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Editorial 363



La virtud de los triunfadores

 

Debemos comenzar por definir en qué consiste el éxito, para que no nos ocurra como a tantas personas que luchan durante toda su vida por el logro de objetivos que consideran importantes y al final sólo les queda vacío y frustración.


El éxito tiene muchos aspectos y la riqueza material es solamente uno de sus componentes. El éxito también se compone de salud, energía, entusiasmo por la vida, realización profesional y buenas relaciones con los demás, libertad, creatividad, estabilidad emocional y psicológica, sensación de bienestar y paz. Pero, ni siquiera experimentando todas estas cosas podremos realizarnos plenamente, a menos que cultivemos los valores del espíritu que dan trascendencia a nuestra vida y nos colocan por encima de lo efímero y pasajero de las cosas.


La profesión es un medio para lograr estatus social y riqueza. A simple vista, este objetivo es razonable; pero, en el fondo, contiene un error de base: El no establecer como prioridad el desarrollo personal. Este error se paga muy caro, a lo largo de la vida, en forma de vacío y frustración. Son demasiados los profesionales y empresarios “exitosos” que se lamentan de haber descuidado su desarrollo humano; sobre todo, porque saben que no les exigía ningún esfuerzo extra, sólo era cuestión de incluirlo en la programación general de su vida, pero nadie les informó de esta posibilidad. Ahora, a medida que pasan los años y el tiempo se va llevando todo lo que aman, comprenden el verdadero valor de las cosas.


En una sociedad de cambios y de prisas, queda poco tiempo para dedicarse a las cosas con paciencia y perseverancia; sin embargo, el tiempo y la perseverancia son ingredientes importantes de toda obra valiosa.


Toda creación importante supone tiempo y dedicación. Los grandes triunfadores de la ciencia, de la empresa, del arte, del deporte... viven abocados en cuerpo y alma a su trabajo; piensan y sueñan en su trabajo, convertido en un reto ineludible.


La perseverancia debe ser un hábito de todos los días. Supone disciplina física y mental. La verdadera disciplina nace de dentro y es condición para alcanzar las metas. La verdadera disciplina no supone sacrificio, cuando nace de la motivación y de la convicción.


Para triunfar es necesario estar enamorado de lo que hacemos y disfrutarlo. Sólo así se activa la inteligencia emocional; intuitiva y creativa. La inteligencia emocional es la artífice del 90% de todo lo que ha creado el ser humano.


Es sorprendente la rapidez y facilidad con que aprendemos y resolvemos lo que nos gusta e interesa.


Los seres humanos buscamos los éxitos fáciles y rápidos. Ignoramos que todas las cosas importantes de la vida, como son: El conocimiento, la experiencia, la verdadera riqueza, el éxito empresarial o profesional, la libertad y la felicidad, son una conquista personal, producto de un proceso largo que exige conocimiento, dedicación, experiencia, perseverancia y tiempo.


Recuerda que, cuanto más alto quieres llegar, más profunda y extensa debe ser la base; de lo contrario, no tendrás interés en superarte, porque tu cerebro sólo se activa cuando existe un proyecto valioso y posible. Una buena base académica y humana proporciona seguridad y genera un impulso natural a crecer.


Cuando una persona toma la decisión inquebrantable de triunfar en algo, el cerebro se activa y crea las condiciones necesarias para lograr los objetivos.

Muchas personas no logran triunfar a pesar de los esfuerzos que hacen.

¿Por qué?
Antes dijimos que el éxito es producto de un proceso largo que exige conocimiento, dedicación, experiencia, perseverancia y tiempo. Existen algunas personas precoces que logran el éxito en temprana edad, pero, la mayoría de las personas exitosas alcanzan la cumbre después de muchos años de aprendizaje. Parece que la experiencia es una clave fundamental del éxito.


De 100 empresas que se crean hoy, más del 80% habrán quebrado dentro de 5 años; mientras que de 100 Franquicias, sólo el 5% habrán quebrado dentro de 5 años.


¿Cuál es la razón?
Las nuevas empresas carecen de experiencia y cometen errores en muchos aspectos; mientras que, la Franquicia transmite un know how , un saber hacer , una experiencia. Este "saber hacer" es trasladado al franquiciado a través de cursos de formación, de material escrito, de conversaciones, a través de los cuales se transmiten los métodos operativos; es decir, las claves para triunfar.


En definitiva, lo que define a los triunfadores son sus metas y la decisión inquebrantable de triunfar en lo que se proponen. Las personas exitosas no son necesariamente más inteligentes que los demás, pero tienen la fe, la convicción y la perseverancia que les falta a los demás.


Según Tolman, las personas se definen por sus metas. Las metas dan valor y sentido a la acción y a la vida. Una vez establecidas las metas, el cerebro se encarga de encontrar el camino que conduce a ellas.


En la vida todo se rige por leyes, de modo que, si quieres triunfar en el estudio, en comercio o en las finanzas, necesitas conocer las leyes que rigen estas actividades. Nadie puede avanzar hacia el éxito académico, empresarial, comercial o financiero, si no conoce las técnicas y leyes que rigen estas actividades.


Conclusión

Conocimiento, dedicación, experiencia, perseverancia y tiempo son las condiciones para triunfar en cualquier actividad. Lo cual se traduce en actitud y determinación inquebrantable de luchar hasta el final.

"Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
y lamentablemente no podía recorrer ambos caminos
siendo un sólo viajero.
Dos caminos se bifurcaban en un bosque
y yo tomé el menos transitado;
eso ha hecho toda la diferencia".
del poeta Robert Frost


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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