Editoriales

Editorial 438

 


Sentido de pertenencia

 

El sentido de pertenencia es un sentimiento de estar unido a algo o alguien que se considera importante, como son: la familia, el país, la cultura, la religión, los amigos, el equipo, el club, etc. El sentido de pertenencia proporciona seguridad y disminuye la angustia y la soledad.
En Estados Unidos existe mayor salud mental entre los hispanos que entre los americanos, a pesar de las penurias de los hispanos.

¿Sabrías decir cuál es la razón?
Los hispanos se aferran a sus raíces, tienen fuerte sentido de pertenencia y comparten la realidad de cada día, mientras que, los americanos están atrapados en la dinámica del progreso y de la globalización, sus relaciones humanas son superficiales y su sentimiento de pertenencia débil; lo que hace que, en la competencia de la vida se sientan solos frente al destino. Como es lógico, esta situación afecta las estructuras mentales.

El gregarismo es una tendencia natural a asociarse, es propia de los animales y también de los seres humanos. Las personas se asocian para ayudarse, para sentirse más seguras, para lograr objetivos comunes, para evitar la soledad.


La asociación más fuerte y más natural es la familia. La familia está unida por lazos de sangre, de amor y de historia. Constituye un árbol genealógico formado por todas las generaciones que nos han precedido, por los familiares que aún viven y también por las generaciones que vendrán.


El sentimiento de pertenencia a una familia hace que nos sintamos acompañados y protegidos por los familiares con quienes compartimos una herencia genética. En cierta forma somos parte de ellos y ellos son parte de nosotros. No importa lo lejos que estén, los sentimos cerca de nosotros.


No hay nada tan valioso como haber crecido en una familia con intenso calor de hogar. Este sentimiento nos acompaña constantemente y nos transmite fortaleza y motivación para superarnos y ser dignos representantes de la familia a la que pertenecemos.


El sentido de pertenencia es fundamental para lograr una buena identidad personal, para crecer y para integrarse en la sociedad. Las personas que tienen bajo sentido de pertenencia encuentran serias dificultades para crecer como personas y como profesionales y para integrarse exitosamente en la vida social. La experiencia indica que las personas con alto sentido de pertenencia se sienten ciudadanos del mundo entero y encajan en cualquier lugar, mientras que las personas con escaso sentido de pertenencia sienten que no pertenecen a ninguna parte.


En épocas pasadas el sentido de pertenencia era muy fuerte. Existía gran arraigo a la familia, al lugar de nacimiento, a las costumbres, a las tradiciones, a los principios sólidos y a los valores... Era como si una fuerza telúrica uniera a todos en un destino común.

La educación se transmitía de padres a hijos. Los padres gozaban de autoridad y respeto y cada quién tenía idea exacta de su función en la vida y de lo que podía esperar. Había muchas carencias, pero también mucha armonía y seguridad, más arraigo y menos angustia y estrés. Luego, a medida que llegó el progreso y se impuso la globalización, desaparecieron las fronteras en todos los aspectos y el mundo externo invadió la mente de las personas y la intimidad de las familias, sin respeto y sin piedad, y se desvirtuó el sentido de pertenencia. Ahora somos débiles y vulnerables, como individuos y como sociedad.


El progreso y la globalización han unido al mundo, pero han desintegrado a las familias, no por causa del progreso ni de la globalización en sí, sino por la forma en que se manejan las cosas.
El progreso y la globalización ofrecen grandes oportunidades sólo a las personas emprendedoras. Las demás personas seguirán siendo piezas del gran robot económico, cada vez más explotador y más despiadado.


Hoy somos presas fáciles de poderes económicos y políticos.


Creemos que nuestra sociedad es democrática, pero desconocemos las fuerzas profundas que mueven las cuerdas de la política y de la economía, interesadas únicamente en sus beneficios.


Cómo hemos llegado a perder el sentido de pertenencia


Las razones son muchas y lo hecho, hecho está. Ahora se trata de aprender la lección y de encontrar la forma de fortalecer los valores que constituyen la esencia de la propia identidad y del sentido de pertenencia.


Cómo fortalecer el sentido de pertenencia


Toda familia por humilde que sea tiene una historia maravillosa. Es suficiente título de honor el hecho de haber sobrevivido hasta el día de hoy a través de millones de años.


El sentido de pertenencia no lo dan las riquezas, ni los títulos, lo da el amor que nos une a nuestra familia. De aquí la importancia de que la relación entre padres e hijos y entre hermanos se base en el respeto y en el amor. Si los padres supieran lo importante que es el sentido de pertenencia para lograr una buena identidad, autoestima y personalidad, serían más comprensivos y amorosos. Y si los hijos supieran que una buena relación con sus padres y hermanos les marca para siempre, se esmerarían por mantener una buena relación.


La esencia del sentido de pertenencia es el recuerdo de unos padres amorosos y comprensivos y el recuerdo de una infancia feliz A los niños no les interesa si sus padres son ricos, poderosos o famosos, lo que interesa a los hijos es que sus padres les amen, les escuchen, tengan buen carácter y compartan con ellos.


Ahora regresa a tu infancia y recuerda todo lo bueno que viviste, comienza desde los recuerdos más antiguos y anótalos. Lee con frecuencia esta lista y verás cómo cada vez te enriqueces con nuevos recuerdos. Como es lógico ocurrieron cosas negativas que es mejor olvidar.


Estos recuerdos son tu mayor riqueza. Te ayudarán a fortalecer tu identidad y también tu sentido de pertenencia, lo cual se traducirá en más autoestima y mayor personalidad.


El beneficio será mayor si unes a tu historia los nombres y los recuerdos de todos tus familiares, de tus amigos y de todas las personas que han influido en tu vida.

Cada vez que leas la lista y traigas a tu memoria estos recuerdos te nutrirás de sentimientos profundos y verdaderos y te sentirás orgulloso de lo que eres y de tus ancestros, quienes lucharon para que sus descendientes tuvieran una vida mejor. También sentirás que tus ancestros te miran desde el pasado y esperan que des la talla para que tus hijos y los hijos de tus hijos se sientan orgullosos de su familia.


Como puedes observar, el sentido de pertenencia está en la unión y en el amor. El escaso sentido de pertenencia que observamos en la sociedad se debe a lapérdida de los valores a la falta de unión y a la falta de amor.


La estructura y el funcionamiento de la familia pueden evolucionar, lo que no puede faltar es la cohesión y el amor.


Necesitamos reconstruir la familia, para lo cual es importante entender que, para que funcione la pareja y la familia es necesario que exista comunión de intereses, sentimientos, sueños, principios, valores, solidaridad, confianza, lealtad y compromiso.


Todo ello afianza el mutuo sentido de pertenencia, haciéndonos mejores personas, capaces de compartir la vida y la felicidad.


El desarrollo personal es una buena forma de fortalecer el sentido de pertenencia.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus