Editoriales

Editorial 437

 


No vivas la vida de los demás. Vive tu propia vida

 

"Soy único, irrepetible y universal" Gandhi


La naturaleza es un derroche de creatividad, cada elemento y cada ser es único e irrepetible.


En la naturaleza todo existe por una razón. Cada persona llega a esta vida para cumplir una misión personal importante, para ser protagonista de su propia vida y convertir sus sueños y sus proyectos en realidad. Los numerosos casos de personas incapacitadas que logran cosas increíbles, prueban que, cada persona puede llegar hasta donde se proponga, si así lo decide.


Sin embargo, observamos con tristeza, cómo la mediocridad invade la sociedad, cómo las personas se conforman con migajas de la vida y renuncian a ser el Ave Fénix que todos deberíamos ser.


El problema está en las programaciones mentales que reciben las personas a través de la educación. En vez de educar para la creatividad y para la libertad, educan para la dependencia y la sumisión. Nos hacen tímidos y cobardes. En estas condiciones nadie quiere correr riesgos ni asumir responsabilidades, es mejor apostar a lo seguro, y lo seguro es seguir el camino trillado de los demás.


De esta forma surge el populismo y millones de personas se someten pasivamente a los poderes políticos, renunciando a sus derechos y libertades.


De esta forma surgen los trabajadores a sueldo, condenados a trabajar como autómatas en un proyecto que no es suyo, que sólo les da para vivir y que les deja mutilados en muchos aspectos de su desarrollo.


De esta forma surgen las dictaduras que se nutren de gente mediocre y despersonalizada.


Por estas y otras razones, la mayoría de los seres humanos no son protagonistas de nada. Como ésta es una situación generalizada la aceptamos como normal, pero, en realidad es un forma de catástrofe.


Cada una de estas personas debería ser protagonista de un proyecto creativo que contribuyera al progreso y evolución de la humanidad. El desarrollo, la evolución y el valor de la humanidad es igual a la suma del valor de todos los seres humanos.


Quienes no se sienten protagonistas exitosos de su propia vida padecen una frustración profunda. Es muy triste haber nacido para triunfar y tener que conformarse con ser mediocre. Para no sufrir, las personas se acostumbran, aceptan y justifican su situación, pero siempre hay algo que les recuerda que son unos fracasados.


La falta de identidad personal hace que muchas personas, especialmente los jóvenes, centren su interés y admiración en las modas y en ciertos personajes de la pantalla, del deporte y de movimientos musicales.


A falta de identidad personal necesitan identificarse con imágenes de éxito que den sentido a su vida; pero, estas imágenes son tan efímeras, como efímeros y pasajeros son los personajes del momento.


Son muchas las personas que, en vez de vivir su vida real, viven de forma imaginaria la vida de otros. A final les ocurre como a la cigarra. Como no aprendieron a superarse, ni a trabajar, ni a prever, ni a ahorrar, se convierten en indigentes mentales, buenos para nada.


Son demasiadas las personas que no están satisfechas con su suerte y culpan a la vida y a las circunstancias. Lo honesto es aceptar la propia responsabilidad.


Todas la personas tienen memoria de la cantidad de veces que han desoído la voz de la conciencia

 

Cómo vivir la propia vida

El mundo verdadero de cada persona es su mente. El mundo externo es sólo el escenario; por esta razón, donde quiera que vayas siempre estarás en el mismo lugar porque tu lugar es tu mente. Es en tu mente donde piensas, sientes, amas y sufres.


Lo que más importa no es lo que ocurre en el mundo externo sino lo que ocurre en tu mente. En un mismo lugar unos triunfan y otros no, unos son felices y otros no. ¿Por qué?


Las personas con las cuales te relacionas a lo largo de la vida son importantes, pero son externas a tu realidad, no forman parte de tu ser interno. Pueden amarte y darte muchas cosas, pero no pueden darte el éxito, ni la felicidad porque son una conquista personal.


Al final sólo quedas tú con tu realidad interna, con tus ideas, valores, sentimientos, recuerdos y vivencias; con tus éxitos, con tus fracasos y con tu actitud ante la vida. Estos contenidos determinan la forma en que te sientes habitualmente, la forma en que percibes la vida y la forma en que reaccionas y actúas; en consecuencia, también determinan la forma en que te va en la vida.


Cuanto más valiosos sean tus contenidos internos, más intensamente vivirás tu propia vida y te sentirás protagonista de una vida plena y feliz.

Al llegar a fin de año las empresas hacen balance para comprobar el desempeño que han tenido. El balance permite analizar y diseñar nuevas estrategias, de lo contario las empresas podrían avanzar hacia la quiebra sin darse cuenta. Pero las personas no hacemos balance de nuestra vida, por esta razón seguimos cometiendo siempre los mismos errores y seguimos pagando constantemente las consecuencias de nuestra falta de revisión.


Quienes desean vivir plenamente su propia vida, necesitan:


1. Recuperar el sentido del propio valor, es decir, la autoestima y la dignidad.


2. Capacitarse para ser lo más autosuficiente posible, tener control sobre sí mismo y depender lo menos posible de la sociedad.


3. Ser más emprendedor, más creativo y desarrollar espíritu de superación y de libertad.


4. Ampliar las perspectivas, abrir nuevos horizontes, no ponerse límites y no conformarse con migajas de la vida.


5. Entender que nadie puede darnos el éxito ni la felicidad, pues son producto del desarrollo personal.


6. Defender el propio espacio físico y mental. La única forma de defenderlo es con desarrollo y capacitación.


7. Disfrutar el placer de leer y dedicar tiempo a pensar y crear respuestas nuevas en aquello que se relaciona con nuestro proyecto de vida.


8. Nuestra energía, tiempo y capacidad son limitados, por lo cual, es fundamental centrarse en un proyecto concreto que dé sentido a la vida.


9. Entender que la vida es un proceso continuo que exige esfuerzo y dedicación, el cual depende de las decisiones que tomamos en cada momento.


10. Tener presente que las soluciones sólo pueden salir de nuestro cerebro, de aquí la importancia del desarrollo personal y de la capacitación constante.


Vivir la propia vida es una decisión personal, pero es bueno recordar que las personas que no viven su propia vida a medida que pasan los años se sienten más solas y más vacías.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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