Editoriales

Editorial 479

 


Cuatro leyes inmutables

 

Primera Ley


"La persona que llega es la persona correcta"
Es decir, que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

 

Las cosas podían ser distintas, pero son como son. Lo cual nos enseña que debemos estar preparados para cualquier situación imprevista y actuar de forma inteligente.

 

Segunda Ley


"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".


Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo. Esto no significa que exista un determinismo absoluto que rige nuestra vida y que nosotros seamos marionetas en manos del destino.


Lo que nos enseña que, una vez tomadas las previsiones del caso, debemos aceptar las cosas como vienen, en vez de quejarnos o culpara a los demás. También nos enseña a ser comprensivos con los demás, sobre todo, cuando su actuación nos afecta, porque ellos no siempre pueden manejar las cosas a su voluntad. Los imprevistos son más cada día.


Tercera Ley


"En cualquier momento que comience es el momento correcto"


Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.


Las personas creen que toman decisiones por voluntad propia pero estudios recientes indican otra cosa. Parece que es el cerebro el que toma las decisiones de acuerdo a la información que maneja y un segundo después la persona toma conciencia de la decisión tomada por el cerebro. Lo importante es que el cerebro actúa de acuerdo a los contenidos mentales (intelectuales, afectivos morales y espirituales) que rigen la vida de la persona. Lo que indica que las cosas están programadas en la mente y lo que nos ocurre o lo que hacemos es el resultado lógico de lo que somos y de la forma en que funcionamos. Como esta información es subconsciente no tenemos conciencia del asunto.


Cuarta Ley


"Cuando algo termina, termina".


Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por tanto, es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya, enriquecidos con esa experiencia.


Podemos hacer muchas conjeturas al respecto, pero nunca podremos conocer las razones verdaderas que desencadenaron los hechos, debido a que éstas son subconscientes. Todos los acontecimientos humanos importantes son el resultado de procesos largos y complejos, en los cuales se conjugan factores de todo tipo.


El cerebro sí conoce el proceso y las causas profundas que condujeron al fin, pero es un simple servidor, y, como tal, se limita a cumplir con los deseos e intenciones profundas de la persona.
El cerebro tiene muchos poderes pero está condicionado por las programaciones que le da la persona.


Conocinedo cómo es la vida y cómo funcionan las personas, lo más inteligente es hacer bien las cosas y crear las condiciones para que nos ocurra lo mejor.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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