Editoriales

Editorial 619



Principio del placer

 

Existe un principio básico de psicología, según el cual: "Todos los seres vivos buscan la satisfacción de sus necesidades, el placer y la seguridad, y se alejan de lo que les causa temor, angustia, dolor o inseguridad"


Estamos "diseñados" para buscar el placer y evitar el dolor. Está escrito en nuestro ADN.


El mayor placer de la vida está en satisfacer las necesidades naturales (el hambre, la sed, la seguridad, la buena relación con los demás, el éxito, la autorrealización, etc.) Los animales satisfacen sus necesidades de forma natural, pero los seres humanos hemos evolucionado y han surgido nuevas necesidades sociales, intelectuales, afectivas, morales y espirituales que necesitamos satisfacer para seguir evolucionando y ser felices. Lo ideal sería que los seres humanos se dedicaran a satisfacer las necesidades que les son propias, pero somos esclavos de numerosas necesidades creadas que se imponen de forma imperiosa. Estas necesidades no responden a nuestros intereses naturales, sino a intereses económicos de empresas que imponen sus productos a través de propagandas sugestionadoras.


Según Maslow las necesidades de los seres humanos se ubican en cinco niveles.
1º Supervivencia.
2º Seguridad.
3º Aceptación, valoración y respeto de los demás.
4º Autoestima.
5º Autorrealización.

 

Por tanto, los mayores placeres de la vida están relacionados con la satisfacción de estos objetivos.

Entre estas necesidades existe una gerarquía. El interés de las personas poco evolucionadas está centrado en satisfacer las necesidades de los niveles inferiores, y, sólo cuando han sido satisfechas las necesidades de estos niveles surge el interés por los niveles superiores.


Hoy, debido a lucha por la vida, a la crisis económica y a la competencia, las personas se centran en resolver sus problemas económicos más que en su desarrollo humano, y su mayor placer consiste en tener comida, techo y trabajo.


Son pocas las personas que tienen interés y tiempo para la lectura. Apenas el 10% de la humanidad lee de forma habitual, y son contadas las personas que tienen un proyecto de desarrollo personal, por lo que, podemos afirmar que los placeres de las personas están muy relacionados con su parte animal.


Existen millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza y ni siquiera pueden darse los placeres elementales correspondientes a los primeros niveles, y existen también millones de personas, que, si bien disfrutan de los placeres de los primeros niveles, sufren mucho en lo que respecta a la satisfacción de sus necesidades superiores (valoración, autoestima y autorrealización) Más del 70% de las enfermedades físicas y mentales se deben al fracaso en la satisfacción de las necesidades superiores.


El principio de placer es instintivo y su objetivo es la supervivencia. En los animales el principio de placer está controlado por los instintos que ponen límites, pero en los seres humanos puede crear adicción. Cada día tenemos necesidad de comprar más, beber más, comer más, tener más sexo. El problema es que el placer es pasajero y una vez concluido nos deja insatisfechos, lo que impulsa a buscar más placer con la esperanza de llenar el vacío existencial que no pueden llenar los placeres.


Muchas personas confunden placer con felicidad y piensan que a través de los placeres pueden lograr la felicidad. Es un error porque se trata de dos aspectos muy distintos.


El placer puede satisfacer las necesidades del cuerpo, pero sólo la felicidad puede satisfacer las necesidades del espíritu. El que tiene sexo con una prostituta, puede tener placer, pero no felicidad. Quien tiene sexo con la mujer que ama tendrá placer y felicidad. Son dos relaciones muy distintas. La primera termina con una sensación de vacío y de angustia existencial, la segunda termina con una sensación de plenitud que da sentido a la vida.


Cada persona sólo tiene idea de lo que le ocurre personalmente; sin embargo, podemos intuir cómo les va a los demás por su expresión corporal, por su lenguaje, por sus decisiones y por su comportamiento.


En realidad, todas las personas desean evolucionar y ascender a niveles superiores, pero están condicionadas por ideas y hábitos que las convierte en esclavas de sus debilidades.


Conclusiones


El principio de placer impulsa a las personas a hacer unas cosas y a evitar otras, por tanto, si queremos ser estudiosos, disciplinados, responsables, honestos, emprendedores y buenas personas, necesitamos amar el estudio, la disciplina, etc. y convertirlos en hábitos agradables. Un hábito es una conducta adquirida por repetición. Con el ejercicio se integran cada vez más los movimientos que participan en cada acción. A medida que se van corrigiendo los movimientos inadecuados, la acción se hace más perfecta y eficaz. Con el tiempo el hábito se convierte en conducta automática. Casi el 95 % de lo que hacemos todos los días responde a hábitos y a experiencias adquiridas. Se trata de hacer agradables aquellas acciones que nos harán felices en el largo plazo.


Los placeres ayudan a satisfacer necesidades básicas. Los placeres son importantes porque estimulan y ayudan a sobrevivir y progresar. Los placeres están relacionados con el logro de cosas y de objetivos a corto plazo. Se pueden comprar, pero, así como vienen, así se van.


La felicidad necesita ser conquistada por medio del desarrollo personal. A diferencia de los placeres pasajeros, la felicidad entra a formar parte de la persona y se queda con ella y la acompaña siempre como una sensación de plenitud y bienestar.


Cada día son más las personas que, frustradas por un enfoque erróneo de la vida, buscan compensar con placeres su vacío existencial y se aventuran en el mundo de las drogas, del alcohol, del sexo, del juego, del consumismo y de otras muchas conductas erróneas.

La experiencia indica que las personas que disfrutan más de los verdaderos placeres de la vida y de la felicidad son las más evolucionadas, las que tienen motivación al
crecimiento.


En las mismas circunstancias unas personas son conformes y felices y otras no, por lo cual, el placer y la felicidad dependen básicamente de la actitud de cada persona.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus