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Editorial 638

 


Cada generación sólo puede dar un paso adelante

 

Los avances de la técnica y de la ciencia son impresionantes. Hemos llegado a la luna, hemos descubierto el código genético, estamos a punto de descubrir la partícula de Dios, y en unos pocos años la ciencia avanzará más que en toda la historia humana. Todo esto es posible, porque, hasta cierto punto, la materia obedece a la voluntad humana. Pero, cuando se trata de evolución, las cosas tienen un ritmo lento, lo que hace que, cada generación sólo pueda dar un paso adelante.

Podemos construir una ciudad o un puente gigante en tiempo record, porque depende de nuestra voluntad, pero el desarrollo de una persona exige años o décadas, porque depende del ritmo invariable de la naturaleza.


Existen métodos para acelerar el desarrollo humano, pero los procesos son lentos, porque se trata de programaciones mentales profundas y complejas que chocan con muchos condicionantes mentales y sociales.


El primer obstáculo es la sociedad que se opone de forma instintiva a que se produzcan cambios importantes. La sociedad no se opone a los avances científicos porque no generan cambios significativos en la vida de las personas, pero la sociedad (la sociedad somos todos) tiene miedo a no estar a la altura para asimilar los cambios, por lo cual, se opone de forma radical a todo lo que signifique cambios en la forma de vivir.


Existen métodos de Súper Aprendizaje, creados hace años pero no son utilizados. ¿Por qué?

Hace más de un siglo que Max Wertheimer y Wolfgang Köhler crearon la Teoría de Forma (Gestalt Theorie) cuya aplicación podría dar un cambio radical a la educación, pero no se toma en cuenta. ¿Por qué?


Así podríamos agregar muchos ¿Por qué? para los que no tenemos respuestas.
Todos sabemos que las causas de los problemas personales y sociales están básicamente en el fracaso de la familia y de la escuela.


La sociedad que exige largos estudios y pruebas exhaustivas para otorgar un título y para ejercer una profesión ¿Por qué legaliza los matrimonios con una sola palabra?
_... acepta a...
_ Acepto.
Resulta inconcebible que se legalicen los matrimonios sin más requisitos, sabiendo lo complicadas que son las relaciones humanas, y que se autorice a padres sin capacitación, a responsabilizarse de la educación de sus hijos. Tal vez sea éste el mayor mecanismo de represión y el mayor absurdo de la sociedad, del cual se derivan tantos problemas personales y sociales.


La juventud surge en todas partes con energía renovada, llena de ilusiones e ideales, pero la sociedad adulta se encarga de castrar su espíritu, primero en la familia, después en la escuela y en la universidad, y finalmente en la vida laboral y social.


Al principio los niños y jóvenes se rebelan, pero pronto se impone la realidad y se ven obligados a someterse a las exigencias y parámetros impuestos por la sociedad, y si algún valiente da un paso adelante, se le descalifica y somete de muchas formas. Por esta razón escasean los líderes y los cambios evolutivos son lentos. Sólo se dan medida que mueren las generaciones viejas. Lo vemos en política, en las empresas, etc. etc.


Los culpables de la escasa evolución humana somos todos. Todos somos a la vez reprimidos y represores, unas veces reprimimos de forma consciente y otras veces de forma inconsciente. Lo cierto es que siempre estamos ahí, para envidiar y criticar a quienes nos superan. Como estos sentimientos mezquinos son inaceptable desde el punto de vista moral, los negamos o los justificamos, pero la realidad es que todos somos responsables de las miserias que afligen a la sociedad, debido a nuestra escasa evolución personal y a nuestra falta de generosidad con la sociedad.


Los mayores valores de la evolución son la inteligencia y la conciencia. La inteligencia nos ayuda a conocer la verdad y la conciencia nos ayuda a conocer el bien; por tanto, la única forma de evolucionar depende del desarrollo de la inteligencia y de la conciencia; es decir, de la adquisición de conocimientos superiores y de valores.


Como sabemos, la sociedad actual está escasa de conocimientos y de valores, tiene mucha información, poco conocimiento y escasa sabiduría; por lo cual, deja mucho que desear en eficacia laboral y en comportamientos éticos y morales.


El peso de la historia, de la ignorancia y del temor es tan grande que no podemos esperar cambios importantes a corto plazo. Las personas, de forma individual, pueden evolucionar con cierta rapidez si se lo proponen, pero la sociedad como tal está condenada a convivir con sus crisis.

Las personas, las instituciones y la sociedad sólo cambian cuando comprenden que el cambio trae beneficios; por tanto, la misión de los padres, de los maestros y de las iglesias, consiste en presentar los valores de forma tan sencilla, verdadera y atractiva que todos los seres humanos sientan el deseo y la necesidad de alcanzar dichos valores. Cuando ser honesto y bueno sea una necesidad deseada y amada, los seres humanos serán honestos y buenos, y, entonces, daremos un salto quántico en evolución. Por si no llega ese día, no te sientes a esperar. Actúa y evoluciona.

 

Si lo haces, otros seguirán tu ejemplo y te convertirás en factor de cambio. Comienza por compartir este escrito con tus amigos.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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