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Editorial 552

 


Juventud inmadura

 

Un estudio sobre la juventud indica que los jóvenes actuales son más inmaduros que los jóvenes de antes. Hace veinticinco años un adolescente de 15 años tenía la madurez que tienen hoy los jóvenes de 20 años.


A primera vista parece contradictorio, pues, los jóvenes actuales tienen más experiencia e información, pero el resultado es lógico si tenemos en cuenta los aspectos que determinan la madurez.
Se entiende por madurez el desarrollo físico, emocional, intelectual, moral, social y espiritual que permite a la persona ser consciente, autosuficiente, responsable y protagonista de su destino.


"Una persona es emocionalmente madura, cuando ha desarrollado en su pensamiento y en su conducta, actitudes que la hacen superar el "infantilismo" y las aplica tanto en su persona como en sus relaciones con los demás"


Las personas inmaduras se caracterizan por estar dominadas por fuerzas instintivas; son infantiles, caprichosas, egocéntricas, irresponsables, ilógicas y desadaptadas a la realidad de la vida. Como es lógico existen distintos grados de inmadurez.


En épocas pasadas las personas maduraban a temprana edad, debido a que desde niños adquirían un conocimiento experimental de la dura realidad de la vida, tenían tiempo para reflexionar y madurar las experiencias y estaban obligadas a asumir, desde niños, responsabilidades importantes.


Hoy, las cosas han cambiado mucho, y, en nombre de la "libertad" pululan toda clase de criterios y de comportamientos, lo cual genera mucha confusión. Por si esto fuera poco, la cantidad de información es tan abrumadora y fluye con tal rapidez que no hay tiempo para procesarla, de modo que, los jóvenes, sin criterios claros y si tiempo para reflexionar, crecen sin estructura mental, sin conciencia clara del valor de las cosas y sin madurez emocional.


Con los años las cosas no mejoran mucho, debido a que la falta de criterios claros y de valores definidos, impiden tomar conciencia de las cosas. dada día encontramos más personas adultas con "mente de pollo"


Después de leer los siguientes puntos señalados por Herbert Martín, podemos comprender por qué la mayoría de los jóvenes y de los adultos son inmaduros.


• Madurez es saber controlar la ira o zanjar las diferencias sin violencia, ni destrucción; significa paciencia.


• Es la libertad de rechazar un placer momentáneo en aras de una felicidad duradera.
• Madurez es perseverancia y habilidad de llevar a cabo un proyecto a pesar de los obstáculos o fracasos.


• Es la capacidad de enfrentarse a las desgracias, frustraciones, molestias y derrotas sin lamentaciones ni colapsos.


• Madurez es humildad; tener el valor de reconocer cuando se está equivocado o si la razón está de nuestra parte no experimentar la satisfacción de decir: "Yo te lo advertí".


• Madurez es tomar una decisión y sostenerla. La gente inmadura pasa sus vidas explorando posibilidades sin fin y terminan por no hacer nada positivo.


• Madurez significa culminar con la palabra dada. Las personas que carecen de ellas son maestras de las disculpas, son aquellas que viven confusas, que no saben cómo organizarse, sus vidas se convierten en larga cadena de promesas rotas, de amistades pasajeras, de negocios sin terminar y de buenas intenciones que nunca llegan a materializarse.


• Madurez es el arte de vivir en paz con situaciones que no podemos cambiar o tener el valor de cambiarlas cuando las circunstancias así lo exigen.


La madurez se adquiere en el hogar a través de una educación rica en estímulos intelectuales, afectivos, sociales, morales y espirituales.


Causas de la inmadurez

Las causas son muchas pero podemos resumirlas en:

 

El debilitamiento de los principios y valores y el auge de una filosofía materialista.


El debilitamiento de la familia... pérdida del espíritu de familia, incremento de los divorcios, dedicación excesiva al trabajo con el abandono consiguiente de los hijos, la falta de tiempo compartido.


La prisa, la angustia, la competencia, la avalancha de información contradictoria, etc. que dejan tiempo para la reflexión, para la asimilación de las experiencias, para madurar. Las personas viven automatizadas, no piensan, no analizan, no utilizan la lógica ni el sentido común.


La consecuencia de esta situación es que los jóvenes viven a la deriva, no saben qué profesión estudiar, carecen de proyecto de vida, de objetivos concretos, de conciencia, de disciplina, de responsabilidad. Como es lógico, son víctimas de una sociedad que los manipula a su antojo y los convierte en presas fáciles de mil necesidades creadas, de las modas del momento.


Una persona inmadura no sabe controlar los impulsos instintivos (cuyo objetivo es el disfrute sin límites, generalmente de forma caprichosa e irresponsable.


En las personas inmaduras, el subconsciente (Niño) ha contaminado al Yo (Adulto); por lo cual, el primer esfuerzo debe ir orientado a aclarar su mente para que comprenda y acepte la realidad y asuma la responsabilidad de su desarrollo. Esta labor supone el aprendizaje de muchas conductas que van en contra de la tendencia natural a lo fácil.


Como la vida no se detiene y crecen las responsabilidades, es necesario atacar de frente y con rapidez el problema de inmadurez antes de que se compliquen las cosas; sin embargo, hay que adaptase a un ritmo prudente, pues una presión excesiva podría asustar y echar abajo el plan de superación.


Como ya hemos señalado el problema no es la conducta inmadura en sí, sino las causas que la generan. La causa fundamental es un error en el enfoque de la vida; por lo que hay que comenzar por aclarar la mente, adquirir criterios claros sobre los aspectos importantes de la vida y rectificar.

La inmadurez se inicia en el hogar.. consentimiento, falta de afecto, de estímulos correctos, indisciplina....


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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