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Editorial 559

 


Mitomanía

 

La mitomanía es un trastorno psicológico que consistente en mentir de forma compulsiva y patológica distorsionando la realidad.


La mitomanía es una tendencia a crearse una vida imaginaria en la que se pueden satisfacer los deseos que niega la vida real. El mitómano rechaza la realidad y carece de lucidez sobre sí mismo y sobre las realidades de la vida. El mitómano se caracteriza por la excesiva emoción y teatralidad que pone en las historias que cuenta.


El mitómano miente para construir una mejor imagen de sí mismo frente a los demás o para conseguir lo que desea. Se caracteriza por recurrir a la mentira continuamente sin medir las consecuencias, con tal de maquillar una realidad que considera inaceptable y que no puede enfrentar.


La mentira se convierte en algo cotidiano que no puede evitar, por lo que recurre a cadenas de mentiras para mantener la farsa. El mitómano desarrolla tales habilidades para embaucar, que las personas tardan mucho tiempo en descubrir el engaño.


El mitómano busca aumentar su nivel de autoestima con la mentira. Muchos no persiguen un beneficio económico, sino que saben que mienten y disfrutan con ello. Les encanta engañar a personas que son más importantes o inteligentes que ellos.


El mitómano busca impresionar y que los demás le acepten y respeten porque tiene mucho miedo al rechazo social y la mentira es la única forma que tienen de llamar la atención o de destacar.


Muchos mitómanos comienzan como un recurso para salir de un apuro o conseguir algo y luego se convierte en hábito. Algunos grandes mentirosos, como los timadores, son modelos para quien quiere lograr algo de manera rápida y sin esfuerzo.


En el plano social, el mitómano comienza a perder credibilidad y se lo cataloga como el “cuenta cuentos”. A nivel familiar, es visto como una persona poco confiable y las amistades tienden a alejarse o bien terminan por apartarle del grupo.


El peor escenario es cuando la mitomanía afecta a terceras personas. Esto ocurre cuando la “manía” de mentir está presente en personalidades antisociales, estafadores o psicópatas. En estos casos las personas pueden ser víctimas de estafas. Es frecuente el caso del psicópata seductor, que destaca por un encanto superficial, pero que somete con sus mentiras a las víctimas y obtiene de ellas todo lo que puede: dinero, posición, influencia o sexo"


Niveles de mitomanía


En realidad todos los seres humanos tendemos a usar "máscaras" para protegernos de la curiosidad, de la crítica y de otras muchas actitudes negativas de la sociedad. Manipulamos el lenguaje de acuerdo a las circunstancias, simulamos, mentimos, fantaseamos etc. y nosotros mismos nos creemos nuestras historias.


En vista de esta realidad, es importante aprender a detectar nuestras propias mentiras y las incongruencias en el lenguaje de las personas, lo cual no significa desconfiar ni vivir a la defensiva, pero sí vivir alerta, porque la ingenuidad se paga cara.

El importante distinguir entre mitomanía y simulación. En la mitomanía, la motivación es inconsciente, aunque esto no significa que el mitómano no se dé cuenta de que miente, pero no puede evitarlo. En la simulación el sujeto es plenamente consciente de la falsedad de sus historias.
Es importante saber que los niños tienden a confundir la realidad con la fantasía.
Acostumbran a inventar, a deformar y a exagerar. “Mamá, José se cayó y casi se mata”. Esta tendencia es conocida como fabulación. Los niños viven en un mundo mágico aproximadamente hasta los cinco años; carecen de reflexión moral y de criterios sobre la verdad y la mentira. Muchas veces, cuando el niño miente está expresando lo que percibe a través de su fantasía o de su temor, por tanto, no se trata de una mentira. Sin embargo, el uso frecuente de este tipo de conducta, revela un problema de inseguridad, de inmadurez y de desadaptación.


La mentira es un mecanismo de supervivencia que ayuda a sobrevivir y a proteger la autoestima, pero la mentira puede convertirse en una conducta habitual y degenerar en mitomanía


En 2005, los medios de comunicación se hicieron eco de uno de los casos de mitomanía más espectaculares de los últimos años. El historiador Benito Bermejo destapó la gran mentira de Enric Marco, quien, desde 1978 hasta 2005, afirmaba haber estado en el campo de concentración nazi de Flossenbürg. Pero su mentira no se limitó a simples charlas de café. Marco, nacido en 1921 en Barcelona, llegó a presidir la asociación Amical de Mauthausen , que representa a los ex deportados de los campos de concentración del nazismo. Recibió la Cruz de Sant Jordi, máxima distinción que otorga el Gobierno de la Generalitat catalana, y dio numerosas conferencias.


Su justificación, una vez descubierto el engaño, fue que no lo hizo "por maldad", sino porque parecía que le prestaban más atención y "podía difundir mejor el sufrimiento de quienes pasaron por los campos de concentración".


Algunos expertos consultados por los medios de comunicación señalaban la personalidad narcisista y mitómana de Marco, con una inclinación enfermiza a inventarse historias para ser admirado, de manera que, cuanto más mentía, más reconocido se sentía, a la vez que crecía su miedo a ser descubierto.


Puesto que las relaciones humanas y los negocios se basan en la confianza, es importante tener el valor de ser auténtico, de eliminar máscaras y de cultivar un lenguaje claro y directo.


Debemos tener presente que las personas ven más allá de nuestra apariencia. Las personas perciben nuestras vibraciones, las cuales provienen de la realidad profunda de nuestro ser.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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