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Editorial 577

 


Saber cuándo y cómo actuar

 

El objetivo de toda acción es obtener el objetivo deseado.

En la vida todo tiene un proceso (el aprendizaje, el cultivo del campo, la construcción, los negocios, la solución de problemas, etc.) Lo cual nos enseña que necesitamos actuar en el momento oportuno para obtener el resultado deseado.


Las personas suelen ser impulsivas e imprudentes, lo cual les lleva a "meter la pata" y a complicar las cosas, por lo cual, es conveniente ser prudente. La Prudencia es la virtud de actuar de forma justa, oportuna y con cautela, y de comunicarse con los demás por medio de un lenguaje claro y respetuoso.

Como el objeto de toda diligencia es obtener el resultado deseado, es importante crear previamente las condiciones favorables para tener éxito en el cometido. No es suficiente con tener la razón, hay que tomar también en cuenta las circunstancias del momento y el estado anímico de las personas.


Vivimos en una sociedad de interrelaciones.Todos dependemos de alguna forma de los demás, especialmente de quienes están a nuestro lado, por lo cual, el desarrollo y el éxito dependen de una buena relación.


No es suficiente con tener la razón, necesitamos que los demás comprendan y acepten nuestras razones. Necesitamos convencer por medio de razones y persuadir a través de una actitud emocional positiva. Los demás aceptan nuestras razones, cuando sienten que les respetamos, que somos honestos y que nuestra acción es justa; pero, aún en estos casos, necesitamoso algo más, necesitamos encontrar el momento oportuno, el momento en que las personas estén dispuestas a escuchar. Sin embargo, a pesar de nuestra mejor voluntad, nos encontraremos personas que se encierran en su posición.


"El que persevera vence" dice un refrán. La perseverancia es una virtud escasa en nuestros días, debido a que vivimos con prisa y queremos resultados inmediatos. Necesitamos ser activos, pero también necesitamos entender que las cosas sólo se logran cuando creamos las circunstancias favorables, de aquí la importancia de prever, planificar y controlar todos los aspectos importantes de nuestra vida. Se trata de adelantarse al futuro y tener respuestas para posibles imprevistos. Esto se logra capacitándose a buen nivel y siendo emprendedores y creativos.


La autoestima el liderazgo y la personalidad ayudan mucho en este sentido. Las personas desarrolladas saben cómo y cuándo actuar.


En una sociedad que vive a la defensiva es importante actuar con diplomacia y resolver las cosas de forma civilizada, a través del diálogo, sobre todo, cuando se trata de relaciones interpersonales. La vida social es muy compleja y surgen problemas a cada momento, los cuales podemos resolver de forma eficaz si aprendemos a ser más diplomáticos.


Ser diplomático supone un manejo inteligente de las ideas, de la palabra y de los sentimientos. Con frecuencia lo que separa a los hombres no son las ideas, sino los temores, el desconocimiento, la desconfianza y las actitudes negativas. La diplomacia ayuda a acercar posiciones, a ponerse en el lugar del otro, a comprender mejor la situación y a llegar a acuerdos.


Para actuar de forma diplomática es necesario aprender a controlar las emociones y actuar de forma más racional. No es fácil actuar de forma diplomática en una sociedad que se caracteriza por la mediocridad, la agresividad y por la falta de respeto. Sin embargo, está demostrado que la diplomacia es muy poderosa, es la única forma de resolver las situaciones difíciles. Lo que no se resuelve a través del diálogo, no se resuelve de ninguna otra forma. Ser diplomático no significa ser débil ni aceptar situaciones inaceptables; significa manejar con habilidad las herramientas que conducen al entendimiento.


La psicología nos enseña que las personas y los animales responden a los estímulos que reciben. Si quieres que las personas reaccionen de forma positiva debes enviarles estímulos positivos. Esto es tan cierto que en el entrenamiento de animales ya no se les castiga como antes, ahora el entrenamiento es sólo en positivo.


Aplicaciones


En la educación de los hijos y en las relaciones matrimoniales, sociales y laborales, utilizamos demasiados mensajes negativos con la esperanza de que las personas reaccionen de forma positiva. Como es lógico, al herir los sentimientos, las personas reaccionan de forma negativa. Por tanto, la diplomacia consiste en enviar sólo mensajes positivos y evitar todo lo que pueda herir o molestar, lo cual no significa callar la verdad, sino encontrar la forma de hacerlo sin ofender. A veces las formas son tan importantes como el contenido.


La finalidad de la palabra es convencer, persuadir y estimular , de modo que, al hablar debemos transmitir ideas que lleguen a la inteligencia de las personas y tengan el poder de convencerlas. Las ideas necesitan llegar también al corazón y despertar los sentimientos adecuados para que las personas las acepten. Finalmente, las ideas necesitan mover la voluntad de las personas para que actúen.


Es importante prever las cosas y resolverlas a tiempo, de este modo las decisiones fluirán de forma fácil y natural. Un problema no resuelto a tiempo tiende a incrementarse; de aquí la importancia de no postergar las soluciones.


Los padres que educan bien a sus hijos desde la infancia no tendrán problemas cuando lleguen a la adolescencia. Los esposos que se comprenden y respetan desde el principio no sufrirán grandes crisis matrimoniales. Las personas que se renuevan cada día jamás quedarán desfasadas.


Por tanto, lo ideal es tomar cada día las pequeñas decisiones que nos depara la vida y prever y crear las condiciones para ser dueños de nuestro futuro. Sin embargo, a pesar de funcionar bien y de hacer bien las cosas, siempre surgirán situaciones difíciles que nos obligarán a sacar lo mejor de nosotros. En estos casos es necesario actuar de forma proactiva. "La Proactividad es una actitud en la que el sujeto u organización asumen el control de su conducta de modo activo, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar soluciones, haciendo prevalecer la decisión personal sobre las circunstancias. La proactividad no significa sólo tomar la iniciativa, sino asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.


En definitiva: "Tu dependes de la calidad de lo que haces"


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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