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Editorial 634

 


Imporancia del ocio y del descanso


La naturaleza es sabia y ha creado mecanismos para salvaguardar el equilibrio y la salud del cuerpo y de la mente; uno de estos mecanismos es el cansancio y el sueño. Cuando se ha agotado la energía surge el cansancio y el sueño como inhibidores de la acción. De esta forma, el cuerpo y la mente se protegen de abusos que podrían causarles daños.


La noche es otro mecanismo. A medida que pasa el día se van gastando las energías y el cuerpo y la mente pierden intensidad y ritmo, entonces llega la noche para arropar a todo lo que existe, creando las condiciones de silencio y oscuridad, propicias para el descanso. Al amanecer surge de nuevo el sol convertido en fuerte de energía y despiertan las personas con renovada energía.


El cuerpo y la mente son muy nobles y tienen gran capacidad de aguante; sin embargo, cuando son exigidos más allá de los límites normales, pueden sufrir daños irreparables. Ahora bien, teniendo en cuenta que nuestro cuerpo y nuestra mente son nuestro verdadero mundo, en el que vivimos y nos desarrollamos, es importante tratarlos con inteligencia y mimo. Ellos son nuestros compañeros inseparables de camino que nos pueden ayudar a triunfar y a ser felices, o pueden convertirse en un gran problema que nos complique la vida. De aquí la importancia de velar por la salud física, emocional y mental.
"Mente sana en cuerpo sano" reza el refrán latino.


Los seres humanos venimos a este mundo para vivir, no para matarnos a estudiar y a trabajar. De las 24 horas que tiene el día, se nos van 8 horas en dormir y 8 horas en trabajar, más algunas horas en movilizarnos hacia el trabajo, compras, resolver problemas de todo tipo, etc. de modo que, apenas dedicamos unas horas a vivir, a relacionarnos con nuestros seres queridos, a sentir la vida, amar y disfrutar.


Ahora bien, si tenemos en cuenta que más de la mitad de la humanidad sufre de ignorancia, pobreza, problemas personales y familiares, etc. debemos concluir que son demasiadas las cosas que no funcionan en la sociedad.


Todos pensábamos que con los avances de la ciencia y con la automatización del trabajo, podríamos vivir mejor y desfrutar del ocio y del tiempo libre, pero las cosas han resultado al revés. Estamos atrapados en una dinámica terrible de compromisos, necesidades, competencia y prisa, que nos desborda. Es como si una vorágine económica, política y social nos arrastrara inexorablemente hacia un destino desconocido. Esta situación de incertidumbre es causa de angustia, de estrés y de un sin fin de enfermedades psicosomáticas y mentales. Cada día se multiplican las enfermedades mentales como consecuencia de una forma de vida que no respeta las necesidades profundas de las personas.


Al ser humano le ocurre lo mismo que le está pasando a la naturaleza. Está cansado y sobre explotado, necesita recuperar la energía, el equilibrio y la armonía natural que le son propios para poder funcionar de forma efectiva.


La sociedad tiene una dinámica poderosa y sólo podemos liberarnos de ella si desarrollamos nuestra propia dinámica; lo cual sólo es posible si aprendemos a ser más independientes a nivel económico, laboral, intelectual, afectivo, etc. Necesitamos liberarrnos de los parámetros establecidos y desarrollar una súperconciencia que nos salve de este caos en el que estamos inmersos.


Como la sociedad genera mucho desgaste físico y mental, necesitamos encontrar la forma de recuperarnos cada día a través de una mejor planificación de la vida.


Al hablar de ocio y descanso no nos referimos sólo a las vacaciones sino a una forma de vida habitual, más huma, más lógica, más natural, más exitosa y más feliz.


Para lograr esta forma de vida es fundamental que las personas se sientan creativas y libres, que disfruten de todo lo que hacen y que trabajen sobre un proyecto propio agradable y emocionante.


En este sentido, es importante que las personas crezcan con espíritu de libertad y de superación, de esta forma nunca quedarán atrapadas en las redes económicas, sociales, políticas e ideológicas de la sociedad. Quién es libre en su espíritu también es libre en la vida.


Todos los problemas que aquejan a la sociedad se deben a la falta de evolución; es decir, a la falta de inteligencia, de conciencia, de espíritu de superación, de responsabilidad y de espíritu de libertad.


Las personas quieren democracia y libertad, pero no son capaces de crearlas. Las palabras democracia y libertad son dos conceptos abstractos que necesitan llenarse del contenido que le dan las personas evolucionadas. Un pueblo culto es un pueblo libre y, un pueblo libre es un pueblo culto. De igual forma, una persona culta es libre, y una persona libre es culta.


Conclusiones


El verdadero ocio y el verdadero descanso no consisten en ir de vacaciones. Muchas personas van de vacaciones, pero llevan encima los mismos problemas y angustias de todos los días. Las vacaciones y el ocio son más un cambio mental que un cambio de lugar físico, porque, en definitiva, donde quiera que vayas siempre estarás en el mismo lugar, porque tu lugar verdadero eres tú mismo. Tú lugar verdadero es tu mente. En ese lugar íntimo se producen todos los fenómenos físicos y mentales que constituyen tu experiencia vital. Todo lo demás es un simple escenario que no forma parte intrínseca de ti. El mundo externo sólo sirve para que tengas conciencia de tu identidad personal y para que puedas aprender y expresar lo mejor de ti; por tanto, deberías funcionar de tal forma que no te afectaran los problemas de la sociedad.


Nacimos para vivir; es decir, sentir, aprender, amar, compartir, disfrutar, desarrollarnos, ser libres y felices, por lo cual, debemos centrarnos en el logro de estos objetivos y desechar todo lo que apunte en otra dirección. La vida es una sola y el tiempo corto, y, cuando venimos a darnos cuenta somos viejos. Lo dicho no significa que debamos apurar el tiempo, ni que debamos vivir de forma relajada y libertina, aprovechando todos los placeres de la vida.


Estamos influenciados por una sociedad materialista que pone mucho énfasis en el logro de riqueza, fama y poder, así como en el disfrute del sexo,... lo cual es bueno en las debidas proporciones, pero, terriblemente frustrante, cuando nos centramos en ello de forma absoluta y obsesiva.


El ser humano tiene también inteligencia, conciencia, afectividad y espíritu, que necesitan ser satisfechos con ideas, valores, afecto y espiritualidad. El gran vacío que sienten las personas y la angustia existencial que padecen, se debe a la pobreza intelectual, moral, afectiva y espiritual.


Lo que más cansa a las personas no es el trabajo en sí, sino la falta de interés, la competencia, la tensión, la angustia y la falta de eficacia. Como ya indicamos, la forma de vida que llevamos genera mucho desgaste, por lo cual, necesitamos encontrar la forma de funcionar mejor, de elevar la motivación y la autoestima, depender menos de los demás, drenar las toxinas físicas y mentales, mejorar la filosofía de la vida y encontrar formas de relajarnos y descansar. Recuerda que tus problemas son tuyos y sólo tú puedes resolvderlos.

En definitiva, más que pensar en ocio y descanso, como cese de actividades, deberíamos pensar en vivir plenamente, desarrollando un proyecto de vida interesante que permita la expansión de todas nuestras capacidades a través de una acción libre y creativa. Se trata de vivir como los niños, que pasan el día inmersos en sus juegos, sin preocuparse del tiempo que pasa ni de lo que ocurre a su alrededor. Simplemente viven felices. Si no eres feliz habitualmente, algo no funciona. Revisa tu mapa de ruta.


Si estás atrapado en la competencia, en la prisa, en los compromisos o en el trabajo, piénsalo bien, aún estás a tiempo para liberarte de esas cadenas invisibles, de lo contrario, tarde o temprano sufrirás la amputación de tus ideas, de tus sentimientos, de tus valores y de tu espíritu. Lo más triste es que, cuando esto ocurra no tendrás conciencia de ello porque ya estarás alienado.

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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