Editoriales

Editorial 613

 


Terminaron las elecciones y ¿Ahora qué?

 

Las elecciones eran cuestión de vida o muerte para muchas personas. Unos apostaron por la Revolución y otros por el cambio. Al final, el pueblo se ha expresado y la vida sigue adelante con los problemas de siempre.


Dicen que no se debe discutir de religión, de la familia, ni de política, porque son temas muy sensibles. Cada persona tiene sus creencias, su forma de ser y de pensar, sus sentimientos y sus preferencias.


El problema surge cuando unos quieren imponer sus ideas a otros por la fuerza. Por suerte, en vez de caernos a tiros o a palos, tenemos la democracia que nos permite dirimir nuestras diferencias en las urnas. Lo importante es ser democráticos y aprender a convivir. La democracia no consiste en pensar todos de la misma manera sino en saber convivir con nuestras diferencias. Ésta es una tarea que tenemos pendiente, sobre todo, si tenemos en cuenta que la globalización se impone con más fuerza cada día y nos obliga a compartir espacios, ideas y bienes.


Hoy, los triunfadores se sienten orgullosos, como si con el éxito hubieran resuelto su vida entera, pero pronto regresarán a la realidad de cada día y comprobarán que poco o nada ha cambiado.


Los vencidos sienten como si el mundo se hundiera bajo sus pies y no hubiera futuro. Son sentimientos normales, pero pronto la vida les regresará a la realidad de cada día y comprenderán también que las cosas siguen igual.

No pongas tus esperanzas en cosas pasajeras que no dependen de ti y sobre las cuales no tienes control. A la hora de votar sólo has tenido control sobre tu voto, frente a más de dieciocho millones de votantes; por lo cual, no puedes depender de la política, sino de tu capacidad y de tu responsabilidad.


Es deber de todo ciudadano implicarse a nivel político y social y colaborar para erradicar la ignorancia, la pobreza y la injusticia, así como promover la comprensión y la paz; pero, es más importante aún, implicarse en el desarrollo de sí mismo, porque, más importante que cambiar el mundo por fuera, es cambiarlo por dentro, comenzando por uno mismo. El cambio de la sociedad comienza por el cambio de cada persona. El hecho de que las personas no cambien, no debe servirte de excusa para no cambiar tú, pues, al final, a cada persona le va de acuerdo a sus acciones.

El escenario político y social, como lo indica la palabra, es sólo el escenario, un espacio vacío. Lo que importa es lo que hagan los actores políticos. La función del gobierno es crear las condiciones parar el progreso, la paz, etc.

Ahora bien, más importante que lo que haga el gobierno es lo que haces tú.


En el mismo escenario a unos les va bien y a otros les va mal; por tanto, el asunto no es el escenario, ni cómo actúe el gobierno, sino la actitud y la capacidad de cada persona.


La humanidad lleva miles de años buscando la justicia, la paz y el bienestar. Si lo miramos bien, hemos logrado muchas cosas, entre ellas la democracia, pero siempre vivimos en crisis y la angustia y la incertidumbre son nuestros compañeros de camino.


Si no quieres sufrir desilusiones, pon tu esperanza en esas cosas que forman parte de ti, como la autoestima, los valores, la capacidad,... los cuales nadie te puede robar y puedes llevarlos contigo a donde quiera que vayas.


Si has ganado en las elecciones, te felicito, pero no te hagas ilusiones, la realidad sigue siendo la misma y tienes que "ganar el pan con el sudor de tu frente" ,y, si has perdido, es lógico que te sientas mal, pero ten presente que tu vida depende de ti y no de ganar o perder las elecciones.
De las elecciones podemos sacar algunas enseñanzas.


1. El resultado depende de millones de personas que piensan de forma muy distinta por razones profundas que no entendemos; por tanto, lo único que puedes hacer es cumplir con tu deber ciudadano y votar a conciencia.


2. Si bien las elecciones son importantes porque pueden cambiar el panorama político, económico y social, las personas sigue siendo igual que antes, de modo que, los problemas serán casi los mismos. Para cambiar la mentalidad de un pueblo se necesitan muchos años, por lo cual, vive la realidad y prepárate para triunfar en estas circunstancias.

3. Los problemas fundamentales de las personas no puede resolverlos ningún gobierno. Las personas verdaderamente capacitadas funcionan bien en cualquier gobierno, mientras que, las personas poco desarrolladas no funcionan bien en ningún gobierno. De aquí que, el objetivo fundamental es invertir en capacitación y desarrollo.

4. Los problemas personales son propios de cada persona y sólo cada persona puede resolverlos. Las ayudas que proceden de fuera son sólo paliativos. "Pan para hoy y hambre para mañana"


5. Los problemas sociales no existen en sí. Son sólo la expresión de los problemas de los ciudadanos; por lo que, para resolver los problemas sociales es necesario que antes cada ciudadano resuelva sus propios problemas, lo cual sólo es posible mediante la capacitación y el desarrollo de las personas. "Moral y luces son nuestras primeras necesidades" Simón Bolívar.


6. Las elecciones son un mecanismo a través del cual se canalizan, de forma pacífica, las esperanzas, aspiraciones y también las frustraciones de la sociedad, de modo que, las elecciones son, por encima de los resultados, un éxito de la democracia.


7. En las elecciones el pueblo ha dado una lección de civismo y ha manifestado su deseo de vivir en paz, lo cual sólo es posible si todas las personas tienen acceso al conocimiento, al progreso y a la libertad; porque cuando la gente pierde la esperanza en un futuro mejor, se desencadenan los demonios que todos llevamos dentro.


8. Los resultados electorales invitan a todos a una reflexión y a trabajar unidos en la solución de los graves problemas que aquejan a la sociedad.


Debemos comenzar por agradecer a todas las personas que han trabajado durante meses y años en el quehacer político y a quienes han colaborado en el proceso electoral.


Lo mejor que podemos hacer es contribuir al desarrollo de la democracia, siendo más comprensivos y tolerantes; lo cual no significa ser complacientes con la mentira y con el mal. La mentira y la injusticia son males y deben ser combatidos, pero las personas que actúan en su nombre, están equivocadas y merecen respeto.


9. En vista de que cada quién tiene sus razones, nadie tiene derecho a juzgar al otro, pero sí tenemos el deber de entendernos y de trabajar unidos.

 

10. Es importante desarrollar capacidad crítica a nivel político, económico y social para estar protegido contra los populismos, fanatismos e ideologías.

Practica el diálogo y evita las discusiones.

Evita también los programas en los que se insulta, descalifica u ofende a las personas, porque están cargados de veneno, son altamente contaminantes y producen alienación mental, moral y espiritual.


11. La educación, el respeto y una actitud comprensiva hacia los demás es la mejor forma de contribuir al progreso del país y a la unión de todos los venezolanos, pues, al final, dependemos unos de otros. Hoy ganan unos y mañana ganarán otros. Así es de caprichosa la política.


Haz amigos. Evita hacer enemigos.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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