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Editorial 542

 


No bajes la guardia

 

La mente humana es activada constantemente por numerosos estímulos (ideas, sentimientos, intereses, angustias, exigencias sociales, etc.) que hacen que el cerebro preste atención a muchas cosas distintas, de modo que la atención se dispersa en distintas direcciones, perdiendo poder y eficacia.


El cerebro tiene que hacer un esfuerzo considerable para mantener las ideas bajo control. Cada vez que te distraes, se van las ideas de la mente y el cerebro tiene que hacer un gran esfuerzo para recuperarlas. La dispersión mental es la razón fundamental por la cual las personas tienen dificultad para lograr sus objetivos; por tanto, cuando se trata de lograr un objetivo importante es necesario centrarse en él y perseverar en la acción hasta alcanzarlo.


Cuando nos concentramos en un objetivo importante, se integran las ideas y el interés y se enfocan en una misma dirección, lo que hace que todos nuestros poderes mentales trabajen unidos. De aquí la importancia de establecer objetivos a corto mediano y largo plazo y centrarse en ellos.


Todo cambio se inicia en la mente. Todo logro parte de una idea y de un deseo, mas, para que las ideas y deseos se conviertan en realidad es necesario poner en ellos la mente y el corazón y actuar con diligencia.


Existe un principio básico de psicología, según el cual, los seres humanos tienden hacia lo que les proporciona placer y bienestar y rechazan lo que les causa angustia; por tanto, necesitamos comenzar por establecer objetivos valiosos por los cuales vale la pena vivir y luchar. Es importante convertir estos objetivos en retos ineludibles. Cuando una persona acepta el compromiso de un reto, el cerebro se pone a trabajar sin descanso para convertirlo en realidad.


En la actualidad las personas son débiles de carácter y claudican con facilidad, porque no tienen un proyecto serio y carecen de valores y de convicciones. Viven a la deriva, al vaivén de las circunstancias, lo que hace que sean arrastradas por la dinámica de la sociedad.


El objeto de la vida es el desarrollo, la libertad y la felicidad. Pero estas posibilidades sólo son posibles si desarrollamos cierto grado de conocimiento, habilidades, autoestima, valores, adaptación, autosuficiencia, capacidad productiva, etc. Por lo cual, estos son los objetivos a lograr por encima de toda otra consideración, porque en ello nos va el éxito o el fracaso.


En estos aspectos no podemos bajar nunca la guardia. Debemos estar alerta, porque vivimos en una sociedad mediocre y materialista que influye de forma poderosa en las personas.


Los niños y jóvenes, faltos de orientación, pierden muchas oportunidades que no volverán jamás. A medida que pasan los años, las personas comprenden mejor el valor real de las cosas, pero ya es tarde.


La desilusión y la frustración de la mayoría de las personas se deben a que tienen conciencia de las oportunidades que han perdido a lo argo de la vida por no haber sido conscientes ni responsables, por dejarse llevar por la corriente de la sociedad, por haber bajado la guardia.

Para no bajar la guardia necesitas:


Diseña un proyecto de vida por escrito y establece los objetivos por los cuales vale la pena vivir y luchar, para que no te ocurra como a tantas personas que luchan durante toda la vida por objetivos que creían importantes y al final sólo les queda vacío y frustración.


Una vez establecidos los objetivos, céntrate en ellos y no pierdas tiempo ni energía en cosas superfluas. La vida es corta y la energía limitada. Tienes sólo el tiempo justo para convertir tus sueños en realidad.


Necesitas aprender a protegerte de muchos mensajes basura que te llegan de todas partes. La sociedad genera mucho desgaste moral y psíquico.


Revisa todos los días tu mapa de ruta para que no te desvíes del objetivo central. Muchas personas se desvían poco a poco, sin percatarse de ello, y, al final, llegan a donde nunca hubieran querido llegar.


No bajes la guardia significa: Cuida tu autoestima, tus valores y tu dignidad, por encima de todas las opiniones, ideas o conductas de la sociedad, porque ellos constituyen tu verdadero valor. Muchos problemas sociales y psíquicos tienen su origen en el debilitamiento o pérdida de la autoestima, de los valores y de la dignidad.


Para lograr objetivos importantes necesitas poner las bases que los sustenten. Cuanto más importante es el objetivo, más consistente debe ser la base. Con frecuencia no logramos los objetivos que nos proponemos porque no tenemos base, porque no están dadas las condiciones; de modo que, comienza a poner las bases de lo que quieres lograr, y, recuerda que, todo tiene un proceso.


En la lucha por los objetivos hay muchos altibajos, momentos en que las cosas fluyen y momentos en que se trancan. Esta situación es natural. Cuando las cosas no fluyen, se debe a varios factores: pérdida de interés o de concentración, o bien, a que no existe la organización mental necesaria para que surja la creatividad. Con frecuencia se produce una detención, conocida como "platteau" (palabra francesa que significa platea, descanso...) El cerebro es sabio, conoce la realidad interna y detiene el avance para realizar ajustes y crear las condiciones para luego avanzar a niveles superiores. Muchas personas que desconocen esta realidad se desaniman, tiran la toalla, bajan la guardia.


Las personas exitosas no son más inteligentes que las demás personas, pero sí son más perseverantes y emprendedoras. Su actitud es determinante. No aceptan la derrota, sólo aceptan el éxito.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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