Editoriales

Editorial 563



Evita el cansancio físico y mental


La clave del éxito está en saber invertir de forma inteligente el tiempo y la energía. Las siguientes ideas te pueden ayudar a mejorar la calidad de tu vida.

El cerebro no descansa de día ni de noche. Durante el sueño queda liberado de la actividad consciente pero sigue trabajando a nivel subconsciente, organizando la información, creando nuevas conexiones nerviosas y buscando respuestas para los problemas de la vida. El cerebro tiene momentos de alta intensidad y momentos de recuperación. Gracias a la sabiduría de la naturaleza el cerebro se autorregula, pero el ser humano tiene el poder de trastornar su buen funcionamiento.


Existe un cansancio natural, como resultado de las actividades; se trata de un mecanismo que tienen como objetivo detener la actividad para salvaguardar la salud física y mental, evitando el agotamiento. El cansancio normal se recupera con rapidez pero el agotamiento supone tiempo para la recuperación.


Hoy sabemos que los seres humanos invierten más del 70 % de la energía mental en controlar los instintos, los temores, la angustia y las preocupaciones, debido a que la sociedad está programada en términos de competencia, lo cual genera mucho desgaste físico y mental.

Cada día son más las personas que acuden a consulta médica, aquejadas de agotamiento y de enfermedades psicosomáticas. El problema no son el cansancio ni las enfermedades en sí, ellos sólo son los síntomas de una situación insoportable. Surgen cuando la resistencia del cerebro llega a su límite y se corre el peligro de incurrir en trastornos que pueden dejar secuelas graves.
Qué podemos hacer
El ritmo de la vida se acelera cada día y resulta difícil liberarse de su dinámica. Pero el problema no está en el ritmo de la vida. El problema está en nuestro desfase.

Desde hace muchos años sabemos que la ciencia avanza, que el progreso avanza y que las cosas cambian con rapidez, pero la mayoría de las personas y de las instituciones se han quedado detenidas en el tiempo. Se han convertido en simples espectadores del paso de la cosas, y, ahora se sienten desbordadas por situaciones que no saben cómo manejar.


Las crisis de la familia, de la educación escolar, de la economía, de la política y de los valores, son el resultado de la falta de evolución. Hemos progresado mucho en los aspectos científico, tecnológico y material, pero hemos quedado rezagados en el desarrollo humano. Como consecuencia de este desfase, las personas son desbordadas por los instintos, por los temores, por el egoísmo, por la competencia y por la corrupción. Se trata de una forma de guerra no declarada que nos afecta a todos y que genera mucho desgaste físico, mental, moral y espiritual.
El problema fundamental está en que hemos sido educados para el sometimiento, para vivir de un sueldo, para hacer las cosas de forma rutinaria, y, ahora que cambian las pautas de la vida, y, ahora que no hay trabajo, no sabemos qué hacer. En esta situación, lo lógico es que las personas se sientan angustiadas y cansadas física y mentalmente.


En vista de esta realidad universal que avanza de forma inexorable, necesitamos encontrar nuestra fuerza interior. Todo lo que necesitamos está dentro de nosotros.


Necesitamos capacitarnos para estar a la altura de las circunstancias.


Necesitamos simplificar la vida, establecer prioridades y desembarazarnos de muchas necesidades creadas, de gastos innecesarios y de compromisos inútiles.


Necesitamos tomar el control de nuestra vida y alcanzar la mayor independencia posible en todos los aspectos.


Necesitamos saldar las deudas que hemos contraído con la vida, en forma de ignorancia, falta de preparación, pereza, baja autoestima, etc.


Conscientes de que la fortuna es caprichosa y el futuro es incierto, necesitamos adelantarnos al futuro y crear ciertas condiciones mentales, culturales, económicas, etc. que nos proporcionen cierta seguridad.


Lo que más cansa no es el estudio, ni el trabajo, ni los retos de la vida, sino la angustia, la falta de éxito, la falta de interés, la falta de hábitos y de métodos eficaces.


Necesitamos planificar la vida y asumir retos con decisión y perseverancia. Cuando algo va mal, se debe a que la forma de actuar es incorrecta. Es necesario rectificar.


Los pobres llevan décadas manejados por gobiernos populistas, esperando que un día alguien les saque de la pobreza, pero ese día nunca llegará, porque nadie puede sacarles de la pobreza mental que es su verdadero problema. Por la misma razón, no esperes que nadie te saque de tus problemas, esa es tu responsabilidad.


El éxito, la ilusión, la fe y la esperanza son fuerzas que generan feed back y mantienen el cuerpo y la mente en perfecto estado de funcionamiento. La razón está en que las personas en vez de invertir el 70% de su energía en controlar los temores y las angustias, la invierten en objetivos importantes que proporcionan éxito. El éxito y la felicidad son los antídotos contra el cansancio


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus