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Editorial 618



Cuál es tu verdadera riqueza


Al hablar de riqueza, lo primero que nos viene a la mente es el dinero y las posesiones. Nos han vendido un concepto material acerca de la "riqueza" que hace que valoremos el dinero y las cosas como algo prioritario. "Tanto tienes, tanto vales"


A partir de esta idea errónea valoramos a las personas por lo que tienen y no por lo que son, y establecemos como objetivo fundamental de la vida el logro de dinero, en la creencia de que, con dinero lograremos el éxito y la felicidad.

El dinero es un bien necesario para liberarse de la ignorancia y de la pobreza y muy útil para lograr una calidad de vida y ascender al desarrollo; pero las cosas más importantes de la vida como la autoestima, la amistad y la felicidad, no se pueden comprar con dinero; si así fuera, todos los ricos serían buenas personas e irradiarían felicidad; pero, precisamente, los países con altos niveles de "riqueza" son también aquellos en los que las tasas de suicidio son más altas. Cuanto más vacía de valores se siente una persona, más necesita compensar con riqueza y con cosas el vacío interior.

El problema radica en que el dinero es necesario para satisfacer las necesidades básicas de la vida ( techo, comida, etc.) pero, "No sólo de pan vive el hombre" El ser humano necesita también seguridad, afecto, autoestima, desarrollo, éxito y felicidad. Por lo que, necesitamos aclarar el concepto de "riqueza" pues, una interpretación errónea puede llevarnos al fracaso y a la frustración.


Es importante comenzar por definir correctamente en qué consiste la riqueza, el éxito y la felicidad, para que no nos ocurra como a tantas personas que luchan durante toda su vida por objetivos que creían importantes y al final sólo les queda fracaso y frustración.


En realidad somos más ricos de lo que creemos, solo que no nos hemos dado cuenta de ello. La mayoría de las personas se sienten pobres porque se evalúan de acuerdo al criterio de valoración establecido por la sociedad. Este criterio es material. Valoran el dinero, el poder, la fama y la belleza. Los verdaderos valores como son el conocimiento, la experiencia, la creatividad, la honestidad, la responsabilidad, la bondad... no participan en el mercado de valores.


Si te guías por este criterio de valoración, serás pobre e infeliz, pero, si te guías por verdaderos criterios de valor humano como son: la salud, el desarrollo personal, los valores, la creatividad, la responsabilidad, la perseverancia, la honestidad y el espíritu de superación, serás rico y feliz.


Cierra los ojos.
Piensa que ya nunca volverás a ver.
Imagina por unos segundos cómo sería tu vida.
¿Cuánto estarías dispuesto a dar por recuperar tu vista?
Tu vista vale millones.


Imagina cómo sería tu vida si quedaras paralítico.
¿Cuánto darías por poder caminar...?
Tu movilidad vale millones. etc. etc.


Cada uno de tus órganos vale millones.
Tu cerebro vale millones.
Tus estudios valen millones.
Tu familia y tus amigos valen millones.
Tus sueños e ilusiones valen millones.

 

Observa lo que ocurre a tu alrededor. ¿Qué ves?


Todo cambia sin cesar. Necesitas abrir los ojos y adelantarte al futuro.


Las ideas expuestas pueden servirte de mucho si aprendes a utilizarlas.


Lo cierto es que, el gran drama del mundo es de pobreza física y mental; por lo cual, es importante aprender desde niños a ser ricos en todos los aspectos.


Los seres humanos necesitan llenar el cerebro con ideas, el corazón con afecto y el bolsillo con dinero. Una falla en cualquiera de estos tres sistemas complica la vida.


La riqueza más importante está en la mente.
Utiliza tu cerebro y tu imaginación. Cada día desfilan delante de tus ojos numerosas oportunidades de hacer dinero y de ser feliz, pero no puedes percibirlas porque tu cerebro no está programado para ello.
No confundas dinero con riqueza. El dinero es sólo eso, “Money” La riqueza es mucho más, es salud, fe, ilusión, amistad, esperanza, eficacia, libertad, felicidad.

Todos los bienes materiales son importantes, pero, nadie puede asegurarlos; por eso, tu mayor riqueza eres tú mismo. Invierte en tu propio desarrollo para que puedas volar alto como el águila, y, si un día, por circunstancias de la vida, te visita la adversidad, puedas renacer de tus cenizas como el ave Fénix.


Finalmente. "No midas tu riqueza por el dinero que tienes. Mide tu riqueza por aquellas cosas que tienes y que no cambiarías por dinero" tales como familia, salud, amistad...


La riqueza es un concepto relativo.

 

A dos grupos de personas se les hizo la siguiente pregunta:
¿Qué es riqueza?
El primer grupo contestó de la siguiente manera:
El arquitecto: Tener proyectos que me permitan ganar mucho dinero.
El ingeniero: Desarrollar sistemas que sean útiles y muy bien pagados.
El abogado: Tener muchos casos que dejen buenas ganancias y tener un BMW.
El médico: Tener muchos pacientes y poder comprar una casa grande y bonita.
El gerente: Tener la empresa en niveles de ganancia altos y crecientes.
El atleta: Ganar fama y reconocimiento mundial, para estar bien pagado.
Como puedes observar, para estas personas, la riqueza está en lograr éxitos materiales.


El segundo grupo contestó:
El preso de por vida: Caminar libre por las calles.
El ciego: Ver la luz del sol y a la gente que quiero
El sordo: Escuchar el sonido del viento y cuando me hablan.
El mudo: Poder decir a las personas cuánto las amo.
El inválido: Correr en una mañana soleada.
Persona con una enfermedad terminal: Poder vivir un día más.
El huérfano: Poder tener a mi mamá, mi papá, mis hermanos y mi familia.

 

Para estas personas la riqueza está en el logro de valores y éxitos humanos.


Hace años, una persona me contó que vio morir a su padre porque eran pobres y no tenían dinero para comprarle medicinas. Esta experiencia traumática le llevó a jurarse que un día no lejano llegaría a ser rico. Trabajó como un animal y a los pocos años su juramento era una realidad. Tenía una empresa brillante con ramificaciones a nivel internacional; tenía una buena esposa, una niña bella y todas las comodidades del mundo, pero se sentía inmensamente infeliz. En aquel momento yo era joven y no entendía cómo un hombre tan exitoso no era feliz. Hoy lo comprendo. Hizo del dinero una ilusión y una obsesión que ocupó toda su mente. Cometió el error de dar al dinero un valor absoluto y cuando lo tuvo en sus manos descubrió que el dinero era hueco y vacío, pero ya era tarde, el daño estaba hecho.


La verdadera riqueza, no es lo que tenemos sino lo que somos y valemos como personas. Eso es lo que nos llena por dentro y da plenitud a nuestra vida. Desgraciadamente, la mayoría de las personas nunca entienden esta realidad, otras personas la entienden muy tarde, y, sólo unas pocas personas aprenden a ser sabias desde temprana edad.


La verdadera riqueza es la autoestima, el éxito verdadero, la amistad y la felicidad. Esta riqueza forma parte de ti, nadie te la puede robar y puedes llevarla contigo a donde quiera que vayas.

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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