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Editorial 627

 


Planifica el tiempo

 

"El dinero va y viene. El tiempo sólo se va"


El tiempo fluye con rapidez, y si nos descuidamos, se nos va la vida sin hacer nada importante.


El tiempo es relativo. Esto quiere decir, primero, que el tiempo no es constante, y, segundo, que la misma cantidad de eventos que antes ocurrían en cientos, miles o millones de años, ahora ocurren en un lapso de apenas unos pocos años.

Los inventos, las máquinas, la competencia, las numerosas actividades que hay que realizar en tiempo limitado, los acontecimientos que se suceden de forma atropellada, las numerosas necesidades creadas que tenemos que satisfacer, etc. hacen que no nos alcance el tiempo y que tengamos la sensación de que la vida se nos va entre las manos.


La vida es un tiempo corto que se nos da para convertir nuestros sueños en realidad. Lo importante no es tanto el hecho de vivir, sino lo que hacemos en la vida. La vida es sólo un escenario vacío, lo importante es lo que cada persona representa en este escenario. La vida es como un teatro. Cada persona decide lo que quiere representar. Las personas mediocres se conforman con papeles insignificantes y las personas decididas eligen papeles importantes. La vida puede ser una comedia, una tragedia o una epopeya


El asunto es que, una vez elegido el personaje, las personas se identifican con las características propias del personaje elegido y actúan en consecuencia. Como es lógico, al elegir el personaje, eligen también su destino. En consecuencia, el que es ignorante, pobre, corrupto o mediocre, se debe a que eligió un mal personaje y aceptó sumisamente su destino. Por el contrario, quienes sobresalen en la vida, se debe a que eligieron un buen personaje, se identificaron con sus características y actuaron en consecuencia.


Existen muchos factores de nacimiento, educación, oportunidades, etc. que influyen en la vida, pero, por encima de todos los condicionantes, existe la decisión personal de triunfar. Somos inteligentes y libres, y, por tanto, responsables de nuestro destino.


Si no aprovechamos esta oportunidad, debemos atenernos a las consecuencias. Nunca es tarde para rectificar. Muchas personas han logrado en las postrimerías de su vida lo que no lograron en toda su existencia.


El teatro de la vida aún no ha terminado y te permite rectificar. Elige un papel digno, que dé sentido y plenitud a tu vida, y ponte en acción.


Nuestra energía es limitada y el tiempo es limitado, pero son suficientes para convertir nuestros sueños en realidad. Todo depende de la habilidad que tengamos para administrar la inteligencia y el tiempo.


El tiempo es un capital que has recibido como préstamo al nacer para que compres con él lo más valioso de la vida (conocimiento, experiencia, amigos, felicidad, libertad... Pero, ¿Qué es para ti lo más valioso? ¿En qué inviertes el tiempo, la inteligencia y la energía?


Unos invierten el tiempo en amasar riquezas, otros en acumular poder, otros en lograr fama, otros en disfrutar los placeres, otros simplemente lo dejan pasar. Como puedes observar, todos estos personajes tratan de lograr "cosas" El problema radica en que nunca se sacian, y, no importa lo que logren, siempre les quedará un vacío que no pueden llenar con cosas, porque sólo se llena con el desarrollo de sí mismo.


Necesitamos asir todo lo que amamos y grabarlo a fondo para que, ni el tiempo, ni el olvido nos lo arrebaten, porque, en definitiva, somos lo que recordamos, lo que sentimos y lo que amamos. Somos la memoria de nosotros mismos. Por esta razón, necesitamos vivir intensamente, amar intensamente, y decir con frecuencia a los seres queridos lo mucho que los amamos, porque mañana tal vez sea tarde.


Conscientes de que la vida es corta y de que el tiempo se lleva todo lo que amamos, no podemos vivir distraídos, ni perder el tiempo en tonterías, ni preocuparnos por tantas cosas inútiles que traen de cabeza a la gente, ni dejarnos llevar por el consumismo, la moda, o por el ritmo de una sociedad que vive a la deriva.


Cómo aprovechar el tiempo

El tiempo es algo muy sutil que pasa sin darnos cuenta, por lo que es conveniente planificar las distintas actividades y establecer un tiempo para cada actividad. Si la actividad es larga, lo ideal es dividirla en partes y asignar a cada parte un tiempo prudencial.

Es conveniente utilizar un reloj-despertador que nos advierta al final de cada actividad, porque las personas tendemos a distraernos, a perder intensidad y a reducir el ritmo del cerebro sin darnos cuenta, lo que hace que la actividad se vuela lenta, pesada y poco eficaz.


El reloj-despertador ayuda a tomar conciencia, a estar alerta y a trabajar de forma intensiva. Son preferibles períodos cortos e intensos que periodos largos adormecidos.


Es fundamental prever y planificar las cosas. El prever y planificar, hace que el cerebro comience a trabajar a nivel subconsciente.


Aunque el cerebro posee poderes increíbles, necesita tiempo para madurar las cosas y organizarlas. Por ejemplo, yo escribo, y, a veces pierdo el tiempo sin darme cuenta, empeñado en terminar un tema, a pesar de que las ideas no fluyen, debido a que estoy cansado o no he madurado el asunto. Cuando las cosas no fluyen, algo anda mal; puede ser cansancio o que las ideas no están claras. En estos casos es preferible descansar o cambiar de actividad.


Son más eficaces períodos cortos e intensos que periodos largos con poca concentración y poca dinámica. Cada uno debe aprender a mantener conciencia constante de lo que hace y conocer los momentos ideales para resolver las distintas cosas.


Lo ideal es vivir y trabajar en base a un Proyecto de Vida a corto, mediano y largo plazo, que tenga en cuenta todos los aspectos importantes que necesitamos lograr. El Proyecto de Vida hará que nuestro cerebro viva concentrado en lo que nos interesa y trabaje constantemente a nivel subconsciente en nuestro beneficio.


Los grandes triunfadores son personas que viven de forma creativa, utilizando permanentemente los poderes mentales, pero sin caer en la obsesión.


Lo más importante de la vida no es el tiempo que vivimos sino cómo lo vivimos.


Como el objetivo de la vida es el desarrollo y la felicidad, el tiempo mejor planificado y mejor invertido es el que dedicamos en desarrollo y felicidad, de sí mismo y de los demás.


El tiempo es nuestro fiel compañero de viaje, nos advierte del paso de las cosas y nos invita a vivir cada momento de forma consciente y plena, porque pudiera ser el último momento de nuestra vida.


De lo que más se arrepienten las personas, cuando están al final de su vida, es de no haber amado más, de no haber ayudado más, de no haber sido más comprensivas y tolerantes y de no haber aprovechado infinidad de oportunidades para hacer el bien y ser mejores personas.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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