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Editorial 385

 


Cuál es tu estado de ánimo habitual

 

Si observas con atención el rostro de un niño feliz, verás que sus ojos expresan alegría, fe, ilusión y paz. Su rostro dibuja constantemente una sonrisa natural que brota de lo profundo de sus ser. Se trata de un niño que disfruta intensamente la alegría de vivir porque se siente amado y seguro. El estado de ánimo habitual del niño feliz es de paz y de alegría. La felicidad debería ser el estado habitual de los niños y también de los adultos. El hecho de que las cosas no sean así, indica que la vida está mal planificada. Si hay niños y adultos que son felices ¿Por qué razón no son felices todos?

Lo que más necesitan los niños es sentirse amados, respetados y valorados por sus padres. El amor es la fuerza que ayuda a desarrollar la autoestima, la inteligencia y la motivación.

Para los niños no es importante si sus padres son ricos, poderosos o famosos; pero sí necesitan sentir que les dedican tiempo, que comparten sus juegos, que se interesan por sus problemas e inquietudes y que les acompañan a descubrir la vida.

Los niños que son felices en la infancia, tienden a ser felices en la adolescencia, en la juventud
y a lo largo de la vida. En el fondo, los adultos seguimos siendo niños, vemos las cosas con los mismos ojos de cuando éramos niños y sentimos la vida como cuando éramos niños. En realidad estamos repitiendo los mismos patrones, aunque aplicados a distintas circunstancias.

Como la vida es compleja, siempre surgirán problemas, pero la estructura mental del hombre feliz es capaz de soportar los vaivenes de la vida y salir siempre a flote.


El estado de ánimo es un hábito emocional que se puede aprender como cualquier otra conducta humana superior.


Hay personas que viven habitualmente contentas; no porque todo les salga bien, sino por su actitud positiva. Existe algo dentro de estas personas que han construido a lo largo de de los años. Se llama fe, ilusión, esperanza, autoestima, paciencia, conformidad, agradecimiento por lo que son y por lo que tienen, alegría de vivir, etc. Esta estructura mental hace que su estado de ánimo habitual sea de paz y felicidad.


En la vida hay días de luto, de dolor y de lágrimas, pero su espíritu está por encima de estos acontecimientos. El amor y la felicidad no pueden ser destruidos por nada ni nadie.


La verdadera felicidad no es algo relativo y circunstancial como dicen muchos por ahí. No depende tanto de las cosas que nos ocurren cuanto de nuestra actitud interna.


La felicidad es un estado de ánimo, es un hábito, una forma de ser y de sentir que nos acompaña a lo largo de la vida; así como son hábitos el saber o la ignorancia, la buena educación o la mala educación, la honestidad o la deshonestidad.


La gente tiene un nivel de saber o un nivel de ignorancia. Tiene un nivel determinado de educación, un nivel de honestidad y un nivel de felicidad que forma parte de su conducta habitual. Esta forma de ser es una constante que preside nuestra vida, nuestra visión del mundo y nuestro estado de ánimo habitual.


Como el ser humano es libre puede generar cambios positivos o negativos. Puede mejorar su estado de ánimo o empeorarlo, dependiendo de la visión que desarrolle de la vida y de la forma como reaccione ante las cosas.

Muchas personas son más felices que lo que creen. Si sumamos todo lo que somos y tenemos, existen muchas razones para sentirnos felices; pero no nos damos cuenta de lo felices que somos, debido a que nos compararnos con los demás o ambicionamos muchas "cosas" que nos faltan. Solemos darnos cuenta del valor de las cosas cuando las perdemos. Si perdieras la vista. ¿Cuánto darías por recuperarla? ¿Si quedaras paralítico ¿Cuánto darías por poder caminar? Si...Si... Valora todos los días lo que tienes y mantén en alto tu estado de ánimo. Feliz no es el que tiene todo sino el que valora lo que tiene.

También hay personas que se consideran muy felices porque tienen todas esas "cosas" que un ser humano puede ambicionar.


En nuestra sociedad materialista se valoran mucho las cosas y se cree que el dinero, la fama, la belleza y el poder son garantía de felicidad.


Es importante saber que los seres humanos utilizan mecanismos de auto engaño. Estos mecanismos (la fama, el poder, el dinero, la belleza, el estatus, etc.) sirven para mantener en alto la autoestima y el respeto a sí mismo, necesarios para soportar la vida y para mantener el equilibrio mental. Son mecanismos de supervivencia, pero no de desarrollo; por lo cual, tarde o temprano caen por su propio peso.


La verdadera felicidad está blindada, porque no depende de factores externos circunstanciales, sino de una estructura mental que las personas tienen bajo control. Podrán ocurrir problemas y desgracias, porque éstas son también parte inevitable de la vida, pero siempre pasarán las tormentas y volverá a brillar el sol. Sin embargo, a veces las cosas se complican tanto que destruyen todo a su paso, como ocurre con los tsunamis, de modo que: "Nada es para siempre"


Tu estado de ánimo genera conductas que tienen efecto búmeran; de aquí la importancia de establecer qué clase de persona quieres llegar a ser y cómo quieres actuar en cada circunstancia.
Por Ley de Atracción, un buen estado de ánimo activa lo mejor de ti y lo fortalece, y, además atrae hacia ti todo lo que vibra en la misma frecuencia que vibras tú.

Resumiendo. Las personas tienen un estado de ánimo habitual, acorde con los sentimientos profundos que mandan en su vida. El estado de ánimo es variable, pues depende de muchos factores internos y externos que pueden alterarlo. Existen unos márgenes ideales, dentro de los cuales la vida fluye en paz y en armonía. Cuando se rebasan dichos márgenes surgen el temor y la angustia y las personas toman actitudes defensivas, pueden inhibirse o actuar de forma agresiva.


Hay días en los cuales tenemos mejor humor que otros días, sin saber por qué, y, hay días en que estamos irritables sin saber por qué. En realidad el estado de ánimo depende de la dinámica del subconsciente, la cual escapa a nuestro análisis.

Hay personas emocionalmente inestables, con estados de ánimo bipolares, pero la mayoría de las personas tienen un estado de ánimo definido. En este momento puedes definir el estado de ánimo habitual de personas a las cuales conoces.

Cada ser humano tiene una calidad como persona y la expresa a través de su estado de ánimo habitual. El estado de ánimo de las personas felices es alegre, optimista y creativo. El buen ánimo es como una energía positiva que surge constantemente del subconsciente y se irradia por toda la persona, influyendo en la salud, en la inteligencia, en los sentimientos... Es como una luz que ilumina la vida y como una fuerza que impulsa a superarse. El buen ánimo es una característica de las personas buenas.

El estado de ánimo de las personas que no son felices es de tristeza, angustia y pesimismo. Imagina lo que es vivir habitualmente en estas circunstancias; por lo cual, cuando te encuentres con una persona infeliz, lo menos que puedes hacer es compadecerte y desearle lo mejor, y, pensar que, si no te cuidas, un día puedes encontrarte en la misma situación.


Para lograr un estado habitual de felicidad es necesario cultivar una filosofía correcta de la vida y manejar de forma inteligente la vida emocional.


Las personas que más disfrutan de la vida son aquellas cuyo estado de ánimo habitual es de paz y de alegría.


Ahora observa el rostro de un niño o de un adulto infeliz, verás que sus ojos y su rostro expresan tristeza, angustia, dolor y vacío. Muchos niños y muchos adultos están incapacitados para amar y para sonreír, y, por tanto, para ser felices, porque nunca recibieron un beso de amor o un caricia. Esta es una de las razones por las cuales te encuentras todos los días con personas que llevan dibujada la tristeza y la angustia en su rostro.


Qué es lo que determina el estado de ánimo de las personas.


Los niños comienzan a ser programados en el seno materno. A partir de los cinco meses el bebé percibe las vibraciones de la voz de su madre. Si su madre es feliz, la vibración de su voz expresará paz y alegría, lo cual hace que el cerebro del niño tienda a reaccionar con vibraciones de paz y alegría. Si cuando el niño crezca es tratado con amor, tenderá a reaccionar de forma positiva, a ser cariñoso, a sonreír, etc. lo cual se ganará el afecto de las personas.


Un niño que es educado con respeto y con amor, crece sano, espontáneo y sociable; tiene grabado en su mente un sentimiento de bienestar que le envía en forma constante mensajes de seguridad, de autoestima, de alegría, de motivación. El niño tiende a ser optimista, sociable y generoso; sabe ganarse el respeto y el apoyo de las personas y, en consecuencia, le irá bien en la vida. Sin embargo, la vida es larga y existen muchas tentaciones, el ser humano es libre y la tendencia natural del ser humano es hacia el libertinaje, por lo cual, esta programación de base no garantiza el éxito y la felicidad a menos que la persona controle su vida.


Si, por el contrario, el niño no recibe suficiente afecto, respeto y valoración; si es criticado, reprimido o maltratado, entonces se graban en el subconsciente sentimientos de soledad, de temor, de impotencia y de angustia. Estos sentimientos hacen que perciba la vida, las personas y los acontecimientos como una amenaza y que tienda a reaccionar de forma defensiva. Sin embargo el ser humano es inteligente y libre y puede desarrollar conductas positivas y cambiar el signo de su vida. Nunca es tarde para aprender y cambiar.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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