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Editorial 431

 


Creatividad. La importancia de ser creativo

 

Todas las cosas importantes que ha logrado la humanidad son producto de la creatividad.

Todas las personas son creativas de alguna forma, puesto que pueden combinar elementos existente, lo cual es una forma de creatividad; pero, sólo tienen valor creativo las ideas, respuestas o creaciones que nos llaman la atención por su originalidad, belleza, sabiduría, etc.


La creatividad supone salirse de los parámetros establecidos. Esta situación no significa salirse de la lógica de las cosas, sino encontrar otras formas desconocidas hasta el momento. La creatividad se extiende a todos los campos de la vida. La humanidad vive en un proceso creativo interminable.
Gracias a la creatividad la humanidad evoluciona. Se cree que el 90% de la evolución se debe a la creatividad y el 10% a la inteligencia racional que se encarga de organizar el producto de la creatividad para que cumpla una función práctica.


La creatividad es, sin duda, una de las conductas más complejas que puede tener el ser humano y, por tanto, estamos aún lejos de entender sus bases neurobiológicas.


En condiciones normales, las personas no son creativas, lo que implica que el acto de creación es algo insólito y poco frecuente. La mayoría de las personas se limitan a repetir de forma rutinaria las mismas conductas aprendidas; por esta razón no evolucionan y son mediocres.


La creatividad surge a medida que la persona comprende que necesita nuevas soluciones para resolver las cosas. La creatividad surge de la mente, de la riqueza interior; por lo cual, la pobreza en ideas, sentimientos y vivencias es un gran obstáculo para la creatividad, pues, nadie puede sacar hacia fuera lo que no tiene dentro.


La creatividad, como toda actividad superior es un hábito que depende de muchos factores Además se necesita activar los contenidos mentales y crear las condiciones para que surja la creatividad.


La inteligencia es la base de la creatividad; pero no todas las personas inteligentes son creativas; sin embargo, todas las personas creativas sí son inteligentes; por tanto, las personas poco inteligentes son poco creativas, y, también hay personas muy inteligentes que son poco creativas; de modo que, la inteligencia es una condición para la creatividad, pero la creatividad supone algo más que inteligencia.


Las personas creativas son proactivas, visionarias, intuitivas, imaginativas, sensibles, tienen gran fluidez mental, aman la libertad y disfrutan de lo que hacen.


La actividad más importante del hemisferio izquierdo es el pensamiento racional y crítico; mientas que, la actividad más importante del hemisferio derecho es la intuición y la creatividad. Ambos hemisferios son importantes y lo ideal es trabajar con ambos hemisferios a la vez, pero, como ya hemos señalado, el 90% de la evolución se debe al pensamiento creativo y el 10% al pensamiento racional.

El hemisferio izquierdo es lineal, sucesivo y secuencial; avanza paso a paso; recibe la información dato a dato y la procesa en forma lógica y secuencial; algo así como una computadora donde cada paso depende del paso anterior. El hemisferio izquierdo es lento, apenas procesa unos 40 bits (unidades de información) por segundo.


El hemisferio derecho es intuitivo, capta directamente lo esencial de las cosas, sin necesidad de análisis ni razonamiento. Posee una visión intelectual sintética y simultánea de muchas cosas y procesa entre 1 y 10 millones de bits por segundo.


El hecho de que el hemisferio derecho capte lo esencial de las cosas, sin necesidad de análisis ni razonamiento, no significa que las creaciones no tengan lógica. Lo que ocurre es que se trata de un proceso mental intuitivo tan rápido y complejo que escapa al análisis humano.


Nuestra cultura es racionalista, predomina el hemisferio izquierdo (raciona, lento) y está muy inhibido el hemisferio derecho (intuitivo, rápido); por esta razón el aprendizaje resulta lento y difícil. Sin embargo, es impresionante la rapidez y facilidad con que aprendemos lo que nos gusta, debido a que al liberarnos del temor y de la rigidez entra en acción el hemisferio derecho.

 

Cómo activar la creatividad para resolver situaciones difíciles

1. Es necesario observar la situación y analizar cada elemento en sí y la forma en que se relaciona con los demás elementos. Se trata de conocer todos los elementos dentro de su contexto. A partir de aquí, el cerebro comienza a trabajar correctamente sobre datos verdaderos. Si la información de base es incorrecta, el cerebro no podrá crear la solución.


2. No adelantarse a los hechos. Dar tiempo al cerebro para que madure la información y vaya colocando cada pieza en su lugar. La creatividad supone un proceso, sobre todo, cuando se trata de asuntos complejos. El hecho de dar tiempo al cerebro no significa esperar pasivamente. Es necesario activar el proceso volviendo con frecuencia al asunto pero sin
obsesionarse.

3. Los problemas simples se resuelven con rapidez, pero existen situaciones muy complejas que suponen cambios internos importantes. En estos casos el proceso creativo suele ser lento y se produce por etapas.

 

A veces es necesario dar distintos enfoques a medida que se avanza y utilizar nuevas estrategias. La experiencia va indicando cuáles son los pasos a seguir. Lo importante es sentir que se avanza hacia la solución.


A veces se produce un estancamiento en el proceso; lo cual no significa que hemos fracasado en el intento, se debe a que el cerebro no ve soluciones y detiene la marcha para hacer ajustes y aclarar la situación, porque el cerebro no avanza si no ve el camino claro. El cerebro no construye si no existe una base firme que sustente las cosas.


Lo peor que podemos hacer en estos casos es desistir y tirar la toalla. Todo problema tiene una solución que es necesario encontrar para sobrevivir y crecer. Lo más grave que puede ocurrirle a un ser humano es quedar atrapado en un problema y no luchar.


Existen situaciones muy graves que suponen años de esfuerzo para salir de ellas. En estos casos, lejos de desanimarse, hay que pensar que el camino es largo pero que cada paso que damos nos acerca a la libertad.

 

De esta forma se vive y se lucha con fe, con esperanza y con ilusión, lo cual hace más llevaderas las cosas. Lo importante es avanzar hacia la mejor solución posible.


Cada situación es nueva y necesita una solución específica que debe ser creada para tal caso. Cuando la situación es compleja el cerebro necesita tiempo para buscar información útil en el disco duro de la memoria, para relacionar las ideas, combinarlas y madurarlas.


El proceso creativo es como un camino que se va construyendo paso a paso o como un edificio, cada piso se apoya en el piso anterior. Nadie puede construir el piso ocho si antes no ha construido el piso siete. No se pueden quemar etapas en ningún aspecto de la vida.


Si bien la creatividad no surge cuando queremos, sino de forma imprevista. Las ideas creativas son nuevas y no tienen asidero en la mente, por lo cual, tienden a desaparecer con la misma rapidez con que llegan. Son como mariposas, llegan, aletean y desaparecen. Después es difícil recordarlas, por lo cual, siempre que trabajes en algo creativo. Es conveniente tener a mano lápiz y papel para anotar las ideas. Es suficiente anotar unas palabras que te sirvan de referencia.


La vida actual, caracterizada por la competencia, la prisa y las urgencias, es un obstáculo para la creatividad. Todo se está automatizando y las personas se están convirtiendo en piezas del gran robot político, económico y social. Se adaptan pasivamente a una forma de vida en la que pierden el control de sus ideas, de sus sentimientos, del tiempo, etc.

Las personas no tienen tiempo ni tranquilidad para pensar, meditar, crear, compartir, amar... Es fundamental tener un tiempo y un espacio interno para encontrarse consigo mismo, conocerse y valorarse para luego poder encontrarse con los demás y compartir la riqueza interna.


La falta de profundidad interna hace que las personas se sientan desorientadas o perdidas en un "mundo ancho y ajeno"


"En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento" Albert Einstein


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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