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Editorial 441

 


Libre albedrío

 

El libre albedrío es el poder que tienen los seres humanos de elegir y de tomar sus propias decisiones. El libre albedrío tiene implicaciones morales, religiosas, sociales y legales. En pocas palabras, el hombre es responsable de su vida y cada acción u omisión tiene consecuencias que no necesariamente se manifiestan de inmediato sino que se harán efectivas en algún momento.

Por mal uso del libre albedrío, los seres humanos acumulan muchas deudas con la vida desde niños. Hay personas que quedan hipotecadas para toda la vida, a nivel intelectual, afectivo, social, moral y espiritual, debido a una educación deficiente. En adelante, estas personas deberán enfrentar la vida sin recursos intelectuales, afectivos, etc. por lo cual, están condenadas a ser mediocres en todos los aspectos.

 

Los padres programan a sus hijos para el éxito o para el fracaso. La educación recibida de los padres es determinante, debido a que crea las estructuras: afectiva, moral, intelectual, social y espiritual que determinan el rumbo de la vida. Sin embargo existe el libre albedrío que hace responsable a cada persona de su propia vida. A la naturaleza no le interesan excusas ni justificaciones, sólo le interesa los resultados. La ley de la vida es "Adaptarse o morir" De aquí la importancia de tomar el control de la propia vida y entender que cada uno se hace a sí mismo a través de las decisiones que toma.


Si no existiera el libre albedrío, el hombre no pecaría; pero su vida no tendría ningún valor humano, ni moral, ni espiritual. Sería un simple animal, sin inteligencia, sin conciencia, sin amor, sin libertad, sin creatividad, sin felicidad...


El libre albedrío es lo más valioso de la evolución, puesto que permite al hombre liberarse del determinismo absoluto que gobierna la naturaleza de forma inexorable. Le permite liberarse también de la tiranía de los instintos y ser protagonista, dueño y señor de su destino.


Pero el libre albedrío es sólo una posibilidad, que, para convertirse en realdad, necesita del concurso de la inteligencia que ayuda a conocer la esencia y el valor de las cosas y necesita también de la conciencia que ayuda a discernir entre el bien y el mal.


Todas las personas tienen, en potencia, libre albedrío, inteligencia y conciencia, pero necesitan ser desarrollados a través de la educación. El ignorante tiene un libre albedrío elemental que puede utilizar para elecciones elementales. Ocurre algo así como con la inteligencia. Todas las personas tienen inteligencia pero sólo la pueden utilizar en la medida en que la desarrollan.


El libre albedrío supone una oportunidad y también un riesgo. Gracias al buen uso del libre albedrío, muchas personas triunfan y se convierten en héroes, sabios y santos. En cierta forma la mayoría de las personas tienen algo de héroe, de sabio y de santo. Pero el libre albedrío también tiene una parte peligrosa. Debido al mal uso del libre albedrío, muchas personas se autodestruyen a través de las droga, del alcohol, de la pérdida de los valores, del suicidio, etc.


¿Por qué hay personas que eligen la autodestrucción.

El hombre es atraído por el bien, por la verdad, por el éxito, por la felicidad y por la libertad. A nadie le agrada el mal, la mentira, el dolor o el fracaso; pero existen circunstancias que conducen al mal y al fracaso.


Existen circunstancias externas, ajenas a la voluntad del hombre, que le causan dolor y fracaso. Es poco lo que podemos hacer en contra estas circunstancias externas, pero estas circunstancias no son las que determinan nuestra vida.


Existen también circunstancias internas, que proceden de la misma persona, las cuales le causan daño, aparentemente en contra de su voluntad, pues, nadie en su sano juicio desea causarse daño a sí mismo. Las circunstancias internas son las que determinan el rumbo de nuestra vida.

Vemos también que existen personas malignas, envidiosas, rencorosas y corruptas que actúan mal de forma deliberada y personas que se causan mal a si mismas, llegando a autodestruirse a través de la droga, del alcohol o del suicidio.


¿Por qué las personas actúan en contra de la verdad y del bien?


Aquí entra en juego el libre albedrío.


Existe un determinismo, según el cual, todo en la naturaleza se rige por leyes naturales que se cumplen de forma inexorable; por lo cual, aún en medio del caos aparente, todo funciona de forma perfecta y sigue su curso natural. Los científicos no alcanzan a entender el significado del universo, sin embargo, creen que tiene un propósito.

El instinto guía a los animales de forma perfecta. Durante millones de años han mantenido un equilibrio perfecto con la naturaleza, pero, al entrar el hombre en escena ha arruinado el trabajo de millones de años de la naturaleza.


¿Cómo se explica que, siendo el hombre el ser más inteligente de la naturaleza, sea el que más daño hace a la naturaleza, el que más daño hace a las personas y el que más daño se hace a sí mismo?


El libre albedrío es total y absoluto, por lo cual, el ser humano puede actuar aún en contra de su tendencia natural al bien. Esta conducta parece absurda y resulta difícil entender que haya seres humanos que actúen de forma perversa en contra de las personas y en contra de sí mismos, pero es una realidad que vemos todos los días. (guerras, asesinatos, genocidios, suicidios...)


Como indicamos al principio, debido al mal uso del libre albedrío, los seres humanos acumulan muchas deudas con la vida desde niños. Hay personas que quedan hipotecadas para toda la vida, a nivel intelectual, afectivo, social, moral y espiritual, debido a una educación deficiente. En adelante, estas personas, si no reaccionan, deberán enfrentar la vida sin recursos intelectuales, afectivos, etc. por lo cual, están condenadas a ser pobres y mediocres en todos los aspectos. Esta situación hace que no tengan consistencia psíquica ni moral, por lo cual, son desbordadas por los instintos y pasiones. En el fondo tienen conciencia de su situación pero no pueden cambiar las cosas, porque están atrapadas en una dinámica mental poderosa que han alimentado durante toda su vida.

Hoy sabemos que las decisiones dependen de la estructura mental profunda que hemos construido a lo largo de los años. Nuestra mente es como un iceberg, del cual sólo conocemos una mínima parte, 1/8, el resto permanece oculto a nivel subconsciente.
El peor de todos los males es la ignorancia de la verdad y del bien. Las personas pueden tener muchos conocimientos intelectuales acerca de las cosas. Se trata de conocimientos materiales que ayudan a resolver los problemas de supervivencia, pero no los problemas profundos de la vida que son problemas de desarrollo y de evolución.


Las personas conocen muchas verdades sobre las cosas pero ignoran esa verdad que da sentido y plenitud a la vida. Poseen muchos bienes, pero se trata de bienes perecederos y pasajeros; carecen de esos bienes (sabiduría, desarrollo, libertad, felicidad...) que forman parte de uno y que nadie puede robar ni dañar.


Para los filósofos antiguos, sólo las personas sabias podían ser libres, porque conocían la verdad y el bien y podía tomar decisiones correctas.


De modo que, muchas personas luchan en contra de la verdad y del bien y eligen la mediocridad y la autodestrucción, porque están mentalmente mal programadas y carecen de capacidad para reconocer los valores verdaderos. Sólo quien conoce la verdad y el bien utiliza correctamente el libre albedrío. En los demás casos, el libre albedrío se convierte en causa de desgracia. Pero a la naturaleza no le importa los que usan mal el libre albedrío, le importa los que hacen buen uso del libre albedrío, porque ellos son los abanderados de la evolución humana.


Si las personas tuvieran un conocimiento claro de lo que es verdaderamente importante en la vida, tomarían decisiones correctas y valientes y se esforzarían por conocer la verdad y por alcanzar el bien.


“Nadie puede ser libre si es esclavo de la ignorancia”


“No puede ser libre quien es víctima de sus pasiones”


"La salud mental de las personas se mide por el grado de libertad de que disfrutan. Lo cual supone ausencia de ignorancia y de temores y éxito en los proyectos más importantes de su vida"


“La libertad viene de dentro, del desarrollo de la inteligencia y de la conciencia.


"El uso incorrecto del libre albedrío es una forma de libertinaje"


“Si deseas mantener tu libertad, necesitas alimentarla cada día, porque la sociedad genera mucho desgaste psicológico y espiritual”


"Libre no es el que hace lo que quiere sino el que hace lo que le ayuda a desarrollarse y a ser más libre"


“La educación de los hijos debe ir orientada a enseñarles a administrar su libertad, no a reprimirla”


“Los mayores enemigos de tu libertad están dentro de ti, sus nombres son: ignorancia, egoísmo y pereza”


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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