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Editorial 370

 


Acción, acción, acción

 

El título del tema parece una invitación trabajar sin descanso, pero no es así.


Se suponía que el avance de la ciencia simplificaría el trabajo de las personas, incrementaría la productividad y dejaría más tiempo para el ocio, pero las cosas han resultado al revés. La ambición económica de las empresas, la dinámica laboral, la competencia y las necesidades creadas, imponen un ritmo de vida caracterizado por la prisa, la angustia y el estrés.

Los seres humanos se han convertido en piezas del gran robot económico.


En este momento me viene a la mente un corto de película que nos pasaron en el colegio hace nada menos que unos 50 años. La historia es la siguiente.
En una ciudad pequeña, un inventor creó una máquina robot que producía pelotas de goma. Al principio produjo una sola pelota. Como era costosa, sólo puedo comprarla el hijo del señor más rico de la ciudad. El niño se convirtió en jefe del equipo de fútbol y los demás niños debían obedecerle.


Poco tiempo después, el robot produjo pelotas en serie, como eran más baratas todos los niños compraron una pelota. Ahora cada niño jugaba con su pelota y era imposible formar un equipo. El individualismo y el egoísmo acabó con la amistad.


Pasado un tiempo el robot produjo una pelota roja especial. Era tan costosa que sólo el hijo del señor rico puedo comprarla. Al ver la pelota especial, los demás niños desecharon su pelota y aceptaron someterse al niño rico.


Así sigue la historia, con un inventor empresario muy hábil para manipular el mercado y obtener cuantiosas ganancias. Pero un día el robot extendió su brazo como siempre para tomar una de las piezas de plástico con las cuales alimentaba la máquina productora de pelotas. Por desgracia, el inventor se hallaba en el lugar equivocado, el robot lo agarró como si fuera un muñeco y lo introdujo en la máquina. Se supone que se convirtió en pelota.


La moraleja es la siguiente: Los robots o monstruos que creamos son armas de doble filo; pueden ayudarnos a progresar o pueden devorarnos.


Acción, acción, acción
Es importante la acción física pero es más importante la acción mental. Cuanto más desarrollados son los países, es mayor el porcentaje de personas dedicadas a trabajos que exigen acción mental. El progreso y la producción están directamente relacionados con el desarrollo mental.


El cerebro no descansa de día ni de noche. Durante el día trabaja más el área consciente y durante el sueño la parte subconsciente. Durante el sueño el cerebro procesa la información que contiene, la reorganiza, establece nuevas conexiones, etc. con el fin de crear las mejores condiciones posibles para que las personas puedan evolucionar. Sin embargo, el cerebro depende de la información que le suministramos, de la autoestima y de las motivaciones que tenemos. El cerebro es un genio pero lo tenemos mal alimentado y poco motivado.


La angustia, la prisa y el estrés no se deben a la acción en sí, puesto que el cerebro trabaja sin descanso día y noche y tiene un poder casi ilimitado. Se deben a la actitud de las personas, al estado emocional, a la presión.


La presión puede ser externa (exigencias de la empresa, excesivo trabajo, ambiente de trabajo, competencia) o puede ser interna (expectativas exageradas, temor al fracaso, a la competencia, a perder el empleo)


La palabra acción deberíamos reemplazarla por eficacia.
Un buen trabajador no es el que trabaja muchas horas sino el que produce mucho en pocas horas.
Un buen estudiante no es el que estudia mucho sino el que aprende con facilidad.
Un buen médico no es el que sabe mucho sino el que sabe curar las enfermedades.
Buenos padres no son los que enseñan muchas cosas sino los que enseñan a sus hijos el arte de vivir.
Un buen amigo no es el que acude a todas tus invitaciones sino el que viene a ayudarte cuando los demás se han ido.


Acción, acción, acción, significa muchas cosas.


Abre los ojos y no te distraigas para que no te ocurra como al inventor del robot.


Acción, significa: Vive cada segundo de forma intensa y consciente, como si fuera el último de tu vida. "El dinero va y viene, el tiempo sólo se va"


Acción, significa: Desarrolla al máximo tus capacidades, tus conocimientos, tu sensibilidad, tus valores y trata de ser la mejor persona que puedas ser para que vivas tu vida con plenitud y felicidad. Es importante el tiempo que se vive, pero es más importante la forma como se vive.

Es necesario trabajar mucho para ganar y vivir bien. No esperes que las cosas cambien, debes cambiarlas tú; pero no puedes ser esclavo del trabajo ni de ninguna otra cosa. Necesitas aprender a ser libre y a controlar el ritmo y los tiempos de tu vida, porque sólo vivirás esta vida, que, de paso, es efímera y llena de incertidumbre.


No puedes convertirte en pieza del gran robot económico o social. Necesitas ser libre y vivir y disfrutar del ocio y de la creatividad; de los amigos y de la naturaleza. El tiempo pasa rápido, y, cuando quieres darte cuenta, estás al final de tu vida.


Es importante aprender a tomar el control de tu vida para que dependas de tus propias decisiones; para ello necesitas desarrollas las capacidades que te permitan ser libre, productivo y eficaz en los aspectos fundamentales de la vida.


En la medida en que dependas de los demás estás condenado a trabajar en proyectos que no son tuyos, que no responden a tus intereses y necesidades y que te impiden desarrollarte como persona. ésta es una forma de esclavitud que aliena a las personas, pero como se ha convertido en una forma habitual de vida y de trabajo, la aceptamos pasivamente, sin percatarnos que es causa de nuestra desgracia.


Todas las acciones son importantes para que la sociedad funcione, pero, las acciones verdaderamente importantes son las orientadas al desarrollo interno de la persona, porque, más importante que cambiar el mundo por fuera es cambiarlo por dentro. Todo cambio se inica en la mente.
- Es importante cultivar una imagen de persona inteligente y sabia.
- Es importante cultivar una imagen de persona segura, sociable, emprendedora y exitosa.
- Es importante cultivar una imagen de persona equilibrada, mentalmente saludable y feliz.
- Es importante cultivar una imagen de persona honesta, digna y responsable.
- Es importante cultivar una imagen de persona de fe auténtica y de alta espiritualidad.

 

Todas estas imágenes constituyen la esencia de la verdadera identidad del hombre y cualquier carencia en este sentido significa alienación.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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