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Editorial 593

 


Por sus obras los conoceréis

 

La vida es lucha y los más capaces se imponen a los demás, por lo cual, es importante conocer a las personas para protegerse, mantener la independencia y tener el control de la propia vida.


No se trata de desconfiar de las personas, ni de vivir a la defensiva. Se trata de vivir alerta y de no ser ingenuo, pues, la excesiva confianza y la ingenuidad se pagan caras.

Las personas funcionan por hábitos consolidados a lo largo de los años. Los hábitos constituyen la estructura mental profunda de las personas y determinan su forma de ser y de actuar; de modo que, no pienses que las personas pueden cambiar del día a la noche. Las personas son como actúan y actúan como son. No se trata de conductas circunstanciales, sino de formas de ser.


De aquí la importancia de conocer a las personas para saber a qué atenerse. Sin embargo, no es fácil conocer a las personas. Hay personas que conviven durante muchos años sin llegar a conocerse. También ocurre que, mientras las cosas marchan bien, las personas tienen control sobre sus sentimientos y expresan sólo su parte positiva; el problema surge cuando las cosas van mal; entonces queda al descubierto la verdad profunda de las personas; es el momento en que se ponen a prueba el amor y los valores.


Las relaciones humanas y los negocios se basan en el respeto y en la confianza. La credibilidad es condición indispensable para una buena relación.


La honestidad es la base de toda relación. La honestidad a yuda a ver las cosas con objetividad, a juzgarlas con lógica y a resolverlas con la verdad y la justicia por delante.


La honestidad no es una conducta que abunde en la sociedad actual, debido a que las personas, por temor o por interés, tienden a fingir y a ocultar sus verdaderos sentimientos e intenciones. Con esta actitud no se llega lejos.


Cada persona tiene ideas, lenguaje, actitudes, valores y sentimientos positivos y negativos. Estos contenidos determinan la calidad de cada persona.


Cada persona emite vibraciones de acuerdo a la clase de persona que es. Estas vibraciones se expanden en todas direcciones, influyendo para bien o para mal en los demás.


Los aspectos negativos contaminan a los demás, generando un impacto a nivel mental, moral y espiritual. Este impacto es básicamente subconsciente, por lo cual, las personas afectadas no se enteran del daño recibido.


En vista de lo expuesto, necesitamos aprender a conocer a las personas para protegernos de toda influencia negativa. Lo ideal es alejarnos de esta clase de personas y protegernos internamente con el desarrollo de autoestima, criterios y valores.


Muchas personas, sobre todo los jóvenes, se creen fuertes e invulnerables y corren riesgos innecesarios. Es importante saber que todo lo negativo tiene efectos altamente contaminantes.

Las personas más peligrosas no son las que actúan de frente, sino las solapadas. De las primeras podemos protegernos, pero no de las segundas. De aquí el refrán: "Del agua mansa líbreme Dios, que de la brava me libro yo"

Todo vibra. El ser humano es como un imán magnetizado. Tiene el poder de atraer y de rechazar las vibraciones. Cuanto más desarrollada está la persona, más intensas, poderosas y rápidas son sus vibraciones y más protegida está contra las malas vibraciones negativas de los demás.


Si las personas supieran que las malas vibraciones se vuelven contra ellas mismas, evitarían los pensamientos, palabras, intenciones y sentimientos negativos. Toda vibración negativa comienza por herir a quien la produce; de modo que, necesitamos ser honestos y bondadosos, no sólo por razones morales, sino por sentido común.


Vivimos en una sociedad que emite vibraciones de temor, angustia, competencia, desconfianza y agresividad. Si dejamos entrar estas vibraciones nos iremos contaminando de las mismas enfermedades que aquejan a la sociedad. El antídoto son las vibraciones de signo opuesto. Si vibras en positivo, nadie podrá causarte daño. Para vibrar en positivo es necesario tener cierta calidad de persona, cultivar ideas, sentimientos, actitudes y conductas positivas.


Cómo conocer a las personas
Es fundamental desarrollar el sexto sentido. El sexto sentido es una sensibilidad especial, una intuición que ayuda a detectar los sentimientos e intenciones de las personas. A veces es suficiente un gesto, una palabra, un detalle o una expresión corporal mínima para percibir la realidad de las personas.


Todas las cosas tienden a asociarse de acuerdo a sus vibraciones. Los seres humanos se relacionan y se asocian de acuerdo a sus vibraciones; es decir, de acuerdo a su forma de pensar, de sentir y de actuar. Así se agrupan las personas en clases sociales, partidos políticos, profesiones, religiones, etc.


Las relaciones humanas son muy complejas. Existen muchas formas de relación (laboral, social, de amistad, familiar, íntima, etc.) Es importante conocer los aspectos que deben presidir cada una de estas relaciones para que sean nutritivas; de lo contrario pueden ser causa de fracaso y frustración.
Cuando estés claro en tus ideas, criterios y valores, sabrás que lo que no concuerda con tu forma de pensar, es, cuando menos, dudoso, y, de esta forma, podrás estar prevenido y actuar en consecuencia.


El problema de muchas personas es que no tienen criterios claros sobre el valor de las cosas, por lo cual, al carecer de capacidad crítica, aceptan como válidas ideas y conductas de bajo perfil. En estas condiciones no pueden protegerse de la influencia negativa de otras personas. Esta es la razón por la que la mayoría de las personas son manipulables.


De todas formas, lo más importante no es conocer a las demás personas sino conocerte a ti mismo y estar claro en tus ideas, valores y metas. Lo importante es seguir tu camino sin preocuparte por lo que hacen o dicen los demás. Al final, lo bueno se impone. Sin embargo, como estamos obligados a relacionarnos con toda clase de personas es importante aprender a conocer cómo son y cómo reaccionan para actuar de forma inteligente.


Es importante conocer a las personas con las que nos relacionamos habitualmente puesto que influyen mucho en nuestra vida. Como la vida fluye con rapidez no tenemos tiempo para analizar sus comportamientos en el momento en que ocurren, por lo cual, es recomenzable dedicar un tiempo en la noche para analizar los momentos claves del día. Con un poco de ejercicio aprenderás a detectar detalles importantes que han pasado desapercibidos.


No podemos conocer el corazón de las personas pero sí podemos conocer las ideas, palabras y actitudes que proceden del corazón.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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