energía mental en una imagen.


Todo lo que pensamos o hacemos va precedido de la visualización. Cuando pensamos en una persona, la visualizamos. A la hora de regresar a casa, visualizamos el camino a seguir. Lo hacemos de forma inconsciente, pero también podemos visualizar un futuro exitoso y crearlo de forma consciente, se trata de una visualización creativa; pero no basta con visualizar, es necesario acompañar las visualizaciones con mensajes verbales positivos y con sentimientos positivos llenos de fe y con la convicción de que es posible lograr lo que nos proponemos. Al principio podemos dudar de estos mensajes, porque en el fondo dudamos de nosotros, pero con la repetición adquieren poder y nos transmiten ese poder. Además es necesaria una superación real en autoestima, conocimientos, habildiades, etc.


Es importante comenzar a trabajar en la dirección de lo que queremos lograr, haciendo bien cosas sencillas que están al alcance de todos y permiten lograr pequeños éxitos, que se van acumulando y adquieren un poder increíble.


Es necesario creer, ser paciente y perseverar sin rendirse. Lo importante es saber que avanzamos en la dirección correcta y que cada esfuerzo es un paso hacia la meta. Este cambio tiene un proceso que puede ser más o menos largo. Muchas personas, víctimas de la inmediatez y de la prisa y ansiosas de éxitos rápidos, pierden la paciencia.


Es más importante la dirección que la velocidad. Comienza por hacer cosas simples y realiza pequeños cambios en muchos aspectos de tu vida (leer algo que te ayude a crecer en autoestima, desarrollar mayor liderazgo, aprender a dialogar, tratar mejor a las personas, centrarte más en lo que haces, planificar mejor las cosas, etc.) Es fundamentela trabajar sobre un plan concreto y establecer ciertas rutinas.


De forma progresiva tu mente se irá organizando, surgirá la inteligencia cognitiva y emocional e irás diseñando en tu mente ese mundo que sueñas, el cual, de forma progresiva irá tomando forma y se irá convirtiendo en realidad; porque, al cambiar por dentro también irán cambiando las cosas por fuera, pues, lo que nos ocurre en la vida es el reflejo de lo que visualizamos en nuestra mente, de lo que pensamos, de lo que sentimos y de lo que creemos.


Se trata de un proceso mental básicamente subconsciente. Nuestra mente es como un iceberg del cual sólo vemos 1/8 parte, el resto pasa desapercibido, pero en ese subconsciente desconocido están los contenidos mentales que determinan la dirección de nuestra vida. Ahora bien, si aprendemos a manejar nuestros poderes mentales a través de la visualización y de otras técnicas como la cognición, la autosugestión, etc. podemos tener control sobre nuestra vida y alcanzar objetivos importantes.


Conclusiones
1. Somos libres e inteligentes, lo cual nos permite controlar nuestra mente y programarla para el éxito y la felicidad.


2. Esta tarea no es fácil porque nuestras ideas y actitudes negativas son el principal obstáculo, pero es posible, si aprendemos a visualizar y a pensar en positivo.


3. No te preocupes por lo que pasa en el mundo. El mundo siempre ha sido así y tú no tienes control sobre él. Lo que importa es lo que pasa en tu mente, sobre la cuál sí puedes tener control. Si cambias tú, el mundo cambiará para ti.


4. Elabora un proyecto de vida sencillo y por escrito, y establece los objetivos a lograr, a corto, mediano y largo plazo. Luego céntrate en ellos y evita distraerte con tantas cosas inútiles que ofrece la sociedad.


5. Haz una lista, por escrito, de cosas simples que debes hacer todos los días y sé consecuente, porque en ello te va el éxito. Si vives distraído no podrás lograr metas importantes.


6. Despierta en ti el espíritu de superación, libérate de la pereza, adquiere disciplina y huye de la mediocridad. Son condiciones básicas para que puedas cambiar y alcanzar tus sueños.


7. Evita la prisa, la angustia y el deseo de éxitos fáciles e inmediatos. Dedícate al desarrollo de ti mismo, pues, sólo a través de un cambio sustancial en tu persona crearás las condiciones para que el éxito deseado venga a ti.


8. Con frecuencia las cosas se ponen difíciles o imposibles. Son pruebas que aparecen en el camino. Los débiles claudican, pero los triunfadores no se rinden. Esta es la diferencia.


9. Cada persona es producto de sí misma y produce resultados de acuerdo a la clase de persona que es, de modo que, si no estás satisfecho con tu forma de ser o con tus logros, necesitas rectificar.


10. El que triunfa es porque decide triunfar y el que fracasa es porque decide fracasar. Sin duda, nadie decide fracasar conscientemente, pero muchas personas en su fuero interno aceptan el fracaso en vez de rebelarse y tomar el camino del éxito. En el fondo, desconocemos las razones profundas por las que unos triunfan y otros fracasan; sin embargo, basados en el conocimiento que tenemos de la mente humana, podemos afirmar que se debe a programaciones recibidas a través de la educación, a la actitud personal y al uso que hacemos del libro albedrío; por tanto, no se trata de suerte o destino. El hombre nace inteligente y libre, luego, unos toman el camino del éxito y otros el camino del fracaso.

"Mi nombre es Matt Stutzman. Soy el arquero sin brazos. Nací sin brazos, pero fui bendecido con unos padres increíbles y con una increíble paciencia también. Ellos me enseñaron hace mucho tiempo que "imposible" es sólo un estado mental. Explica Jean Stutzman refiriéndose a sus padres adoptivos, porque sus padres biológicos decidieron darle en adopción cuando tan sólo tenía 4 meses.

 



Es una lección que me ha servido mucho en mi vida y que mi mujer y yo tratamos de transmitir a nuestros hijos. Así se presenta este americano, que hace un par de días fue el mejor de su serie de tiro con arco, por delante de otros 28 lanzadores. Sujeta la flecha con los dedos de los pies y utiliza los dientes para tensar la cuerda.


Su sueño es convertirse en "el mejor arquero del mundo" Puede parecer imposible, pero, cuando hay voluntad, hay un camino. Yo nací sin brazos, pero no sin voluntad"


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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