Editoriales

Editorial 642



Importancia de la información

 

La información es el combustible que utilizamos para pensar y crear soluciones. Niégale a un individuo la información que necesita para emitir un juicio y será incapaz de hacerlo.
La falta de información concierte a las personas en zombis.


Gracias a las redes la información fluye con rapidez, lo cual es positivo, pero el cerebro humano no tienen capacidad para procesar tanta información que nos llega de todas partes, por lo que es importante desarrollar la capacidad de selección y de síntesis.


Si bien es cierto que “La información es poder” existe mucha información basura que pone pesado el disco de la mente y contamina de mediocridad. Nosotros necesitamos sólo la información que nos sirve para convertir nuestros proyectos en realidad.


La información (buena o mala) es dinámica, tiene el poder de activar la mente en una dirección o en otra y de generar conductas que pueden llevarnos al éxito o al fracaso. De aquí la importancia de desechar instintivamente toda información basura, pues, tiende a pegarse y a formar parte de nosotros.

La información, una vez aceptada, desencadena los procesos mentales y conductuales correspondientes. Por ejemplo, si aceptamos como correcto el principio maquiavélico: "El fin justifica los medios" a partir de aquí le damos permiso al cerebro para elaborar toda clase de artimañas y justificar cualquier acción.


Los seres humanos tenemos muchas ideas, creencias y criterios erróneos que determinan nuestra forma de actuar. Con frecuencia estamos convencidos de que actuamos correctamente, de que hacemos lo mejor, sin embargo, los resultados son adversos. La razón está en que nuestras ideas no se corresponden con la realidad.


Cuando no obtenemos los resultados esperados, algo funciona mal. No sirve buscar excusas o culpables. Necesitamos revisar las causas personales del fracaso.


Es cierto que existen muchas trampas en la vida, por lo que debemos capacitarnos para estar por encima de las dificultades, si no queremos pagar las consecuencias.


Muchas personas están atrapada en ideologías, en creencias, en sectas, en fanatismos, etc. porque carecen de capacidad crítica, debido a un condicionamiento. La capacidad crítica nos permite juzgar sobre la verdad y la mentira y sobre el bien y el mal; en cierta forma es la condición para que se nos pueda definir como seres racionales. Un ser humano sin capacidad crítica no funciona como persona, simplemente es un zombi.


La falta de capacidad crítica tiene un impacto devastador en las personas y en la sociedad.


Lo primero que hacen las personas autoritarias es anular la capacidad crítica de la gente. Una persona sin capacidad crítica carece de información lógica sobre la verdad de las cosas y es fácil de manejar.


Cuando las prersonas carecen de información y de capacidad crítica se convierten en borregos que siguen de forma automática la voz del "pastor" El pastor puede ser un dirigente de Al Qaeda, un mensaje divulgado en las redes, o un personaje cualquiera que tiene carisma o capacidad para conectar a las personas y unirlas en pos de una idea, aunque la idea sea descabellada, pues la gente, carente de capacidad crítica no tiene capacida para juzgar el valor de sus acciones.


Dada la situación en la que vivimos, el poder de la información es inmenso y peligroso, pues, unas pocas personas pudieran llegar a manejar la mente y la conducta de las personas. Sólo el desarrollo de la capacidad crítica puede protejernos del poder avasallador de la información.


La libertad de expresiónes es un derecho sagrado inanienable, así como las demás libertades humanas, pero todo tiene unos límites. "Los derechos de cada persona terminan donde comienzan los derechos de los demás"


El objeto de la información es notificar a las personas sobre todo lo que acontece en el mundo para que puedan actuar en consecuencia. Nuestro contacto personal con la realidad del mundo es muy limitado, se reduce a lo que nosotros podemos percibir en nuestro reducido entorno.


Para tener información del mundo nos basamos en la información que recibimos a través de los medios de comunicación. Gracias a la información, nuestros sentidos llegan a todo el mundo y nos enriquecemos con una vasta información.


La información nutre la inteligencia, la memoria, la imaginación, la creatividad.


Hasta aquí hemos hablado de la información que nos llega desde fuera, ahora vamos a hablar de la información que logramos por nosotros mismos a través de la lectura y de la reflexión. La información que nos llega de fuera es importante porque nos ayuda a tomar conciencia de la situación del mundo y a prepararnos para los retos que vienen.


En realidad, la sociedad es casi siempre igual y los problemas son parecidos. Lo importante es cómo te preparas. Qué fortalezas necesitas desarrollar para triunfar en el presente y en el futuro. Qué información necesitas adquirir. Qué debes hacer para desarrollar tu capacidad crítica y mantener tu independencia frente a la dinámica de la sociedad y frente a la información abrumadora y contradictoria que llega a tu mente todos los días.


El problema no es cómo funciona el mundo, ni la cantidad de información abrumadora y contradictoria que te llega de fuera, ni la presión que ejerce la sociedad. El asunto es cómo funcionas tú. Cuáles son tus contenidos mentales, tu autoestima, tus habilidades, tu preparación, tus valores, tus criterios, tu actitud, etc.

La información proporciona datos elementales sobre las cosas. Hoy tenemos mucha información de todo tipo. La información, en sí, es buena. Cuanta más información tengamos, más posibilidades tenemos de aprender, de progresar y de evolucionar. La dificultad surge, cuando las personas son desbordadas por la información, debido a que no tienen capacidad para procesarla, ni criterios para seleccionar los datos que les conviene para aprender y progresar.

La información no es conocimiento. En la actualidad las personas tienen mucha información sobre las cosas y sobre los acontecimientos, pero les sirve de poco, debido a que no sacan enseñanzas o aplicaciones para su vida.

El conocimiento da a conocer la naturaleza, características y funcionamiento de las cosas. El conocimiento es la base del progreso. Gracias al conocimiento los seres humanos “dominamos” la naturaleza.

Todos estamos conscientes de que el conocimiento significa poder y progreso y que la verdadera competencia de la vida se da en el campo del pensamiento; por esta razón, las empresas compiten por tecnología de avanzada y cada día adquieren más importancia la escuela, el colegio y la universidad. Sin embargo, el conocimiento en sí, sólo genera progreso material, y, si bien crea las condiciones para una mejor calidad de vida, no la garantiza, a menos que vaya asociado a la sabiduría, es decir, a los principios y valores que sirven para controlar y orientar la conducta humana.


Hoy disponemos de conocimientos y de progreso suficiente para que en todo el mundo existiera una calidad de vida excelente, pero lo que vemos es otra cosa muy distinta: ignorancia, pobreza, violencia, injusticia y explotación. El conocimiento por sí sólo nunca resolverá el problema humano, si no va acompañado de la sabiduría. No debemos confundir progreso con evolución.

La sabiduría está relacionada con los principio, con los valores y con la experiencia.


La sabiduría enseña el valor real de las cosas, el sentido de la vida y el arte de vivir. Para los filósofos griegos, sólo los sabios podían ser libres y felices, porque eran los únicos que conocían la verdad y el bien, y, por tanto, podían actuar de forma correcta.


Desde los filósofos griegos han pasado más de dos mil años. Hoy, nosotros, cegados por la soberbia de los grandes avances científicos y tecnológicos, estamos muy lejos de este pensamiento griego. Vivimos como locos, obsesionados por construir un mundo de fantasía que terminará como la torre de Babel. Necesitamos un poco de sabiduría. La sabiduría está relacionada con los principio, con los valores y con la experiencia; enseña el valor real de las cosas, el sentido de la vida y el arte de vivir.


De poco sirve la información si no se convierte en conocimiento y en sabiduría.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus