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Editorial 393

 


Somos pequeños dioses

 

Los seres humanos hemos nacido en una era privilegiada. Somos beneficiarios de millones de años difíciles durante los cuales la especie humana ha venido evolucionando. Hemos nacido con un cerebro muy desarrollado, en una sociedad bastante organizada que nos ofrece muchas oportunidades para desarrollarnos. En nosotros está el aprovechar la cultura, el progreso, los conocimientos, los valores y tantas cosas que nos ofrece la vida actual.


Como decía el filósofo Platón: "Somos demiurgos , (pequeños dioses) que venimos a la tierra con la misión de convertir las ideas en realidad"

Deberíamos comenzar por tomar conciencia de que somos pequeños dioses dotados de inteligencia, conciencia y libertad. No somos eternos, la vida sólo nos da unos años para convertir nuestros sueños en realidad; por lo cual, no deberíamos perder el tiempo en cosas superfluas, sino abocarnos a nuestro propio desarrollo y al logro de objetivos por los cuales vale la pena vivir y luchar, de modo que nuestra vida tenga sentido y plenitud.


Si bien hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, es decir, libres y creativos, en la práctica, la sociedad nos educa para el sometimiento. La sociedad es tremendamente represiva. De cada diez mensajes que recibimos, nueve son represivos de alguna forma. En épocas pasadas la represión era rigurosa, hoy es más sofisticada pero igualmente represiva. Esta es la razón por la cual los seres humanos tenemos más de esclavos que de dioses.


El día en que te reconozcas como un pequeño dios inteligente , libre y creativo, asumirás la responsabilidad de tu propio desarrollo y te esforzarás por convertir tus sueños en realidad. Como pequeño dios que eres, tienes todo lo necesario dentro de ti para lograr objetivos importantes. Pero nada surge por arte de magia. Todo logro supone esfuerzo y dedicación.


Dios posee muchos atributos, uno de ellos es la creatividad.


Sólo el hombre es creativo.


La humanidad evoluciona gracias a la creatividad, es decir, a la capacidad de inventar cosas nuevas.


La creatividad es la capacidad fundamental de las personas exitosas. Sólo las personas creativas son independientes en sus ideas, en su trabajo y en la vida.


La falta de creatividad obliga a las personas a trabajar en proyectos ajenos. Muchas personas capacitadas, pero poco creativas, trabajan para otras personas menos capacitadas pero más creativas.


El objeto de la vida es el desarrollo. Sólo a través del desarrollo podemos ser libres y sólo a través del desarrollo y de la libertad podemos lograr la verdadera felicidad.


Sólo cuando las personas son libres y creativas comprenden el valor de la libertad y de la creatividad.


Si quieres ayudar de verdad a una persona enséñale a ser creativa y libre. Si quieres contribuir con el progreso y el bienestar de la sociedad, trabaja en desarrollar tu creatividad y aporta a la sociedad formas más simples y eficaces de hacer las cosas.


La mayoría de las personas aportan muy poco a la sociedad, debido a que pasan el día haciendo cosas de forma repetitiva, las cuales no inciden en el progreso ni en la evolución de la sociedad.


La naturaleza es un derroche constante de creatividad. Todo cambia, todo evoluciona: La vida humana, el cerebro, el lenguaje, las relaciones, los conocimientos, los inventos, etc.


Los cambios son cada vez más complejos y más rápidos.


La globalización y la velocidad de la información hacen que el cerebro de las personas se active de forma permanente, estimulando la creatividad. Esta situación obliga a las personas a ser creativas, a vivir en estado de aleta, de búsqueda de nuevas alternativas.


En este sentido, todas las personas son creativas de alguna forma; sin embargo, la velocidad de la información y de los acontecimientos desborda a muchas personas poco desarrolladas, las cuales corren el peligro de perder la facultad creativa y reducir su vida mental a simples reflejos de supervivencia.


Gracias a que los seres humanos somos pequeños dioses, dotados de inteligencia y de libertad, hemos evolucionado a lo largo de la historia y hemos construido este mundo maravilloso en el que vivimos, pero, el mundo que nos rodea es sólo el escenario en el cual transcurre nuestra vida. El verdadero mundo está dentro de cada persona; por esta razón, donde quiera que vayas siempre estarás en el mismo lugar, porque tu lugar eres tú mismo. Por la misma razón, no busques las cosas importantes fuera de ti, porque no las encontrarás. El éxito, la libertad, la felicidad... no existen en ninguna parte, sólo existen en el corazón de aquellas personas que saben producirlos.


A pesar de todos los condicionamientos externos, el hombre es siempre libre, y, por tanto, responsable de sus actos.


El hecho de que seamos pequeños dioses no es garantía de éxito ni de felicidad, sólo es una posibilidad, la cual depende del uso que hagamos de nuestra inteligencia y de nuestra libertad. Al final, cada persona decide lo que quiere ser en la vida y obtiene lo que merece de acuerdo a sus acciones.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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