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Editorial 480

 


Atrapado y sin salida - 1

 

La tendencia natural de todo ser humano es la libertad. Los niños son curiosos, espontáneos y creativos. Estas características son señal de salud y buen funcionamiento; pero, a medida que crecen se vuelven inquietos y traviesos, lo cual es también señal de salud física y mental, pero estos comportamiento incomodan a los padres.


Lo ideal sería que los padres tuvieran cierta preparación psicológica para manejar estas situaciones de forma pedagógica en vez de reprimir.


Si los animales pueden ser entrenados sin ser reprimidos ¿Por qué los seres humanos no?


La represión es una forma de castración mental, que inhibe lo mejor del ser humano, como la iniciativa, la espontaneidad y la creatividad. La represión hace a las personas cobardes e ineficaces. Esta es la razón fundamental por la cual la sociedad es mediocre en todos los aspectos.

Los seres humanos producimos energía física y mental que necesita expresarse a través de la acción. La energía física que no se utiliza, se convierte en grasa y en toxinas y la energía mental que es reprimida, trastorna el buen funcionamiento de la mente, y, también del cuerpo.


Cada día se multiplica el número de enfermedades psicosomáticas, como consecuencia de la energía mental reprimida. La energía mental es como un río poderoso que necesita seguir su curso, si surge un obstáculo, el río encontrará la forma de abrirse camino por donde sea.


La represión nunca es la solución. La represión una muestra de la incapacidad de las personas para resolver las cosas de forma inteligente.


Los ejércitos y la policía son una prueba patente del fracaso de la educación. Indica que los seres humanos no hemos aprendido a utilizar la inteligencia ni la libertad.

Las crisis personales, matrimoniales, institucionales, sociales, políticas, económicas, morales y espirituales, surgen cuando las cosas no funcionan bien, cuando no se respeta la verdad, ni la lógica, ni la justicia. Entonces, se acumulan problemas que al final revientan y producen las crisis.


Las crisis son buenas. Indican que la situación era insostenible y que era necesario rectificar para sobrevivir. Por lo cual, no debemos lamentarnos por las crisis, aunque sean dolorosas, porque al final, son las que nos salvan de la autodestrucción. Debemos lamentarnos de no habernos renovado a tiempo y de no haber sabido resolver los problemas de forma inteligente y oportuna.
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A través de la evolución los seres humanos hemos desarrollado la inteligencia que nos ayuda a conocer la verdad de las cosas y la conciencia que nos ayuda a distinguir entre el bien y el mal. Gracias a la inteligencia y a la conciencia tenemos mecanismos de desarrollo que nos impulsan a evolucionar, a salir de nuestro egoísmo y relacionarnos con los demás, a ser emprendedores y a buscar la verdad y el bien. Sin embargo, seguimos siendo animales, con fuertes instintos.


Esta situación hace que cada persona viva una lucha interna. Por una parte, tiene que desarrollar principios, valores, criterios y disciplina, para tener fortaleza mental y moral, y, por otra parte, tiene que aprender a controlar los instintos, sin reprimirlos, pues ellos son fuerzas poderosas que impulsan a la acción.


La represión de los instintos, más allá de lo conveniente, genera problemas psicosomáticos, que afectan al cuerpo y a la mente.


Esta tarea no termina nunca, y, si las personas no manejan bien las cosas, se convierten en víctimas de sus propios instintos.


Nuestros verdaderos enemigos están dentro de nosotros, sus nombres son: Ignorancia, temor, egoísmo, pereza e irresponsabilidad. Si logramos vencer a estos enemigos, no existe enemigo externo al que no podamos superar.


La educación recibida nos condiciona de muchas formas, pero siempre tenemos el libre albedrío, por lo cual, cada quién es responsable de su vida y debe encontrar la forma de desarrollarse y buscar la libertad. Por esta razón, a cada quién le va en la vida como merece que le vaya.


Existen muchas personas atrapadas en situaciones que no desean. Las razones pueden ser muchas, pero a la vida no le interesan razones, la vida juzga por hechos y premia o castiga según los hechos.


La vida no perdona la ignorancia, ni la pereza, ni la distracción, ni la irresponsabilidad, simplemente, da a cada quién lo que merece de acuerdo a como funciona.


Debemos ser conscientes de esta realidad y no poner nuestra esperanza en la suerte ni en la ayuda de los demás, porque, lo más importante de la vida, como el conocimiento, la libertad y la felicidad, no nos lo puede dar nadie, porque se trata de una conquista personal.


Si te encuentras atrapado en una situación grave, el único responsable eres tú. No busques razones, no busques culpables y no busques excusas, simplemente asume tu responsabilidad y ponte en acción para cambiar las cosas; mas, para que cambien las cosas, debes comenzar por cambiar tú. Cuando cambies, todo cambiará para ti.


La vida funciona de acuerdo a la Ley de Acción y Reacción.
Si envías estímulos positivos obtendrás respuestas positivas. Si envías estímulos positivos y no recibes respuestas positivas, algo anda mal. Reflexiona.


Cuando a alguien le va mal, se debe a que emite estímulos negativos o desadaptados. Por esta razón es tan importante tener principios, valores y criterios correctos y actuar de forma positiva, porque nuestras acciones determinan la forma en que nos va en la vida.

Con frecuencia nuestras intenciones y nuestras acciones son buenas pero no logramos los frutos deseados.


Es el caso del estudiante que se esfuerza pero fracasa; sin duda, tiene muchas deudas contraídas con la vida: No sabe leer, no comprende, no sabe resumir, tiene poco vocabulario, se distrae, etc. En síntesis, no funciona a la altura de las circunstancias porque no cumplió con su deber en etapas anteriores. En consecuencia, merece el fracaso. Otra cosa, sería una incongruencia que la vida no acepta.


Es también el caso de un matrimonio en el que los esposos se aman, pero discuten demasiado, se hieren en los sentimientos y el hogar se convierte en un ring.


Se trata de personas que tienen una deuda individual con la vida: Ignoran cómo funciona la mente humana. Ignoran que la discusión es una lucha de sentimientos que daña la relación. Ignoran que lo que no se resuelve a través del diálogo no se resuelve de ninguna otra forma. Ignoran que su falta de madurez hace que vivan a la defensiva, etc. En definitiva cada uno tiene un problema personal no resuelto que se complica cuando tiene que convivir con otra persona. Esta es la razón por la cual resulta difícil la convivencia, especialmente en el matrimonio.


En esta misma línea podríamos analizar la vida de cada persona.


La sociedad se encuentra atrapada y sin salida en infinidad de situaciones de ignorancia, pobreza y violencia, como consecuencia de la poca evolución. Los mecanismos de desarrollo (inteligencia y conciencia, principios y valores) no son sólidos, de modo que, los seres humanos son desbordados por los instintos y pasiones.
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Si no nos hubieran castrado mentalmente en la infancia, tendríamos menos temores y complejos, viviríamos menos a la defensiva, sabríamos soportar mejor las frustraciones, seríamos más independientes, nos sentiríamos más libres, aceptaríamos a las personas como son, nos respetaríamos más y sería mejor la convivencia.

Si te sientes atrapado y sin salida, no te angusties, porque nadie te ha atrapado. Te ocurre que has dejado que se apague la luz de tu mente, y, ahora no ves salida a tu situación.


A decir verdad, el mundo es indiferente a tu problema o a tu drama. No le culpes a la gente, pues, cada quién tiene bastante con resolver su propia vida. Además de nada te sirve que la gente se preocupe por ti. Tú estás sólo frente al destino y sólo te quedan dos decisiones, reaccionas o te dejas morir.

Hace poco me contaba un señor que se había encontrado atrapado y sin salida , y, que, en más de una ocasión pensó terminar con su vida.


Un día, un amigo le dijo: Tú estás enterrado, puedes pudrirte o ser una semilla que se convierta en un árbol frondoso. Estas palabras le hicieron reaccionar.


Lo primero que hizo fue pedir ayuda a Dios. Pedirle que le iluminara, que le llevara a alguien que le diera el primer impulso para comenzar a caminar y salir del túnel.


El túnel es la imagen más común con la que sueñan quienes se sienten atrapados. Hace un tiempo vino a curso de Súper Aprendizaje Alfa un señor. A mitad de curso manifestó que estaba divorciado, que se sentía desubicado en la vida y que todas las noches soñaba que caminaba por un túnel y al llegar al final había una puerta que le impedía seguir. En ese momento despertaba con una sensación de angustia muy grande, pero, en la noche anterior soñó que caminaba por el túnel y a medida que se acercaba al final vio una luz que se filtraba por el borde de la puerta. Empujó la puerta, ésta se abrió y apareció ante él un cielo maravilloso. Esa noche no se despertó, durmió plácidamente y despertó con ganas de comerse el mundo.


¿Qué había pasado?
Cuando las personas se sienten atrapadas, pierden inteligencia, autoestima, dignidad y capacidad de reacción. La finalidad del curso Súper Aprendizaje Alfa es activar las capacidades mentales, el ritmo del cerebro, la iniciativa, etc. lo cual ayuda a tomar conciencia de sí y de todas las posibilidades que tenemos.


El curso le ayudó a este señor a despertar a la realidad. Cuando las personas tienen conciencia clara de la realidad, no hay fuerza humana que pueda detenerlas en su camino hacia el éxito y la libertad.

Si te sientes atrapado en una situación que no deseas, lo peor que puedes hacer es seguir en esta situación. Como esta situación la has generado tú, o la has permitido tú, sólo tú puedes liberarte de ella.


Busca la respuesta dentro de ti, y, si no la encuentras, se debe a que funcionas a bajo nivel. Necesitas trabajar en tu propio desarrollo. Busca ayuda de una persona sabia, calificada y honesta. No es fácil encontrar esta persona, pero existen, y, el que busca encuentra.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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