1148 temas de desarrollo personal

Editorial 578

 

Justificar lo injustificable

 

En el Universo todo se rige por leyes inexorables, pero el hombre está dotado de libre albedrío, lo que le permite quebrantar las leyes.

Lo lógico es que el hombre se guiara siempre por la verdad y por el bien, pero, debido a la ignorancia, a prejuicios, intereses y temores, usa mal su albedrío y suele actuar al margen de la verdad, de la lógica y del bien.

El hombre está sujeto a un proceso de evolución, en el cual los instintos han perdido fuerza en beneficio de la inteligencia. La evolución es posible gracias al libre albedrío que permite elegir entre el bien y el mal; mas, para poder elegir correctamente, se necesita tener ideas claras sobre el valor de las cosas; esto es posible gracias al desarrollo de la inteligencia y de la conciencia. La conciencia moral hace juicios de valor sobre nuestras acciones y sentimientos. Para que los juicios sean correctos es necesario educar la conciencia en los principios de verdad, justicia, amor,... desarrollados por la humanidad durante miles de años.

Todo ser humano tiene una conciencia, aunque sea elemental, pero sólo una conciencia ilustrada puede emitir juicios correctos de valor.

La conciencia es como una voz interior cuya función es orientar al ser humano hacia el desarrollo y protegerlo de la autodestrucción.

Las personas evolucionadas tienen una conciencia ilustrada y actúan de acuerdo a la verdad y al bien; mientras que, las personas poco evolucionadas tienden a actuar de forma instintiva y a justificar su proceder.

Muchas personas prefieren acallar la voz de la conciencia para vivir a sus anchas. éste es el error más grave que puede cometer un ser humano contra sí mismo, pues, a partir de aquí, queda sin conciencia del bien y del mal; es decir, sin rumbo moral, a merced de los instintos y pasiones.

Este error se paga muy caro, porque, más pronto que tarde, la naturaleza hará justicia. La mayoría de las personas no t