Editoriales

Editorial 570

 


El suicidio

 

"Se estima que las dos terceras partes de quienes se quitan la vida sufren depresión y que los parientes de los suicidas tienen un riesgo más elevado (hasta cinco veces más) de padecer tendencias suicidas.


Los padecimientos psíquicos (depresión, ansiedad, las adicciones y las frustraciones) se encuentran presentes en 9 de cada 10 casos de suicidio.


Corea del Sur está realizando reformas en el sistema educativo. Sus estudiantes son los más preparados y competitivos del mundo, pero también los más infelices. El año pasado se suicidaron 200 estudiantes. Cada día se suicidan en Corea del Sur más de cuarenta personas... Sólo la mitad de los niños dicen ser felices; uno de cada seis se siente solo. El suicido aparece frecuentemente por no encontrar un lugar propio en el mundo, en el colegio o en su casa. El rechazo por parte de los padres es un factor importante.


El bullying o acoso escolar es factor importante de conductas suicidas en niños y adolescentes.


El precio que pagan los jóvenes por el éxito del sistema educativo es alto. Su nivel de estrés es el mayor entre los jóvenes del mundo y son los menos felices. Los niños estudian 49,4 horas a la semana, frente a una media en los diferentes países de 33,9 horas, y su índice de felicidad es de 65,1 respecto a un valor medio de 100. Lo cual es muy grave, porque indica que no viven la infancia ni la juventud.


Recientemente, la revista Forbes publicó una lista en la que se recogían los nombres de los diez países más "felices" del mundo. Esta lista, basada en un estudio que, desde hace cinco años, elabora el Instituto Legatum de Londres, ha sido calificada como "índice de Prosperidad"


Este estudio reveló que, curiosamente, los países que ocupan las primeras posiciones del ranking de Forbes, como Dinamarca, Canadá, Estados Unidos, Islandia, Irlanda y Suiza, entre otros, son los que registran las tasas más altas de suicidio.


Según los autores de la investigación, el nivel de felicidad de los demás sería un factor de riesgo de suicidio, porque las personas descontentas tienden a juzgar y dramatizar su desgracia cuando se comparan con las personas felices que les rodean; mientras que, las desgracias personales pueden hacerse más tolerables en un ambiente donde los demás también son infelices.


El ser huamno posee dos intintos poderosos: el instinto de vida (Eros) que nos hace aferrarnos a la vida con todas las fuerzas de nuestro ser, y el instinto de muerte (Tanatos) que no empuja al suicidio cuando la vida se hace insoportable. Si no fuera por el instinto de vida y por la educación moral recibida que impide atentar contra la vida, serían muchos los millones de personas que se suicidarían.


El suicidio es el resultado de un proceso mental. Los suicidas se encuentran en una situación de indefensión y desesperanza. Sufren de depresión, impulsividad y baja tolerancia a la frustración. Son personas sin espíritu de lucha. También pueden ser perfeccionistas, críticas y rígidas. Existen otros factores importantes como los antecedentes patológicos, particularmente los trastornos afectivos y el abuso de alcohol y drogas, así como el haber sido maltratados y abusados sexualmente.


Las presiones laborales también son causa de numerosos suicidios. En la empresa Telecom se han suicidado más de 80 personas en los últimos años, y, a pesar de todas las medidas tomadas en 1908, en el 2009 se suicidaron 25 personas, en 2010 se suicidaron 23, y la empresa sigue sin controlar la situación.

Existen también los suicidios silenciosos. Muchas personas, agobiadas por los fracasos y frustraciones, no soportan la vida y necesitan liberarse, pero no pueden hacerlo a través del suicidio, porque sus principios morales lo prohiben; además la decisión de suicidarse supone mucho valor, pues, el suicidio va en contra del instinto de vida.


Para salvar este obstáculo, muchas personas buscan una salida a través de la creación de un cáncer. Se trata de una respuesta inconsciente, de la cual la persona no tiene conciencia, de modo que no se siente culpable del suicidio silencioso.


Conozco algunos casos de personas que se generaron un cáncer, como consecuencia de situaciones insoportables, y, de repente, sin que mediara un tratamiento importante, se curaron, como consecuencia de haber resuelto el problema y haber encontrado sentido a su vida.


Hoy sabemos que más del 70% de las enfermedades son de origen psicosomático. Cuando las personas no expresan su energía de forma positiva, es decir, a través del éxito, de las buenas relaciones, etc. entonces, la energía reprimida trastorna el buen funcionamiento de la mente y del cuerpo, dando origen a enfermedades. Esta es una forma de autodestruirse.


Los suicidios tienden a crecer como consecuencia de una sociedad escasa de principios y valores, carente de fortaleza moral y mental, con baja autoestima, con escasa integración social y con poco sentido de pertenencia.

 

Cómo superar la tendencia al suicidio


El suicidio es una respuesta desesperada a una situación insoportable, a la cual no se encuentra salida. Es importante aprender a pensar, desde niños, que todo tiene solución, que después de la tormenta viene la calma.

La decisión de suicidarse depende más de factores emocionales que de causas reales; por esta razón, en las mismas circunstancias, unas personas se suicidan y otras no.


El suicidio tiene un proceso mental. Al comienzo la persona se siente fuerte y piensa que puede controlar las ideas suicidas, pero, si no se resuelve la situación a tiempo, las ideas suicidas van tomando fuerza y empujan a la persona a la decisión fatal. De aquí la importancia de buscar apoyo a tiempo, antes de que las ideas suicidas tomen el control de la mente. Las ideas suicidas no echan raíces mientras la persona tiene los pies sobre la tierra. Echan raíces cuando la persona pierde la perspectiva de la vida y se deja dominar por la angustia.


Es importante encontrar el sentido de la vida y el valor real de las cosas.


Es importante tener autoestima, sentirse capaz, libre y querido.


Es importante evitar dramatizar los problemas.


En una sociedad presidida por la competencia y la incertidumbre, es importante cultivar la fe, la esperanza, la fortaleza mental, la capacidad de lucha, el manejo de las emociones y la resistencia a las frustraciones, pues, al final, el suicidio es la consecuencia de una gran debilidad.


Estamos seguros de que quienes leen este tema están protegidos contra el suicidio, pero necesitamos recordar que existe una forma de "suicidio menor" que consisten en vivir sin pena y sin gloria, el cual afecta a muchas personas que están vivas físicamente, pero moribundas a nivel afectivo, moral y espiritual.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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