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Editorial 534

 

Los problemas tienen un proceso

 

Nada ocurre por generación espontánea. Todo en la vida tiene un proceso.

La conducta humana funciona como un todo. Cada logro importante es producto de muchos factores que coadyuvan de forma sincronizada, y, cada problema o fracaso es causado por muchos factores.

La vida funciona en base a leyes que se cumplen de forma inexorable. Todo lo que nos ocurre, bueno o malo, es el resultado de procesos largos que hemos alimentado a través de acciones continuadas, convertidas en hábitos, los cuales se han consolidado a través del tiempo y ahora mandan en nosotros.

El éxito no es el resultado de hechos aislados, ni de la voluntad del momento, si así fuera, lograríamos todo lo que nos proponemos. El éxito es el resultado de una vida responsable y bien organizada. El fracaso tampoco es producto de la mala suerte, ni de circunstancias adversas, sino de una vida irresponsable y desorganizada.

Muchas de las cosas que nos ocurren hoy son los beneficios que recibimos por cosas bien hechas anteriormente, así como hay cosas que nos salen mal como consecuencia de errores cometidos en el pasado. De aquí la importancia de acumular méritos para el futuro y de no contraer deudas con la vida.

Una semilla no es un bosque, pero si germina, se puede convertir en árbol y el árbol producirá semillas que darán origen a otros árboles... De esta forma han surgido los bosques y las selvas. Si la calidad de la semilla es buena, la calidad de los árboles será buena y la calidad de los frutos será buena, pero, si la semilla es de mala calidad, los árboles serán de mala calidad... Es decir, que, una vez establecida una dinámica, buena o mala, ésta tiende a incrementarse. Esta dinámica podemos aplicarla a las personas.

Todo problema comienza por una idea errónea, por un sentimiento inadecuado o por una mala decisión. Si la persona no toma conciencia de este error a tiempo y rectifica, se acostumbrará a él y lo acepta como algo normal.

Como toda conducta humana es dinámica y tiende a avanzar en la dirección incial, la persona se sentirá impulsada en dicha dirección y el error se incrementará más cada día, sin que la persona tenga conciencia de ello, porque forma parte de su naturaleza.

La Tierra viaja alrededor del sol a razón de 2.500.000 kms. diarios, (29,8 Kms. por segundo) pero no tenemos conciencia de ello debido a que formamos parte de la Tierra.

Los problemas son el resultado de la ignorancia de sí mismo y de la ignorancia de las consecuencias que acarrea, de lo contrario, rectificaríamos a tiempo.

Cuando las cosas funcionan bien no existen problemas, por tanto, todo problema se debe a fallas de funcionamiento, a falta de lógica, al quebrantamiento de ciertas leyes. En la vida todo se rige por leyes. El conocimiento de las leyes naturales nos permite conocer y dominar la naturaleza. El conocimiento de las leyes del mercado nos ayuda a triunfar económicamente. El conocimiento de las leyes psicológicas nos ayuda a mejorar las relaciones humanas. El conocimiento y cumplimiento de las leyes garantiza el éxito y el desconocimiento o violación de las leyes conduce al fracaso.

Cuando tenemos problemas personales, matrimoniales, económicos, etc. necesitamos revisar en qué hemos fallado y cuándo comenzamos a fallar.

Es conveniente evitar culpar a los demás, porque, en definitiva, el mayor responsable es uno mismo, por no prever, por no poner límites, etc.

La vida es dinámica. Las personas producen una energía que necesita expresarse de forma constructiva. Cuando esta energía no se expresa de forma correcta, cuando no son satisfechas algunas de las necesidades (a nivel económico, afectivo, social, moral, etc.) se generan problemas. De aquí la importancia de estar atento para detectar los primeros síntomas de los problemas, porque crecen sin que nos demos cuenta y adquieren un impulso que luego resulta difícil controlar.

Como toda conducta humana se origina en la mente es importante desarrollar valores y criterios claros. Es importante elaborar un proyecto de vida, por escrito, que nos sirva de mapa de ruta, y es necesario estar alerta y ser consecuente todos los días, porque cuesta mucho escalar la montaña y es suficiente un traspiés para rodar hasta el barranco.

En medio de la incertidumbre y de la confusión que reina en la sociedad, necesitamos estar atentos para no sucumbir, pues, la sociedad posee una dinámica muy poderosa que arrastra y engulle a quienes caen en su radio de acción.

Los criterios y valores de la sociedad dejan mucho que desear, por lo cual, necesitamos establecer nuestra propia escala de valores.

Es fundamental prever y planificar las cosas y tener control sobre los aspectos importantes de la vida, con el fin de evitar los problemas, pues, los problemas son un gran obstáculo para el desarrollo. La mayoría de las personas pasan la vida resolviendo problemas en vez de invertir el tiempo en proyectos de desarrollo y de progreso. Por esta razón nunca salen del hoyo.