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Editorial 645

 


Mentes activas y mentes pasivas

 

Todos los cuerpos humanos funcionan de forma similar porque dependen del sistema nervioso autónomo, el cual obedece a programaciones genéticas propias de la especie, pero la mente depende de programaciones adquiridas a través de la educación y del uso del libre albedrío. Por esta razón cada mente es un mundo.


Las personas pueden ser activas o no-activas. A medida que las personas se desarrollan, mejora la base biopsíquica del carácter y de la personalidad. En cada célula de nuestro organismo está grabada la orden de sobrevivir y crecer. Las plantas crecen por ley natural pero si las regamos y abonamos y si las podamos y eliminamos las plagas, crecerán más y serán más sanas; lo mismo ocurre con los animales y con los seres humanos.


Para crecer desde el punto de vista humano no es suficiente con la ley natural. La ley natural nos impulsa a crecer como animales pero no como personas. Un niño abandonado a su suerte y sin contacto con la sociedad termina por convertirse en "animal", así lo demuestra el caso de los niños lobos encontrados en la India, así llamados porque se perdieron en el bosque cuando eran muy niños y lograron sobrevivir dentro de una manada de lobos que los aceptó. Un niño lobo fue rescatado cuando tenía doce años. Su comportamiento era totalmente salvaje. En convivencia con los lobos adquirió sus costumbres y se impusieron los instintos sobre su incipiente conciencia de niño. No pudo aprender el lenguaje ni adquirir conductas humanas. Si un ser humano no adquiere conductas humanas a tiempo, después ya es tarde.


La tendencia natural del ser humano es el placer y el libertinaje, por lo cual, necesita de una disciplina que le ayude a controlar los instintos y de una orientación que le indique hacia dónde caminar y de estímulos que le impulsen a la acción.


De poco sirve el potencial genético, biológico, psicológico e intelectual si no es estimulado y orientado correctamente hacia objetivos valiosos. Todos somos genios potenciales, gracias al alto desarrollo genético que hemos desarrollado como especie, pero, en la práctica, la mayoría de la humanidad es ignorante debido a falta de estímulos y de orientación.


Es necesario trabajar porque hay que sobrevivir, pero también es fundamental dedicar tiempo a leer, pensar, planificar y buscar formas más inteligentes de resolver las cosas, de lo contrario nunca saldremos de la ignorancia y de la pobreza. Las personas sólo pueden salir de la ignorancia y de la pobreza a través del desarrollo de la inteligencia y de la conciencia.


Las personas activas tienten una fuerza interna que les impulsa a actuar. Necesitan estar ocupadas constantemente. Las personas no-activas tienden a ser perezosas; necesitan hacer un esfuerzo inmenso para cumplir con sus deberes.


Las razones por las que unas personas son activas y otras no, son muchas:


1. La salud y la energía. Una persona con salud y energía necesita actuar. Así vemos como los niños sanos juegan durante todo el día, son inquietos y creativos; mientras que, los niños con poca salud y poca energía tienden a ser apáticos.


2. La motivación. El cerebro sólo se activa cuando existe una motivación importante. Por eso es tan importante tener intereses, proyectos, metas, retos, ideales e ilusiones. Cuando el cerebro se plantea un reto no descansa hasta lograrlo.


Si observas a las personas activas, verás que están comprometidas con lo que hacen, disfrutan, son eficaces y obtienen logros importantes.


No hay que confundir el nerviosismo o la hiperactividad con la disposición natural a la actividad. La disposición a actuar es un impulso permanente a hacer, a pensar y a crear, mientras que las conductas nerviosas y la hiperactividad son producidas por tensión interna y desaparecen cuando baja la tensión. La hiperactividad suele ser poco productiva porque se trata de una acción desorganizada.


Hay personas poco activas desde el punto de vista físico, pero muy activas mentalmente. Son personas que han recibido una educación intelectual y se dedican a profesiones que exigen actividad mental, y hay personas cuya acción es más de tipo físico. La actividad que más aporta al mundo es la actividad mental, porque, más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro.


La actividad es condición para el logro de distintos objetivos. "Las historias exitosas comienzan con una sencilla idea en la mente de personas activas"


Las personas activas son creativas. Su cerebro está ocupado constantemente en llevar adelante sus proyectos, mientras que las personas pasivas sólo se activan cuando lo exigen las circunstancias; de modo que, mientras las personas activas trabajan en proyectos de desarrollo, las personas pasivas sólo buscan sobrevivir. Esta es la razón por la cual las personas creativas logran éxitos y las personas pasivas fracasan.


Uno de los mayores placeres de la vida es la creatividad, que hace que las personas vivan ocupadas convirtiendo sus proyectos e ilusiones en realidades.


La excesiva actividad es perjudicial porque se opone a un desarrollo equilibrado. El ser humano necesita tiempo para resolver cosas, pero también necesita tiempo para pensar, tiempo para sentir y disfrutar, y tiempo para descansar.


Aunque la actividad proviene de un impulso interno, si no se educa es como una fuerza bruta que no sirve para nada; por lo cual, debe ser estimulada y orientada hacia objetivos importantes. Las metas, las creencias y los ideales son estímulos poderosos que impulsan a la acción.


La actividad mental debe ir acompañada de la actividad física. El cuerpo y la mente funcionan como un todo." Mente sana en cuerpo sano"


Las personas pasivas tienen muy poca actividad mental, se limitan a hacer lo mínimo, carecen de proyectos, de metas e ideales, se conforman y aceptan las cosas como vienen. Esperan que las cosas cambien y que la suerte llame a su puerta, en vez de actuar para cambiar las cosas.


Las razones básicas por las cuales existen muchas personas pasivas, son:

La falta de salud, de energía, de motivación, de hábitos eficaces, de madurez, de criterios, de visión de la vida y de éxitos.


También son inhibidores de la acción: La baja autoestima, los problemas emocionales, los temores, los complejos, la angustia, etc.


Como es lógico, las personas activas tienen muchas posibilidades de triunfar, mientras que, las personas pasivas están condenadas al fracaso y a la frustración.


La mente de las personas y las gavetas de los escritorios están llenas de proyectos que nunca verán la luz por falta de acción. Comienza por una idea, aunque sea pequeña, pero comienza. Aprende de las semillas que comienzan por echar una raíz insignificante y luego...

Es importante pensar y rezar, pero "A Dios rogando y con el mazo dando"


Enfrenta los problemas y las dificultades. No huyas, porque si lo haces, estarás condenado a vivir huyendo por el resto de tu vida.



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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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