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Editorial 558

 


Disciplina mental

 

Los niños de Harvard


La universidad de Harvard realizó la siguiente prueba. Reunió a varios niños de cuatro y cinco años y colocó frete a cada niño un trozo de pastel muy provocativo. Como es de suponer, los niños se emocionaron con tan formidable obsequio. La persona encargada del experimento les dijo: Voy a salir por un instante y nadie debe comer el pastel hasta que yo regrese.


Cuando regrese regalaré otro trozo de pastel a quienes hayan obedecido la orden y no hayan comido el pastel. La persona salió, después de comprobar que todos los niños habían entendido las indicaciones, pero, en vez de regresar al momento, como les había prometido, tardó más de quince minutos, con el fin de probar la paciencia y la resistencia mental de los niños. Hay que señalar que había varias cámaras grabando las actitudes y expresiones corporales de cada niño.


Cuando regresó, encontró que algunos niños no habían podido resistir la tentación y habían comido el pastel, otros supieron resistir y perseveraron hasta el final. La universidad siguió la pista de estos niños. Hoy son personas maduras y el resultado es el siguiente: Los niños que sucumbieron a la tentación, son personas del montón. No son exitosos en ningún aspecto. Por el contrario, los niños que resistieron la tentación y perseveraron hasta el final, hoy son hombres exitosos a nivel personal, intelectual, familiar y profesional.


Sin duda, los padres programan a sus hijos a temprana edad y queda definida su actitud y la dirección que tomarán en la vida, a no ser que se generen cambios importantes, lo cual es difícil, debido a que los hábitos adquiridos impulsan en la dirección establecida.


Parece que la fortaleza mental, la disciplina mental, la resistencia a las frustraciones y la perseverancia, son factores fundamentales para lograr el éxito; lo cual nos indica que, analizando las actitudes de las personas, su fortaleza mental y su perseverancia, podemos determinar cómo les irá en la vida. Ahora bien, conscientes de esta realidad, deberíamos dedicar tiempo y esfuerzo a fortalecer estos aspectos de la personalidad, en vez de perder tiempo en el logro de cosas superfluas.


Si tienes hijos, aplícales este experimento y comprueba hasta dónde llega su fortaleza mental. Y, en adelante, encuentra la forma de desarrollar disciplina mental, control de las emociones, resistencia a las frustraciones y perseverancia. Es la mejor forma de fortalecerlos contra la agresividad de la vida y contra sus propias debilidades. Esto es válido también para los adultos.

Los adultos pueden rectificar ciertas conductas, pero su estructura mental sigue siendo casi la misma a lo largo de toda la vida. Muchas personas aprenden con los fracasos y con la experiencia de cada día y quieren renovarse, pero, les resulta muy difícil, debido a que los hábitos mandan; sin embargo, con método y perseverancia se pueden lograr cambios importantes.


Es fundamental cultivar constantemente las ideas, sentimientos, lenguaje, actitudes, conductas, decisiones y valores correctos, pues, estos factores son los que modelan nuestra personalidad, día a día, de forma lenta pero profunda.


La disciplina mental no se logra con esfuerzos sobrehumanos realizados de forma esporádica, sino con pequeños esfuerzos realizados de forma consciente y constante. Todo logro es el resultado de un proceso en el que se hacen bien la cosas.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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