Editoriales

Editorial 436

 


Culpa y remordimiento

 

La culpa es un sentimiento muy arraigado en el corazón de todas las personas, debido a que somos hijos de una educación represiva y crítica. De cada 10 mensajes que recibimos cuando éramos niños, 9 fueron represivos de alguna forma. Y, en la actualidad nos toca vivir y luchar en una sociedad competitiva y agresiva, pronta a juzgar y a condenar.

El sentimiento de culpa es exclusivo de los seres humanos. Los animales no sienten culpa ni remordimiento, debido a que no tienen conciencia del valor de sus actos.


Las personas poco evolucionadas tienen poca conciencia, por tanto, tienen escaso sentimiento de culpa y de remordimiento. A medida que las personas evolucionan (es importante entender el concepto de evolución) tienen más conciencia, por lo cual, cuando quebrantan alguna ley, tienen más sentimiento de culpa y remordimiento que las personas poco evolucionadas.


De acuerdo a lo expuesto, pareciera que es preferible ser poco evolucionado para poder vivir a nuestras anchas. El problema está en que el mayor valor de la evolución es el desarrollo de la conciencia, pues a partir de este desarrollo se puede vivir con más plenitud.


Por qué existen la culpa y el remordimiento


La culpa es la conciencia de haber quebrantado la ley y el remordimiento es el sentimiento de angustia, pesar y desasosiego por haber quebrantado la ley y por las consecuencias correspondientes.


Todo en la naturaleza se rige por leyes. Una de estas leyes es la Ley de la Conciencia, cuya función es garantizar la supervivencia y la evolución moral y espiritual de las personas. La ley moral es muy compleja, por lo cual resulta difícil definirla. Es como una luz que ilumina y ayuda a ver el valor de las cosas y a distinguir entre el bien y el mal. Es también como una voz que nos habla en silencio y nos informa sobre el valor moral de nuestras acciones; en cierta forma nos dice lo que debemos hacer y lo que debemos evitar.

La fiebre y el dolor son mecanismos de supervivencia a nivel biológico; informan de que algo funciona mal a nivel corporal y es necesario resolverlo.


La culpa y el remordimiento son mecanismos de supervivencia a nivel moral; mantienen la conciencia despierta e informan cuando hay conductas incorrectas y exigen una rectificación para evitar la autodestrucción.


La angustia existencial es un mecanismo de supervivencia espiritual, tiene como finalidad mantener vivo el verdadero sentido de la vida.

Así como la fiebre o el dolor aumentan en la medida en que se agudiza el problema de salud, del mismo modo, el sentimiento de culpa, el remordimiento y la angustia existencial se hacen más intensos cuanto mayor es el peligro que corre la persona. Tanto el cuerpo como la mente y la conciencia tienen cierto grado de tolerancia, pero, cuando corre peligro la salud física, mental, moral o espiritual, saltan las alarmas.


De dónde procede culpa y el remordimiento


La culpa y el remordimiento son un reclamo de la conciencia. se producen cuando existe contradicción entre los principios morales de la persona y su comportamiento.


Hay personas con principios morales muy rígidos, las cuales tienden a ser perfeccionistas y escrupulosas. Son personas con muchos sentimientos de culpa y con remordimientos frecuentes. Esta situación les genera mucho desgaste psíquico que puede derivar en enfermedades psicosomáticas y psíquicas.

Hay personas, cuyos principios y valores son muy débiles, para ellas todo está permitido. No se hacen problemas morales, por tanto, no sienten la culpa ni el remordimiento. Vistas así las cosas, pareciera que es mejor no tener principios ni valores para no tener remordimientos.


El problema radica en que, así como un cuerpo carente de sensibilidad, no tiene conciencia de lo que le ocurre y no puede defenderse, del mismo modo, una persona que no tiene valores morales, tampoco tiene conciencia del valor de las cosas y no puede tener conductas correctas que le ayuden a desarrollarse y a evolucionar como persona.


La culpa y el remordimiento son problemas ancestrales, se deben a que nuestra mente está saturada de tabúes o prohibiciones, cuyo quebrantamiento es castigado severamente por la sociedad o por Dios. En ambos casos nuestra vida depende de factores externos y no de nosotros.


La angustia causada por una visión errónea de Dios, de la religión y de la moral, hace que muchas personas se alejen de la fe y de las exigencias morales, con lo cual pretenden liberarse de la culpa. ("Si Dios no existe, entonces soy libre y puedo hacer lo que quiero" estas palabras las pone Dostoyevski en boca de Kirilenko, jefe de los endemoniados) Pero, al alejarse de Dios y de los valores surge la angustia existencial, una especie de vacío insoportable, con lo cual no mejoran las cosas.


El infierno no está en el remordimiento, está en el corazón vacío. Khalil Gibran


Lo ideal es tener unos valores morales equilibrados. "En el medio está la virtud" Aristóteles.


La experiencia y la historia nos enseñan que las personas y las sociedades se desarrollan mientras son impulsadas por principios, valores e ideales y degeneran cuando se debilitan sus estructuras morales.
Cómo evitar o superar el sentimiento de culpa y los remordimientos


Existe un sentimiento de culpa que es natural. Se produce cuando las personas quebrantan alguna ley moral o social. Este sentimiento es bueno, es señal de que los mecanismos morales funcionan bien.

También existe un sentimiento de culpa enfermizo, propio de personas escrupulosas, que se sienten culpables por todo. Este sentimiento es como una sombra que te sigue a donde quiera que vas y te acusa, te culpa y te condena. Este sentimiento de culpa no obedece a razones objetivas y lógicas sino a creencias erróneas, grabadas a través de una educación represiva y culpabilizadora.
La culpa, como toda conducta humana es un hábito aprendido a través de la educación, especialmente en la infancia.


Muchos de los problemas psíquicos que afligen a la sociedad se deben a sentimientos de culpa y a remordimientos, que, poco a poco, realizan su función destructiva. En algunos casos las personas no tienen conciencia clara de estos sentimientos porque se desarrollan a nivel subconsciente.


La culpa es utilizada con frecuencia para obligar, para controlar, para explotar, para someter. Si no haces esto, si no...


Es importante racionalizar un poco las cosas, ser honestos y actuar con buena intención. Los sere humanos seremos juzgados por nuestras obras y por nuestras intenciones.

Conclusiones


Para poder vivir en paz consigo mismo y con los demás es necesario perdonar y personarse, aceptar que somos débiles y actuar con honestidad.


La culpa y el remordimiento son sentimientos inútiles que no benefician a nadie.


Necesitamos pasar de una moral represiva, orientada a evitar, a una moral proactiva orientada a actuar con verdad, con justicia y con honestidad, no sólo por razones religiosas, sino porque es una exigencia de la misma naturaleza y una forma inteligente y efectiva de vivir.

Necesitamos liberarnos de muchos paradigmas, creencias y obligaciones inútiles.


Las exigencias morales deben ser equilibradas, lo suficientemente consistentes como para controlar los instintos y pasiones y lo suficientemente flexibles como para no oprimir el espíritu.


La finalidad de las leyes es orientar, estimular y controlar pero nunca reprimir.


Todos tenemos algún sentimiento de culpa y remordimientos por causa de oportunidades perdidas, por cosas que hemos hecho mal, por no haber amado lo suficiente, por no haber ayudado, por haber sido egoístas e irresponsables y por no haber sido felices.


"He cometido el peor de los pecado que un hombre puede cometer. No he sido feliz" Jorge Luis Borges, poeta.


Recomienda Este Editorial
 
    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus