Editoriales

Editorial 553

 


Cómo comprender y perdonar

 

Es importante comprender la situación de los demás y las causas o razones por las que son como son y actúan como actúan. Sólo entonces podemos entender su situación y controlar nuestras emociones.


No siempre podemos controlar o cambiar a los demás, pero podemos lograr que su comportamiento no nos afecte de forma seria.


La comprensión del otro es el primer paso para el entendimiento y para el perdón.


El mayor problema en las relaciones humanas está en que no escuchamos. El sólo hecho de escuchar con atención y respeto ayuda a resolver muchos conflictos.


Cuando comprendemos las razones por las que una persona actúa mal, y, cuando comprendemos lo mal que se debe sentir para actuar de esta forma, se activan los sentimientos de comprensión, de compasión y de perdón.


Los seres humanos somos muy justicieros. Tendemos a juzgan y a condenar de forma impulsiva a quienes actúan al margen de la ley y a quienes nos perjudican, debido a que los percibimos como una amenaza a nuestra seguridad. Esta actitud es natural e instintiva, pero no podemos dejarnos llevar por ella, porque desencadenaría conductas irracionales de nuestra parte.

Es importante saber que nadie actúa porque quiere o porque le da la gana. Toda conducta humana es el resultado de hábitos mentales adquiridos a lo largo de los años. Los comportamientos humanos son respuestas que nacen de dentro, de la estructura profunda de la persona. Las personas que actúan de forma violenta se debe a que son víctimas de su propia violencia interna.

 

Su agresividad es resultado de una guerra interna que no pueden manejar, lo cual no justifica su agresividad ni las personas tienen por qué soportarla, pero el conocimiento, por parte nuestra, de esta realidad, nos ayudará a evitar entrar en conflicto y a manejar las cosas de forma inteligente.


Las personas honestas se rebelan contra las personas injustas y corruptas, pues no cabe en su mente el abuso ni la corrupción.


Las injusticias y la corrupción causan mucho daño a la sociedad, por lo cual, generan sentimientos de rabia y de odio, lo cual es natural, pero no podemos dejarnos llevar por la rabia ni por el odio, porque dañan el equilibrio y la paz mental. Necesitamos entender que personas injustas, violentas, corruptas,... llegan a esta situación porque carecen de valores, de autoestima, etc. Esta es su mayor desgracia, en el fondo son unas infelices.


El hecho de comprender a esta clase de personas, no significa que aceptamos la situación. Indica que los respetamos como seres humanos que son, porque nosotros somos personas civilizadas, pero es nuestro deber combatir sin descanso su comportamiento, porque es una mala semilla que tiende a crecer y multiplicarse.

Los seres humanos tendemos a ser críticos y justicieros pero a la vez permisivos. Necesitamos criticar menos y ser más exigentes y proactivos, de lo contrario es posible que gran parte de la sociedad se vaya al garete.


Esta actitud debemos aplicarla en todos los aspectos de la vida social. En cierto modo, las "personas buenas" son cómplices de las injusticias, de la violencia y de la corrupción, porque se abstienen de hablar y de actuar, por temor, por comodidad o por cobardía.


" El mundo no está amenazado por las malas personas sino por aquellos que permiten la maldad. (Albert Einstein)


Cuenta el Génesis que, después de que Caín mató a Abel, se le apareció Dios y le preguntó: "Caín, ¿Dónde está tu hermano Abel? a lo que Caín respondió: ¿Acaso soy el guardián de mi hermano?


En realidad los seres humanos nacemos libres, con deberes y derechos personales; pero también es cierto que la mayoría no son realmente libres, debido a que están atrapados en la ignorancia, en los temores, en los complejos y en las pasiones.


Lo más fácil es lavarse las manos y decir, este no es mi problema. Pero hoy como en tiempos de Caín, Dios nos dice: ¿Dónde está tu hermano? ¿Qué haces por ayudar a quienes están atrapados en la ignorancia, en la pobreza, en la violencia o en la corrupción?

Es importante entender que nuestra misión en la vida es algo más que trabajar para comer y sobrevivir.


El hecho de comprende y perdonar es el primer paso. El siguiente paso es más exigente: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos"


Después de analizar lo expuesto y de comprender la desgracia de quienes actúan mal, tal vez podamos llegar a sentir compasión por ellos y a sentirnos mejor con nosotros mismos.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus