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Editorial 386

Cuál es tu capacidad de supervivencia

 

La vida es una lucha por la supervivencia. Estas palabras traen a la mente escenas de una prehistoria lejana en la cual la única preocupación era sobrevivir día a día. Nos trae también escenas de grandes depredadores como leones, tigres o tiburones abalanzándose sobre sus presas y destrozándolas sin piedad.

La naturaleza es tan sabia en todos los aspectos que cuesta entender por qué la lucha por la supervivencia tiene que ser tan cruel. Pero no estamos aquí para enmendar la planilla a la naturaleza sino para aprender a sobrevivir en la jungla de cemento.

La ley de la vida es drástica: "Adaptarse o morir" A lo largo de la historia sólo han sobrevivido las especies que han sabido adaptarse. A nivel humano sólo han sobrevivido los pueblos que han sabido defender su libertad. Y a futuro, sólo sobrevivirán los pueblos y las personas que sepan defender sus derechos; es decir, su espacio físico y mental.

Las batallas del futuro no se darán en el campo militar sino en el campo de la inteligencia, de la creatividad y de la producción.

Es triste que tengamos que hablar de supervivencia en el siglo XXI, cuando deberíamos estar hablando de conocimiento, desarrollo, progreso, evolución, calidad de vida, libertad, paz y felicidad.
Esta realidad pone de relieve el fracaso de la humanidad. Pone en entredicho nuestra inteligencia y deja al descubierto nuestra miseria humana.

Las hormigas y las abejas, animalitos insignificantes, trabajan en equipo y nos enseñan el camino a seguir, pero, el temor, los complejos, la envidia, la soberbia y el egoísmo mandan en nuestra vida. Seguimos siendo los caníbales del pasado, revestidos con un barniz de civilización que puede romperse en cualquier momento y dar salida al lobo feroz que todos llevamos dentro.

La ciencia avanza a paso de gigante y en los próximos cincuenta años se producirán más cambios que en toda la historia humana.

El problema está en ¿Cómo podrá asimilar la sociedad estos cambios, cuando la mitad de la humanidad es ignorante y pobre?

¿En qué van a trabajar las personas, teniendo en cuenta que las empresas, tal como las conocemos, tienden a desaparecer y las máquinas eliminan cada día millones de puestos de trabajo?

En realidad, nadie puede predecir lo que pasará dentro de cinco años, menos aún lo que pasará dentro de 10 años o más. Y, si la proyección de vida a futuro es de más de cien años, imagina los cambios que se producirán en tu vida y la cantidad de circunstancias a las cuales deberás adaptarte para sobrevivir.

En medio del caos que se avecina a nivel laboral, económico y social hay algo que debes tener presente siempre: "Tu supervivencia, tu desarrollo, tu éxito y tu felicidad no dependen de cómo funciona la sociedad, sino de cómo funcionas tú"

Existen ideas, principios, valores y conductas que han sobrevivido a través de los siglos, son siempre actuales, no pasan de moda y seguirán teniendo vigencia dentro de miles de años.
Esta frase parece ser actual, pero no, es de Sócrates, quien vivió hace más de dos mil trescientos años.

Hace unos días me enviaron cuatro frases sobre el comportamiento de la juventud actual. Eran una radiografía exacta de los jóvenes de hoy. Una de las frases decía: "Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan el respeto a sus maestros"

Mi sorpresa fue enorme cuando leí el nombre de los autores de las frases. Se trataba de Sócrates, de Aristóteles y de otros pensadores griegos que vivieron hace más de dos mil trescientos años. Su testimonio prueba que los jóvenes de entonces eran esencialmente iguales a los jóvenes de hoy, salvadas ciertas costumbres propias de cada época.

Los seres humanos tendemos a considerar viejas y obsoletas las ideas del pasado. Esto es cierto cuando se trata de ideas circunstanciales pero es falso cuando se trata de ideas fundamentales. Las ideas no tienen tiempo. No son nuevas ni viejas, simplemente son ideas.

Existen ciertas ideas y valores que te ayudarán a permanecer siempre actualizado. Sin que importen los cambios que se produzcan. Lo fundamental será siempre lo mismo, debido a que todo se rige por leyes universales que no cambian y a que la naturaleza humana es siempre la misma. Pueden cambiar las formas pero no los contenidos fundamentales. La honestidad, la verdad, el amor, la amistad y el espíritu de trabajo serán siempre lo mismo en esencia, así como la irresponsabilidad, la corrupción y la frustración serán siempre iguales y las causan que los producen serán siempre las mismas.

Lo que sí cambia es la dinámica de la vida, la rapidez con la cual se suceden las cosas. Antiguamente se viajaba en burro y en diligencia, hoy se viaja en avión y por internet. Se trata de una velocidad física que es importante, pero existe una velocidad más importante, es la velocidad mental, la velocidad procesadora.

Hoy no es suficiente con saber las cosas, es necesario ser eficaz en la acción, lo cual depende de la capacidad procesadora. La velocidad procesadora supone una estructura mental organizada en base a conocimientos amplios, claros, profundos y bien definidos. Como los conocimientos se multiplican en progresión geométrica es fundamental aprender a seleccionar y simplificar. Se trata de aprender sólo lo importantes de las cosas.

Todas las cosas importantes son el resultado de un proceso largo, por tanto, es necesario adelantarse al fututo, prever con tiempo y crear las condiciones para que se den las cosas que nos interesan en el momento oportuno. "Las personas que triunfan son las que saben por dónde pasará el futuro y están allí primero que nadie" Estar allí primero que nadie significa vivir en actitud creativa, capacitarse, ser una persona emprendedora.

Como la vida es competencia es necesario abrirse un espacio en la sociedad. Antiguamente el espacio se conquistaba con la fuerza, hoy se conquista con la inteligencia y con la personalidad. Muchas personas inteligentes no lograr abrirse un espacio por falta de personalidad; por lo cual, si quieres sobrevivir necesitas trabajar tu inteligencia y también tu personalidad, tu autoestima y tu liderazgo.

Los seres humanos emitimos vibraciones que expresan nuestra realidad interna. Estas vibraciones son percibidas de alguna forma por las personas y determinan nuestro lugar en la vida.

Las siguientes ideas pueden ayudarte a planificar mejor tu futuro

1. El código que utiliza el cerebro es verbal, por lo cual, el hábito de la lectura y el desarrollo de un vocabulario amplio y rico es fundamental.

2. Los conocimientos se multiplican en progresión geométrica y no hay tiempo ni capacidad para procesar tanta información, por lo cual, debes desarrollar la capacidad de selección y de síntesis y aprender sólo lo importante de lo importante. Muchas personas tienen el cerebro lleno de información basura que les impide ser creativos y fluidos.

3. La creatividad es fundamental. Evita ser conformista y repetitivo. Trabaja en simplificar las cosas y la vida.

4. Piensa en una independencia laboral, económica.

5. Evoluciona. Vive en proceso constante de cambio. Aprende, profundiza en tus conocimientos, reorganizarlos, simplificarlos.

6. Organiza tus conocimientos en base a definiciones cortas y precisas.

7. Desarrolla criterios claros sobre los aspectos importantes de la vida.

8. Cuida tu desarrollo humano. Una buena base humana es fundamental para triunfar en cualquier aspecto de la vida.

9. Adquiere una cultura general. La cultura sirve de base y de inspiración para todo desarrollo superior.

10. No te guíes por los parámetros de la sociedad. La sociedad es mediocre. Establece tus propios puntos de vista y se consecuente hasta el final.

11. Los enemigos a vencer no están en la sociedad, están dentro de ti, sus nombres son: Ignorancia, temor, pereza, egoísmo, mediocridad, falta de disciplina.

12. La vida es una competencia, a veces despiadada, y a veces sutil, en la que se pone a prueba el temple de las personas. El problema real no es la competencia sino nuestra incapacidad para resolver las cosas con eficacia.