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Editorial 414

 


Cuál es tu destino


El determinismo es una doctrina según la cual todo está determinado y sujeto a leyes naturales que se cumplen de forma inexorable. Todo en nuestra vida estaría marcado por el destino, del cual no podemos sustraernos.


Según esta doctrina, el ser humano no sería libre para decidir, por tanto, tampoco sería responsable de sus acciones.

El determinismo existe sólo en relación con el universo. El destino del universo está trazado y evoluciona de acuerdo a leyes inexorables. Sabemos cuándo y cómo será el final del sol.


El determinismo también afecta, en parte, al ser humano por tener un cuerpo material. En este sentido está sujeto a las leyes físicas y biológicas que rigen la naturaleza, por lo cual, está determinado que envejecerá y morirá.


Pero, el ser humano tiene espíritu, inteligencia, conciencia y libertad, lo que le permite sustraerse al destino y construir su vida de acuerdo a sus propias decisiones.


Lo que nos interesa es saber cuál va a ser nuestro destino en esta vida.


Existen adivinos, astrólogos, videntes... que pretenden pronosticar el destino de las personas.

De un sistema del que se conocen sus ecuaciones se puede conocer exactamente su evolución en el tiempo. Pero en el caso de las personas es imposible, pues, es suficiente una variación mínima en un aspecto para que la persona evolucione de manera imprevisible. Necesitaríamos conocer todos los factores que inciden en el pensamiento y en los sentimientos de una persona y sus interacciones a través del tiempo para predecir su comportamiento, lo cual es absolutamente imposible.


El destino lo construye cada persona día a día. Es nuestra estructura mental profunda la que marca nuestro destino. Esta estructura mental reside en el subconsciente y está hecha de ideas, valores, sentimientos, experiencias, éxitos y fracasos que hemos acumulado y alimentado a lo largo de la vida.


En el subconsciente conviven todos estos contenidos, positivos y negativos, y luchan por lograr el control de la mente, al igual que luchan las personas en la sociedad por el control del poder y del dinero. Los contenidos se asocian de acuerdo a su signo o vibración con el fin de sobrevivir y tomar el control. Dominan los contenidos que son más alimentados por la persona.


Los contenidos se alimentan y fortalecen cada vez que la persona piensa en ellos con interés y con el deseo de que se conviertan en realidad. De aquí la importancia de leer y reflexionar todos los días sobre temas relacionados con nuestros intereses, valores y metas. También es importante cuidar la forma en que pensamos, sentimos, hablamos y actuamos, porque los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones modelan nuestra mente.


Los contenidos que se imponen (ideas, valores y sentimientos) toman el control de la mente y determinan nuestro destino en la vida.


Cada uno elige su destino de acuerdo a sus intereses. Una vez elegido el destino o meta, el cerebro se programa y comienza a trabajar sin descanso para alcanzar la meta.

Es importante elegir bien el destino o meta.


Muchas personas, por temor, ignorancia, egoísmo o avaricia, eligen metas equivocadas, por lo que terminan su vida con una sensación profunda de fracaso y frustración.


Otras personas se dan cuenta de su error a tiempo y quieren rectificar, pero les resulta muy difícil porque durante años han estado construyendo una estructura mental de fracaso. De todos modos, siempre hay formas de cambiar con la ayuda de algún especialista en programación y desprogramación mental.


Conclusión


Es importante aprender desde niño a ser lo más autosuficiente posible, a tomar el control de la propia vida y a responsabilizarse de sí mismo.


Existen factores sociales, temperamentales, educación recibida, errores cometidos... que tienen un peso en nuestra vida; sin embargo, por encima de estos condicionantes está la decisión inquebrantable de triunfar.


El conocimiento es la clave de la libertad; por tanto, la lectura, la reflexión, la búsqueda de métodos eficaces, la creatividad y la independencia económica y laboral, son condiciones para poder controlar el propio destino.


Muchas personas fracasan porque se acostumbraron a la sumisión y a la dependencia, lo que les impide arriesgar y tomar las riendas de su destino.


En definitiva, cada uno labra su destino a través de las decisiones que toma cada día.
Cada uno llega a ser lo que decide ser y logra lo que decide lograr. Por supuesto, todo tiene un proceso y unas exigencias.


Es importante revisar con frecuencia el mapa de ruta, porque una pequeña desviación puede alejarnos progresivamente de la meta.


Para el filósofo Platón, los seres humanos somos inteligentes y libres. Somos "demiurgos" (pequeños dioses) que tenemos la misión de convertir nuestras ideas y sueños en realidad.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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