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Editorial 485

 

 

Educación sexual, tabú y libertinaje

 

Los instintos son fuerzas impulsivas irracionales que tienen como finalidad asegurar la supervivencia de la especie y el desarrollo del individuo.

 

En la prehistoria el instinto sexual se expresaba en forma brutal y para controlarlo, la sociedad estableció el “tabú” (prohibición).La violación del tabú era castigada con la muerte. El tabú era temido y odiado

 

Durante miles de años la humanidad ha vivido la angustia, la culpa y el trauma del sexo.

 

Desde entonces han pasado miles de años pero el tabú sexual sigue transmitiéndose de generación en generación. La represión sexual, más allá de los límites normales es causa de trastornos, de temores, de complejos y de culpas. La mayoría de los problemas sexuales (frigidez e impotencia) proceden del tabú. Es decir, de una interpretación errónea del sexo.

 

Muchas personas tratan de liberarse del tabú lanzando por la borda principios religiosos, morales y sociales, pero el libertinaje causa tantas angustias y problemas como el tabú.

 

Necesitamos resolver el problema sexual en forma inteligente y constructiva. Debemos comenzar por reconocer que el instinto sexual no es peligroso ni inmoral, es más bien una fuerza positiva que impulsa al ser humano al desarrollo, a la expansión y a la sociabilidad; le impulsa a salir de sí mismo, de su egoísmo y de su soledad para relacionarse con los demás; pero también es una fuerza irracional que necesita ser controlada y orientada

 

Muchos padres, víctimas del tabú, ven el sexo como algo vergonzoso, por lo cual, se sienten incapacitados para informar a sus hijos acerca de las implicaciones biológicas, psicológicas, sociales, morales y espirituales del mismo.

 

Es importante ofrecer a los hijos una visión bella y digna del sexo; por tanto, la educación sexual no puede ser una materia que se enseña. La educación sexual es una filosofía de la vida, que parte del valor de la persona y del respeto a sí mismo y a los demás.

 

La sexualidad tiene su génesis. La sexualidad existe desde el nacimiento y está ligada al desarrollo afectivo. La madre juega un papel insustituible en este proceso de maduración; ella puede proporcionar seguridad o por el contrario, puede causar frustración y con ello, desatar la agresividad.

 

Una madre cariñosa desarrolla una sensualidad sana, libre de toda culpa; mientras que, una madre poco afectiva, bloquea la expresión de la sensualidad y graba en el hijo la imagen de un mundo frío y hostil en el cual, el placer está prohibido.

 

Hoy, los niños son alejados del hogar desde muy pequeños y sufren de carencias afectivas, lo cual repercute en la salud y en el desarrollo de la inteligencia, del aprendizaje, de la autoestima y de la sexualidad.

 

La madre despierta las cualidades innatas a través del amor y cuando el niño llegue a adulto, será capaz de amar y de relacionarse en forma exitosa; pero si la madre reprime el desarrollo, cuando sea adulto, tendrá bloqueada la afectividad y la sexualidad.

 

El adolescente adquiere la madurez sexual hacia los catorce años pero se encuentra en una situación confusa; por una parte, es capaz de un comportamiento sexual adulto pero la sociedad le impone una espera antes de llegar al matrimonio, donde podría satisfacer normalmente sus necesidades sexuales. En esta espera le quedan dos opciones: Reprimir los impulsos, lo cual genera tensión y angustia, o bien, satisfacerlos por medio de la masturbación o de relaciones sexuales”prohibidas”, lo cual origina un sentimiento de culpa y de angustia. Muchos adolescentes "tratan" de liberarse del tabú lanzando por la borda principios religiosos, morales y sociales, pero no lo logran. Hoy, son muchos los jóvenes que queman etapas sexuales y terminan decepcionados del sexo.

 

La información sin control y la pornografía han venido a complicar las cosas. La gente tiene más sexo pero también más angustia y más soledad. Algo anda mal

 

La solución está en crear un ambiente positivo en el que el hijo crece con amor y libertad. A través de esta conducta, libera, no sólo el instinto sexual sino todas las fuerzas vitales, y el sexo, lejos de ser un problema, se convierte en fuerza motriz que le ayuda a salir del egoísmo y a comprender que el gran secreto de la vida es dar y recibir.

 

Cuando un niño crece seguro y con principios sanos, está capacitado para resolver eficazmente las tensiones sexuales y disfrutar sin temor, sin culpa y en forma responsable, las relaciones sexuales a lo largo de la vida.

 

El sexo está ligado íntimamente a la afectividad, impregna y marca toda la vida.

 

Sin el instinto sexual, el ser humano sería frío, egoísta, calculador; sería un robot; por tanto, el problema no está en el instinto sexual sino en la idea errónea sobre el mismo y en una educación represiva o excesivamente liberal.

 

La educación sexual sólo tiene sentido en el contexto de una educación integral. La educación sexual se inicia desde que el niño nace. Si es aceptado y querido, crecerá seguro de sí y será capaz de controlar las fuerzas instintivas y de orientarlas hacia objetivos constructivos como la amistad o de sublimarlas a través de la acción (juegos, deporte, estudio, trabajo...) Pero si el niño sufre de carencias afectivas, de temor, de inseguridad; entonces, su débil personalidad, será desbordada por el instinto sexual.


 Conclusiones

 

• El sexo es una fuerza positiva, indispensable para la procreación, para el desarrollo personal y para la vida social.

 

• El instinto sexual actúa en forma compulsiva e irracional; por tanto, el niño debe aprender a controlarlo y orientarlo sin temor, sin culpa y sin angustia.

 

• Los padres deben hacer del sexo una conducta natural; pero, debido a la repercusión que tiene en todos los aspectos de la vida y teniendo en cuenta la explotación que hace la sociedad del mismo; deben enseñar al niño el sentido del sexo y prevenirle contra la pornografía que ofrece una imagen vulgar y degradada del sexo, originando demasiadas expectativas, angustia y confusión.

 

• Existen muchos problemas sexuales que están haciendo naufragar muchas vidas y muchos hogares a causa de una educación sexual inadecuada (represiva o liberal). En la sociedad existe todo tipo de conductas sexuales, desde las más depravadas hasta las más puritanas. En medio de esta confusión, los padres deben enseñar a sus hijos la conducta sexual que les conduzca al desarrollo y a la felicidad.

 

• La imagen sexual está invadiendo todo y resulta difícil proteger a los hijos de esta invasión; pero sí podemos enseñarles el sentido del sexo, más allá de lo genital, como fuerza creadora que convierte a los seres humanos en pequeños dioses, capaces de crear vida.

 

• La mejor educación sexual se centra en una educación integral de calidad, que proporcione a los hijos: amor, seguridad y capacidad. El respeto que se les da; será el mismo respeto que tendrán para sí mismos y para los demás. Esta educación sólo puede fundarse sobre una filosofía correcta de la vida; sobre ciertos principios y valores.

 

• Hoy abunda una educación sexual de tipo informativo, obsesionada por lo genital. Esta educación hace un favor menguado a niños y jóvenes. En necesario trascender lo genital e integrar el sexo con el amor, de modo que estén claros y así, eviten muchas frustraciones, causadas por esperar del sexo lo que sólo puede dar el amor.

 

• Hoy, existe una promoción exagerada del sexo como resultado de una explotación del mismo. Es necesario proteger a los niños de este submundo, porque no responde a sus intereses y es tremendamente deformador

 

• Sin incurrir en el puritanismo; hay que enseñarles el pudor y la dignidad, porque estos son valores importantes de la evolución.

 

• Cada edad tiene sus intereses y necesidades. Los niños hacen muchas preguntas relacionadas con el sexo. En realidad no les interesa el sexo pero sí “los misterios de la vida” que se derivan de él. Es necesario responder con claridad y naturalidad a todas sus preguntas; de lo contrario, buscarán las respuestas en la calle. Es conveniente adelantarse un poco a los hechos, para que estén prevenidos y no sean víctimas de informaciones confusas o erróneas.

 

• En vista de las repercusiones que tiene la educación sexual, recomendamos actualizarse a través de la lectura de libros especializados.

 

• En la adolescencia se produce una verdadera revolución orgánica y psíquica que produce una sensación de desadaptación y malestar. Se produce un rechazo hacia la autoridad de padres y maestros, a quienes se considera poco comprensivos.

 

• En esta edad surge el deseo de llamar la atención y para ello se recurre a comportamientos un tanto infantiles, extravagantes, (peinado, vestido, tatuajes, lenguaje, etc.) Esta es una forma de demostrar su rebeldía. El adulto debe ser inteligente y no entrar en el juego de la discusión.

 

• Antes de que los hijos lleguen a esta edad es conveniente establecer unas normas claras en las que se respeten los principios y derechos de los demás, de este modo, el adolescente sabrá a qué atenerse.

 

• Cuanta  más madurez tienen los hijos, aceptan con más facilidad las reglas de juego de la sociedad adulta y no necesitan recurrir a conductas extravagantes para llamar la atención.

 

• Los padres, conocedores de que estos comportamientos son temporales, deben ser comprensivos y dejar pasar muchas cosas que no tienen transcendencia para centrar la exigencia en puntos importantes como son: el rendimiento escolar, los principios y los valores.

 

• Los padres deben ser comprensivos, pero también claros y firmes; pues los hijos están confundidos y necesitan creer en alguien.

 

• Es importante que los hijos se sientan libres y protagonistas de su propio destino. Hale sentir a que confías en él, que lo tomas en cuenta. De este modo, crecerá seguro y cuando llegue a crisis de pre adolescencia y de la adolescencia no tendrá dificultades para comprenderse y aceptarse a sí mismo y a los demás.

 

• La sexualidad es parte esencial de la persona y su expresión corre camino paralelo con el desarrollo personal; por esta razón, el fracaso sexual no es un problema específicamente sexual pues, afecta a todos los aspectos de la vida.

 

• El estrés, la prisa y la competencia son enemigos declarados de la buena relación sexual.

 

• Muchas personas viven obsesionadas por el sexo como resultado de su inmadurez. Las personas inmaduras carecen de otros desarrollos, de proyectos y de éxitos, por lo cual, tratan de compensar su frustración a través del placer sexual; pero el placer sexual no puede llenar el vacío de su vida.

 

• El objeto de la educación consiste en enseñar a los hijos a ser dueños de sus instintos y no esclavos de sus pasiones.

 


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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