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Editorial 414



Cuando las cosas van de mal a peor Título

 

Según el filósofo Heráclito, siglo V a..C. Todo está sujeto al devenir; es decir, al paso del tiempo y a la transformación.


El devenir hace que las civilizaciones, los países, las instituciones, las empresas, etc. aparezcan, funcionen durante un tiempo más o menos largo y finalmente desaparezcan.


La geología, la paleontología, la arqueología y la antropología dan testimonio del paso del tiempo y de su acción transformadora.


Las personas nacen, crecen, se reproducen y mueren. Se trata de un ciclo de vida personal muy corto, durante el cual, las personas tratan de convertir sus sueños en realidad.


Desde pequeños nos dicen que somos inteligentes, que somos libres y que podemos lograr casi todo lo que nos propongamos, pero nadie nos da las claves para lograrlo. Sólo nos dan unas cuantas ideas que a la hora de la verdad resultan bastante inútiles. Además bloquean nuestra creatividad y llenan nuestra mente con temores y angustias que nos hacen inseguros y cobardes.


Esta es nuestra realidad. Pertenecemos a una sociedad que ha progresado mucho pero ha evolucionado poco. Sabemos producir muchas cosas y somos consumidores impulsivos, pero no sabemos manejar nuestra vida a nivel emocional, social y espiritual.


Si bien es cierto que estamos sujetos al devenir y que la incertidumbre es compañera inseparable de camino, también es cierto que somos inteligentes y libres y podemos controlar nuestra vida. La vida es un proceso completo que se inicia con el nacimiento y termina con la muerte. El éxito de este proyecto depende de muchos factores.


Los padres son un factor esencial, puesto que ellos nos programan a nivel emocional, intelectual, social, moral y espiritual. En cierta forma, son los padres quienes programan a sus hijos para el éxito o para el fracaso.


Existe otro factor determinante, es el libre albedrío personal, que nos permite decidir, de una forma o de otra, por encima de cualquier condicionante.


Otro factor, cada día más poderoso, es sociedad, que con su presión constante condiciona a las personas de muchas formas.


Amigo lector, a estas alturas de tu vida, sabes que dependes únicamente de ti. Nadie puede resolver tus problemas. Tus problemas son tuyos y sólo tú puedes resolverlos.


En la vida hay personas que triunfan y hay personas que fracasan. Quienes triunfan se debe a que funcionan bien y quienes fracasan es porque funcionan mal.


Nadie triunfa de un día para otro y nadie fracasa de un día para otro.


El éxito y el fracaso son el resultado de un proceso en el que se han tomado decisiones correctas o incorrectas.


El fracaso es la consecuencia de una forma de vida y de trabajo carentes de planificación y de responsabilidad. Sin embargo, a veces ocurre que fracasan personas que son responsables. Esta situación parece injusta, pero debe existir algún elemento que se ha manejado mal y que pasa desapercibido.


También ocurren grandes imprevistos ante los cuales no hay capacidad de reacción, lo cual nos lleva a una conclusión: Teniendo en cuenta que existe el devenir, la incertidumbre y muchos imprevistos, debemos prever el futuro y planificar distintas alternativas.


Necesitamos aprender a manejar la incertidumbre a través de la previsión , de la capacitación, de la adaptación activa y constante, de la selección de estrategias eficaces y de la evolución personal.


El tiempo avanza sin detenerse y la vida sólo nos da una oportunidad para cada cosa. Piensa mejor las cosas y sé honesto contigo mismo, tú sabes siempre lo que debes hacer, pero desde que se inventaron las excusas hay razones para todo. Pero, recuerda, a la vida no le interesan excusas ni razones, sólo le interesan hechos.


Si repasas tu vida verás que muchas veces las cosas han ido de mal en peor, pero siempre has surgido como el Ave Fénix. A veces el fracaso ayuda a madurar, pero el tiempo que tardas en recuperarte significa oportunidades de crecer que pierdes. Es mejor madurar a través del éxito y del logro de objetivos.


Cuando sientas que las cosas van de mal en peor, detente y piensa que es una oportunidad que te da la vida para que reflexiones y reacciones antes de que el edificio se venga abajo. Piensa que algo estás haciendo mal y debes ser objetivo y honesto contigo mismo y también debes ser valiente y tomar las decisiones que debas tomar, porque un problema no resuelto a tiempo tiende a complicarse.
Necesitas estar atento para mantenerte en niveles de seguridad en todos los aspectos. De esta forma podrás vivir tranquilo y tener cierto margen de maniobra en caso de emergencia.


Observa a tu alrededor ¿Qué ves? La mayoría de la humanidad vive en la ignorancia y en la pobreza, en más de 50 países hay alguna forma de guerra, desastres naturales (terremotos, tsunamis, tornados, etc.) Estos fenómenos escapan al control del hombre y son causa de incertidumbre universal. Existe también la incertidumbre económica y laboral. Luego está la incertidumbre familiar y personal que afecta nuestra seguridad en muchos aspectos.


Un análisis superficial de la sociedad da la sensación de que las cosas van de mal en peor; sin embargo, la sociedad está evolucionando hacia formas de vida superior. A pesar de todos los problemas que existen, las personas tienen más oportunidades. El asunto es que las oportunidades son sólo ocasiones que nos ofrece la vida, luego está en cada uno el aprovecharlas. Cada día desfilan delante de nuestros ojos infinidad de oportunidades pero nosotros no las percibimos porque no estamos capacitados.


Controla tus ideas y tus sentimientos porque son fuerzas activas que pueden impulsarte al éxito o bien al fracaso


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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