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Editorial 615

 


Personas vacías


Los seres humanos nacemos con un potencial genético grandioso como consecuencia de un largo proceso evolutivo, lo que significa que llevamos impresas las claves del éxito y de la felicidad; es decir, que si utilizamos bien estos poderes, podemos llegar a ser genios, sabios y felices. Pero estas posibilidades quedan truncadas, en gran medida, debido a que somos hijos de una sociedad ignorante y represiva, que en vez de activar los mecanismos de desarrollo (espontaneidad, creatividad, libertad, superación) nos reprime de mil formas. Nueve de cada diez mensajes que recibimos desde que nacemos son represivos de alguna forma.


La naturaleza nos da un cerebro poderoso, una inteligencia capaz de conocer el valor de las cosa, una conciencia para distinguir entre el bien y el mal y el libre albedrío para que seamos protagonistas de nuestro destino. Estos dones tienen por objeto el desarrollo y la felicidad.


Entonces:
¿Por qué existen tantas vidas vacías?
¿Por qué existen tantas personas ignorantes, pobres y frustradas?
¿Cuál es la causa de tanta desgracia?

 

Para comprender los problemas actuales de las personas y de la sociedad tenemos que ir a la raíz de los mismos.
Lo más importante para un niño cuando viene a este mundo es tener unos padres buenos y cariñosos, que tengan buen carácter y paciencia, que tengan buenos principios y valores, que vivan unidos y formen una familia que le proporcione seguridad. Las desavenencias familiares y el divorcio dejan secuelas graves en los hijos pequeños y también en los grandes.


Como ya hemos indicado, la conducta de las personas depende de su estructura mental, programada básicamente en la infancia a través de la educación recibida y consolidada a través de los años, por medio de las decisiones personales.


Muchas personas llevan una vida vacía y la aceptan pasivamente, porque se acostumbraron a esa forma de vivir y porque carecen de ideas, de motivaciones y de fe en la vida. Es como el que está encerrado en una habitación oscura e ignora que existe un mundo afuera. Pero, si un día se abriera una ventana y pudiera ver la luz y el mundo de colores, buscaría la forma de salir a la libertad.


Las vidas vacías se deben a que las personas adquieren muchas deudas con la vida en forma de ignorancia, pobreza, fracaso, temores,... lo que hace que su autoestima y esperanza se vengan abajo y no encuentren salida.


En la vida de cada persona hay momentos de inflexión, momentos decisivos en los cuales las decisiones que tomamos marcan nuestra vida para siempre. Son momentos en los que hay que actuar con criterio, sabiduría y prudencia. La lectura de este tema es tal vez uno de esos momentos de inflexión en que tienes la oportunidad de tomar conciencia de tu situación y reaccionar, para salvaguardar tu vida plena o para salir del vacío en que te encuentras sumido.


Las vida plena está asociada a una infancia feliz, a la autoestima, honestidad, bondad, dignidad, humildad, espíritu de superación, solidaridad, y al buen uso del libre albedrío; mientras que, la vida vacía está asociada a una infancia con carencias afectivas, a una visión negativa de la vida, a la baja autoestima, al temor, a la inseguridad, a la rigidez mental, a la irresponsabilidad y a la aceptación sumisa de las cosas.


Puesto que todo cambio se inicia en la mente, es necesario desarrollar una visión positiva de la vida y valorar y disfrutar de lo que tenemos en vez de quejarnos por lo que nos falta.


El problema está en que, de tanto luchar por cosas inútiles nos olvidamos de luchar por las cosas importantes.


Debemos estar conscientes de que los problemas económicos, afectivos y existenciales nos seguirán a donde quiera que vayamos, porque la esencia de la vida es necesidades que satisfacer y problemas que resolver. La diferencia está en la actitud que tomamos hacia ellos y en la forma como nos preparamos para resolverlos.


Si pones el éxito en el logro de cosas materiales no lo alcanzarás nunca. Si lo pones en el desarrollo personal y trabajas por ser la mejor persona que puedas ser, sentirás que has alcanzado todo lo que podías lograr en esta vida y te sentirás realizado.


Para que tu vida sea plena necesitas llenar el bolsillo con dinero, el cerebro con ideas y el corazón con amor.


La carroza vacía


Cierta mañana, mi padre me invitó a dar un paseo por el bosque y acepté con placer. él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
_ ¿Oyes algo?
_ Si, oigo el canto de los pájaros.
_ Además del canto de los pájaros, ¿Escuchas alguna cosa más?
_ Agudicé mis oídos y le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carroza.
_ Eso es, dijo mi padre. Es una carroza vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carroza vacía, si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carroza está vacía, por el ruido que produce. Cuanto más vacía está la carroza, mayor es el ruido que hace.

_ Me convertí en adulto y hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todo el mundo, presumiendo de lo que tiene, actuando de forma prepotente y haciendo sentir menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía está la carroza, mayor es el ruido que hace". Y comprendo el valor del silencio interior

Las personas son como carrozas. Cuanto menos valen más gritonas, mal educadas y abusadoras son.

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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